(Josep Miquel Bausset)- Mañana día 28 de septiembre se cumplen 100 años del nacimiento de Luigi Dadaglio, el que en Madrid y durante 13 años, del 1967 al 1980, fue el nuncio apostólico del papa en el Estado español.
Luigi Dadaglio, trabajador, silencioso y buen diplomático, fue el hombre clave de la Santa Sede en la firma del acuerdo entre el Gobierno español y el Vaticano, por el cual España renunciaba al privilegio de presentación de obispos.
Luigi Dadaglio, de una manera discreta y al mismo tiempo eficiente, ayudó a la Iglesia española, juntamente con los cardenales Tarancón y Jubany, y los obispos Josep Pont i Gol, Antonio Añoveros, Alberto Iniesta, Victorio Oliver o Ramón Echarren, a liberar la Iglesia del Régimen franquista, y a conseguir la independencia Iglesia-Estado. Además, Dadaglio gestionó la libertad de numerosos presos políticos y el 1974, supo afrontar con valentía el caso Añoveros, no aceptando que el obispo de Bilbao fuese expulsado del Estado.
Dadaglio nació el 28 de septiembre de 1914, hoy hace 100 años. Fue ordenado presbítero el 1937 y el 1942 pasó a ser secretario de la nunciatura en la República Dominicana. Posteriormente fue destinado a Haití y a Puerto Rico, y el 1950 se hizo cargo de la Delegación Apostólica de Washington. Después fue a Canadá y a Australia y el 1961 a Venezuela. Y fue el 1967 cuando el papa Pablo VI lo nombró nuncio apostólico en España.
Durante los años que estuvo aquí, Dadaglio trabajó para cambiar el Concordato de 1953 entre la Santa Sede y el Estado español. Y fue el 1979, cuando Dadaglio firmó los acuerdos que regulan las actuales relaciones Iglesia-Estado.
Dadaglio, un obispo marcadamente aperturista, vivió los años tan difíciles del final del Régimen franquista y el inicio de la Transición democrática, con el caso de los presbíteros encarcelados por la dictadura (con motivo de las homilías y del compromiso social de los sacerdotes) en la presión de Zamora.
Como dijo el cardenal Tarancón (con el que formó un buen tándem en la renovación de la Iglesia española) en referencia a Dadaglio, «no siempre fue comprendida su labor».
Como se ha dicho, hasta el Concilio y la llegada del nuncio Dadaglio, en España (con escasas excepciones) dominaba el conservadurismo episcopal, integrista y filofranquista. Por eso el trío Montini-Bertelli-Dadaglio, promovió un episcopado con sacerdotes vinculados a los sectores más abiertos de la Iglesia. Así, durante el tiempo que Dadaglio fue nuncio en España, fueron nombrados obispos de la talla de Jaume Camprodon en Girona, Javier Osés en Huesca, Ramón Echarren, Victorio Oliver y Alberto Iniesta como a auxiliares de Tarancon en Madrid, Miquel Moncadas en Menorca, Joan Martí Alanis en Urgell, Javier Azagra en Cartagena, Ramon Torrella, Josep Campmany, Ramon Daumal y Josep Mª Guix como auxiliares de Barcelona, Ramon Malla en Lleida, Josep Mª Cases en Sogorb-Castelló, Teodor Úbeda en Mallorca, José Mª Setién en San Sebastián, Ramon Buxarrais en Zamora o Elias Yanes como a auxiliar de Oviedo.
Dadaglio murió el 22 de agosto de 1990. Por eso en el centenario del nacimiento del nuncio Dadaglio, es de justicia reconocer su trabajo, ya que con Tarancon y Jubany, propició una Iglesia fiel al Vaticano II, comprometida con la modernidad y abierta a la democracia.