Basta que te atrevas a hacer una peregrinación ardua pero fascinante al centro de tu propio corazón
(Obispado Barbastro-Monzón).-Desde las Delegaciones diocesanas de Pastoral juvenil y vocacional se ha preparado ‘Noches claras’, una nueva actividad humana y religiosa para los jóvenes de la diócesis. Todos están invitados a participar en un espacio de oración que dará comienzo a las 20 h. en el monasterio de Santa Clara, en Monzón y tendrá lugar, según programa, el tercer o cuarto viernes de cada mes. Comenzaron estos tiempos de oración personal y compartida el pasado viernes, día 22 de enero.
Desde las delegaciones responsables de la preparación de estos encuentros de oración se indica que las Noches Claras son espacios pensados para el encuentro personal, la propia aceptación y el propio perdón así como para el encuentro con otros jóvenes compartiendo ilusiones, esperanza y experiencias y, por supuesto, en el marco de un tiempo de oración para el encuentro con Dios y con su amor.
El obispo diocesano, don Ángel Pérez Pueyo, invita a todos los jóvenes, y a los de todos los grupos, movimiento, cofradías y asociaciones a participar en estos espacios de oración que se inician este año en la diócesis de Barbastro-Monzón.
Carta del obispo
Querid@ joven:
Gracias por haber acogido mi invitación del día 3 de octubre pasado. Una vez más, has
logrado conmoverme. ¡Cómo no te voy a querer…! ¡Ojalá acierte a responder a las inquietudes reales que emergen en tu corazón! Deseo brindarte mi cercanía, mi cariño y mi apoyo para que puedas llegar a descubrir otra belleza, de la que quizá no te
hayan hablado, tu belleza interior. Descúbrela, disfrútala, compártela.
Basta con que te atrevas a hacer una «peregrinación» ardua pero fascinante al centro de tu propio corazón. Allí descubrirás realmente quién eres y qué estás llamad@ a ser. Te encontrarás con AQUEL que te soñó por amor y desea que brilles siempre con
luz propia. Que seas tú mism@. Siempre. Y que puedas sentirte realmente libre.
Jesucristo es el modelo de persona que tal vez hayas soñado y que quizás nadie te haya ofrecido. Es el único que te permitirá ser auténtic@, libre y feliz. El que te hará sentir bien contigo mism@, el que te ayudará a recobrar tu propia dignidad como mujer o como hombre.
Potenciará tu autoestima. Te ofrecerá un mundo de relación con los demás que te
permitirá enriquecerte y sentirte bien (hermos@) también por dentro. Lo más fuerte, sin embargo, es que te descubrirá su gran secreto: que el sentido y la plenitud de tu vida, tu máxima felicidad la hallarás regalándote, sirviendo al otro, al próximo (prójimo).
Además de poder participar en la JMJ2016 de Cracovia y de colaborar activamente en el Año Jubilar de la Misericordia, te invito a celebrar las «NOCHES CLARAS»con otros jóvenes de la Diócesis. Comenzaremos en enero de 2016. El cuarto viernes de cada mes. En el convento de Santa Clara de Monzón, de 7 a 9 de la tarde-noche. Te prometo que la palabra la tendréis vosotros y el Señor. Y que seremos puntuales al comenzar y al terminar. Allí encontrarás:
1.Un lugar para quedar, «tomar una copa», la «llenes de luz» y la compartas con otros jóvenes;
2.Un tiempo para dialogar íntimamente con Jesucristo (anhelos sueños, fracasos, desafíos…);
3.Una mesa para compartir tu bocata preferido y lo que la Iglesia puede ofrecerte;
4.Un espacio para cantar y reír junto a otros jóvenes;
5.Una oportunidad para establecer compromisos de ayuda,colaboración y servicio a los más desfavorecidos. También para participar en JMJ216.
Es lo mejor que sabe que puede ofrecerte tu obispo y amigo.
