Los intereclesiales son eventos donde todo mundo tiene voz y vez. El segundo día la gente pudo expresar sus inquietudes en lo que se conoce como “fila del Pueblo”.
(Luis Miguel Modino, enviado especial al Intereclesial).- Las fuerzas humanas se van gastando, pero la fe, el espíritu de alegría, nos van ayudando a continuar animados, disfrutando de este momento único, que difícilmente se olvidará con el paso del tiempo.
Se respira espiritualidad, Evangelio, se siente la presencia de Dios, en la liturgia, en los cantos, en las reflexiones de los asesores y de la gente común, sencilla, a veces analfabeta, pero verdaderamente sabios si los contemplamos con los criterios bíblicos que nos dicen que ser sabio es una cosa diferente de aquello que el mundo quiere colocarnos en nuestra cabeza. Todo esto nos habla de la vida de la gente y hacen actual el mensaje del Nazareno.
A veces nos creemos superiores a los otros, también a la hora de relacionarnos con Dios. Quien condujo la oración de hoy fueron los pueblos indígenas, que nos dejaron como mensaje central la necesidad de valorar al Padre (Dios) y a la Madre (Tierra). Ellos nos enseñan a rezar de una forma diferente y a sentir la presencia de Dios en la Creación, que debe ser respetada para no alejarnos de Él y de los hermanos.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: