Los niños que no trabajan, tienen que ayudar a llevar agua adonde viven. Se ponen en fila, horas y horas, bajo temperaturas que llegan a 36 grados, para llenar algún bidón de 10, 15 ó 20 litros de agua. Ése es su trabajo: llevar agua a las casas
(Jesús Bastante).- El hermano marista Georges Sabé vive en el avispero de Alepo, junto con miles de personas. Sin agua ni electricidad, martirizados a diario con los bombardeos de uno y otro signo, porque las bombas no entienden de religión cuando caen a escasos metros de una escuela, una iglesia o un barrio de viviendas. En esta entrevista con RD, Sabé denuncia que la de Siria «es una guerra que quiere imponer una ley coránica interpretada según una ideología fanática», pero también «es una guerra de petróleo y de gas», de la que Occidente también tiene buena parte de culpa.
– ¿Cuál es la situación real, hoy, en Alepo?
La ciudad de Alepo está viviendo el «Ramadán» = mes de ayuno que procede a la fiesta «Al fitr». En este mes, la vida económica y social cambia. En principio para desayunar, las familias se invitan y el desayuno es un tiempo de celebración.
Hoy día, la situación ha cambiado… Las bombas y los morteros que caen a menudo hacen que la gente tenga miedo. Prefieren quedarse en casa, no salir.
Desde que se anunció una cierta tregua, la situación no ha cambiado… Ataques, bombardeos, muertos, destrucción, miedo, huida… todo ese escenario forma parte de la vida cotidiana de una ciudad dividida en dos partes y a la que le faltan agua y electricidad. La infraestructura de la ciudad sigue destruida.
-¿Cómo viven los niños de Alepo hoy? ¿Tienen escuela, agua, alimentos?
Estamos en tiempos de vacaciones escolares, Muchos niños están en la calle o trabajando. No es una vergüenza hablar del trabajo de los niños. Es normal. Tienen que aportar algo a la familia. Como la mayoría de las familias son numerosas… Es normal que cualquier aportación económica sea bienvenida, aunque también está la situación dramática de esos niños en su trabajo.
Los niños que no trabajan, tienen que ayudar a llevar agua adonde viven. Se ponen en fila, horas y horas, bajo temperaturas que llegan a 36 grados, para llenar algún bidón de 10, 15 ó 20 litros de agua. Para algunos ése es su trabajo: llevar agua a las casas.
Hay un esfuerzo enorme para integrar a los niños en lo que queda como edificios escolares. Ciertas clases llegan a 70 niños. A pesar de todo eso, hay niños que no van a clase por muchas razones, humanas, sociales, o dificultades de desplazamiento continuo…
-¿Cuál es su día a día?
El día a día de los que nos quedamos en la ciudad de Alepo se puede resumir en situaciones de inquietud, de temor, de lucha por sobrevivir, de renuncia, de abandono al destino, de búsqueda intensa para escapar de la muerte, huir, salir de la situación dramática… La psicología de los adultos, como la de los niños, está a niveles muy bajos: se necesita un apoyo psicológico importante… Hay una situación nueva de desestructuración de las familias: los refugiados que se han ido a Europa han dejado detrás de ellos a familias que esperan, un día, un reagrupamiento familiar… Los jóvenes han dejado el país, la tensión económica hace que muchas familias se quebranten… Son realidades nuevas… Cuando se habla de una familia se puede hablar de una pareja de ancianos, a veces muy mayores… Se habla de localidades donde hay un hombre para 12 mujeres.
– ¿Por qué, cinco años después, nadie ha sido capaz de parar esta guerra?
La guerra en Siria es una realidad de actores mundiales. No es una guerra de sirios entre sí. Es la guerra de miles de extranjeros presentes en Siria en nombre de ideologías fanáticas importadas e impuestas al pueblo sirio. La guerra no es una guerra de «primavera árabe» queriendo establecer la democracia y las libertades. Es una guerra que quiere imponer una ley coránica interpretada según una ideología fanática. Es una guerra de petróleo y de gas. No hay lo que se llama la oposición moderada. Existen elementos armados controlados desde fuera del país reagrupados por falanges….La guerra en Siria esta tomando un rostro político religioso dentro del Islam… Es una lucha de grandes potencias… La guerra en Siria sirve al estado de Israel…
Como sirios pagamos caro la situación de guerra en nuestro país. Éramos un pueblo que convivía con los otros ciudadanos de diferentes confesiones: Musulmanes (chiitas, sunitas) cristianos y otras identidades y culturas milenarias.
– Occidente, ¿está entendiendo el sufrimiento de la población? ¿Qué le parece la política migratoria y de refugiados de la UE?
Con mucha lástima he de decir que la UE no ha entendido nada a la situación en Siria. Tenemos muchas preguntas: ¿Por qué se pide una democracia en Siria mientras que en ningún país del golfo árabe existe esa democracia? ¿Por qué permitirse la injerencia en los asuntos interiores de un país reconocido por el mundo entero? ¿Quién ha nombrado a la UE o EEUU. policías del mundo en la defensa de los derechos humanos de los sirios? ¿Por qué se habla de oposición moderada cuando hay elementos armados por los países de la UE?
Son esos países quienes han creado «la primavera Árabe»… Personas como Bernard Henri Levi, el sionista por excelencia que quiso cambiar el rostro del mundo árabe: Túnez, Libia, Egipto,… Irak, Siria… Yemen…
Y la política emigratoria… Se puede hablar de política de defensa de los derechos humanos o bien de «mercancía» que se puede comprar… vender (por ejemplo, el último acuerdo entre la UE u Turquía). Es una vergüenza… Todo lo que está pasando…
– ¿Cómo viven el acoso del Estado Islámico como cristianos? ¿Es esta una guerra de buenos y malos?
Hablar de la presencia cristiana, es hablar de un reducido número de cristianos que por muchas razones no han podido dejar al país… Son los más pobres… los más marginados… Son los que pagan su presencia en las partes del país bajo la autoridad del gobierno con cohetes bombas, morteros, bombas y tantos artefactos…
– El Papa Francisco es, probablemente, el líder mundial que más alto está hablando en contra de la guerra. ¿Qué opina de su misión?
Sabemos muy bien todo el esfuerzo que está haciendo el Papa para la paz en Siria. Gracias a su eficacia (espiritual y diplomática) nos está ofreciendo un rostro de la misericordia de Dios.
– ¿Cuál es la función que realizan los maristas en Alepo? En más de una ocasión se les ha pedido que abandonen la ciudad. ¿Por qué no lo han hecho?
La presencia marista en Alepo quiere aportar una cierta esperanza a las familias, más de un millar, a las que apoyamos en muchos programas: alimentos, leche, higiene, salud, heridos civiles de la guerra, alquiler, ropa, distribución de comida caliente… y programas de educación y desarrollo: (maternal, grupos de jóvenes, formación continua…).
Somos más de 70 voluntarios, un equipo de seglares y hermanos animamos el proyecto «Maristas Azules» al servicio de esas familias desplazadas. Cada una de esas familias es una historia sagrada, una historia de dolor, de sufrimiento, de abandono, y también una historia de agradecimiento, de encuentro de culturas, de encuentros de fe y de esperanza.