Con el cariño de siempre,
Ángel Javier Pérez Pueyo
Obispo de Barbastro-Monzón
Preguntas al obispo de los jóvenes de Barbastro-Monzón
¿Tienes whatsapp?
Me lo instaló el hijo de unos amigos. Mi móvil es el (suprimido por la redacción). Podéis hacer uso de él cuando necesitéis contactar conmigo. Lo más práctico es que me enviéis un whatsapp y quedamos. Cuando estoy en una reunión, celebración o atendiendo a alguien, no suelo responder.
¿Has tenido novia? ¿Dónde? ¿Cuántas?
Mi despertar afectivo fue más tardío que el que vive hoy un joven de vuestra edad. Pero, cuando tenía 16 años, sentí una atracción muy fuerte por varias chicas, a las que adoraba y con las que creo hubiera podido formar una hermosa familia, ser un buen esposo y un buen padre. Alguna incluso llegó a «tirarme los tejos»…pero formalmente nunca salí con una chica. Una atracción más fuerte, que no sabría describir muy bien con palabras, me impulsaba a «ser padre de todos». Y después de 35 años de cura os confieso que he sido muy feliz y me he sentido muy fecundo.
¿Cuántos años llevas de sacerdote?
Fui ordenado sacerdote en Plasencia (Cáceres) el 19 de marzo de 1980. Saca la cuenta, 35 años. ¡Y parece que fue ayer…!
¿Es pecado abortar?
Aunque muchos opinan, influenciados por los pensadores de la Ilustración, que nuestro cuerpo es un objeto que nos pertenece y podemos utilizar a nuestro antojo…otros seguimos creyendo que nuestro cuerpo es realmente un don, una gracia recibida, expresión de mi yo, a través del cual canalizo lo que soy, lo que siento, lo que anhelo…
No soy dueño de él como tampoco lo soy de la vida que encierra. Menos todavía
de la vida ajena, del no nacido…El aborto no es un anticonceptivo más. Las muchachas que me ha tocado acompañar en estas circunstancias…han vivido un verdadero infierno interior. Les resulta muy difícil «perdonarse». El Señor, pese a todo, es el único que está dispuesto a fundirse en un abrazo sanador y liberador.
¿Por qué te hiciste sacerdote?
Mi sacerdocio, aunque pueda resultarte paradójico, ha sido un regalo inmerecido, una «caricia de Dios», una gracia misteriosa, fascinante que un día entró en mi vida, sin saber cómo ni por qué, me cautivó con su belleza suscitando en mí una entrega total,
definitiva a ese amor divino que había recibido. Jamás podré agradecérselo adecuadamente al Señor. Ser sacerdote me ha permitido ser de todos, estar con todos, servir a todos…pero, sobre todo, ayudar a descubrir a cada persona que Dios te quiere como eres. Que no le importa nidónde ni cómo estés.
¿Has hecho algún exorcismo?
Ni he hecho ni he visto hacer ninguno…sólo en las películas. Cuando uno bucea por el corazón de las personas descubre, con frecuencia, el vacío, la soledad, el sinsentido de su vida, las heridas o desgarros que la vida les depara. Lo más apasionante, hermoso y
delicado de mi sacerdocio ha sido poder cargar con las «miserias» ajenas y propiciar que cada uno se encuentre con Aquel que puede sanar el corazón herido y devolverle la dignidad perdida. ¡Dios no hace basura…! Lo tengo bien comprobado.
¿Te has sentido alguna vez solo?
Realmente he sido un afortunado. Siempre me he sentido «sostenido» por tantas personas que Dios ha puesto en mi camino como verdaderos «ángeles de la guarda».
Hay veces que soy yo quien busca el silencio interior para poderescuchar «otra voz» que siempre te susurra al oído lo mucho que te quiere, que confía y espera de ti. Este silencio, paradójicamente, suele ser muy sonoro y fecundo.
¿Qué te animó a seguir a Jesucristo?
Yo nací en el seno de una familia sencilla pero creyente. Cómo agradezco a mis padres el don de la vida pero, sobre todo, el regalo de la fe. Conocer, amar y seguir a Jesucristo fue algo que interioricé poco a poco en mi casa, en la parroquia y en el seminario. Me di cuenta que la fe no te priva de las dificultades ni de las contradicciones que la vida te depara pero te ofrece un modo nuevo de mirarlas. Es como utilizar las «gafas de Dios», mirar las cosas, los acontecimientos y a las
personas como las mira Dios, sentir cómo te quiere, cómo te comprende, cómo te perdona y cómo se vuelve a fiar de ti, cómo te ayuda a descubrir que el verdadero secreto para ser feliz es salir de ti mismo, tender la mano al otro, servir a los más desheredados.
Si su vida estuviera escrita en un libro, ¿leería el final?
Es por donde comenzaría. De hecho ya lo he hecho. Y he descubierto
que estoy llamado a la inmortalidad, a gozar eternamente de la felicidad y a vivir en la LUZ de AQUEL que me creó. El hombre, en todo tiempo y lugar, ha tratado de «matar a Dios» pero lo que ignora es que jamás podrá «silenciar su voz», la voz que emerge del corazón de cada de uno sus hijos.
¿Has sentido que Dios te ha dado la espalda en algún momento?
Dificultades, nunca me han faltado. Sin embargo, nunca las he vivido como castigo de Dios: la enfermedad de mi hermana a los catorce meses; las cuarenta operaciones a las que tuvo que someterse; mi malformación del paladar y la intervención quirúrgica a los siete años que casi me cuesta la vida; el tener que sacar media de notable para poder conseguir la beca escolar si quería estudiar en el seminario; los diferentes destinos pastorales; la muerte de mi hermana o de mis padres…sino como una oportunidad o desafío. Hoy comienzo a ser más consciente de esta paradoja divina, que se puede «perder» y sin embargo «ganar».
¿Qué se siente al ser obispo?
La certeza de que «Dios es aragonés», siempre se sale con la suya. Jamás pensé que podría llegar a serlo. Era muy feliz como «curilla». Lo que me emocionaba era ser
sacerdote y nada más que sacerdote…¡ojalá, santo!, tratando de devolver la vida, la alegría y la esperanza a cuantos el Señor ponía en mi camino. En este momento me siento conmovido, por la acogida y el cariño que unos y otros me habéis ofrecido. Ojalá sepa corresponder con idéntica medida. Me gustaría seguir siendo el mismo, que
trata de amar y servir a todos, especialmente a los más desvalidos.
Ayudadme, por favor, a «peinar» la Diócesis repartiendo ternura y cariño a nuestros ancianos y enfermos, a nuestros niños y jóvenes, a nuestras familias…que más lo necesiten.
¿Por qué vino a Fraga a ver a los profesores del colegio de Santa Ana y a nosotros nos haces venir aquí?
En Fraga he estado ya varias veces. Voy siempre que me invitan y tengo hueco en mi agenda. La razón por la que os invité a Roda de Isábena ha sido intencionada: quería mostraros los orígenes de nuestra Diócesis, volver a la raíz, a Jesucristo. Fue el lugar
donde comenzó la Diócesis y se construyó nuestra primera catedral.
¿Por qué debo sentirme parte de una Iglesia que no acepta a los homosexuales de la misma manera que a los demás?
Sencillamente porque es tu madre. Y aunque en ocasiones pudiera tener «acepción de personas», no te eximiría que la dejases de querer y corregir con respeto y cariño, siempre desde dentro. Mi madre también tuvo arrugas y no por ello dejé de quererla. La Iglesia, como madre, siempre respeta a la persona aunque en ocasiones repruebe lo que haces. El amor o es gratuito, como el de Jesucristo, o es «sucedáneo».