Se trata de una charla homófoba organizada por el Arzobispado que contraviene la ley. No queremos dejar pasar ni una
Catorce obispos anglicanos retirados criticaron la actitud de la Iglesia Anglicana hacia los homosexuales, denunciando que la institución no está escuchando las voces de ese sector de la población.
Los obispos reaccionaron así al más reciente informe del sínodo general de la Iglesia de Inglaterra, en que se llama a «un nuevo tono y una nueva cultura de respaldo y acogida» a los gays y lesbianas, pero se descarta aceptar el matrimonio entre homosexuales.
En una carta abierta los otrora obispos de Oxford, Leicester y Newcastle, entre otros, afirman que «si bien el pesar de la comunidad LGBT es mencionado en vuestro documento, no escuchamos su voz auténtica«.
Uno de los firmantes, Peter Selby, ex obispo de Worcester, declaró el domingo que algunos anglicanos se sienten decepcionados por la falta de apoyo.
«La gente que era homosexual o lesbiana que participó en estas conversaciones», afirmó el prelado -refiriéndose a estas nuevas consultas de la Iglesia anglicana en cuanto a la temática de la sexualidad humana- «había tenido varias experiencias difíciles en sus vidas debido a su sexualidad. Participaron en las conversaciones sabiendo que tenían que revelarse en circunstancias por las que podría tener que pagar un precio en términos de sus vidas o trabajos».
«Sienten que lo que se ha publicado en cierto sentido les traiciona. Hay muchas ideas en este informe respecto a lo que ellos querrían pero que no creo que sean acertadas», expresó Selby.
El tema del matrimonio homosexual ha dividido a la Iglesia Anglicana, que cuenta con unos 85 millones de creyentes. El nuevo informe sobre la sexualidad humana se discutirá este miércoles en el sínodo general, en una sesión que, según un portavoz, «será una oportunidad para todos para expresar sus opiniones».
Interrumpen la charla del católico homosexual Philippe Ariño que propugna la castidad
Un grupo de activistas homosexuales han interrumpido este domingo al grito de «homófobo» la charla que el católico homosexual francés Philippe Ariño ha pronunciado en Barcelona ante un público entusiasta de unos 200 jóvenes católicos, mientras en la calle un centenar de personas protestaba por la conferencia.
A pesar del despliegue policial, que ha impedido a los manifestantes acercarse al claustro de la céntrica iglesia de Santa Anna, donde se ha celebrado el acto, cinco de ellos han conseguido entrar, apenas diez minutos después del inicio de la charla, y han desplegado pancartas y proferido gritos contra Ariño, que propugna la castidad entre los homosexuales.
Tras cinco minutos de protesta y algún rifirrafe con algunos de los asistentes, que ha golpeado la pancarta que portaban los activistas, éstos han sido expulsados de la sala y la conferencia ha continuado sin más incidentes.
Organizada por la Delegación Pastoral de Juventud del Arzobispado de Barcelona, la charla ha levantado una gran polémica esta semana y ha provocado las denuncias del Observatorio Contra la Homofobia (OCH) y de la Dirección General de Igualdad de la Generalitat, que anunciaron que enviarían observadores al acto de esta tarde para determinar si se vulneraba la ley 11/2014 contra la homofobia.
El Parlamento aprobó esta semana un texto -con el apoyo de todos los grupos salvo el PPC y algunos diputados de Junts pel Sí (JxSí)- a favor del colectivo homosexual, y el Ayuntamiento de Barcelona solicitó al Arzobispado que suspendiera la conferencia y al Govern que aplicase las sanciones previstas si se incumplía la ley.
Un público joven -tenían prioridad para acceder a la conferencia los menores de 35 años debido al aforo de la sala, de 200 personas- ha seguido entusiasmado las tesis de Ariño quien, después de vivir en pareja homosexual, propugna ahora la castidad del colectivo.
Philippe Ariño, de 36 años y autor del libro «La homosexualidad en verdad», ha confesado sentirse sorprendido por el «jaleo» causado por su conferencia, se ha definido como «homosexual, de izquierdas, feminista y afeminado» y ha explicado que su opción por la castidad «es una decisión y un combate personal».
Mientras, en la calle, el portavoz de Crida LGBTI, Jordi Barbero, ha asegurado que la iglesia es «una institución arcaica» que busca «limitar la práctica de la sexualidad que no vaya orientada a la procreación», y ha asegurado que su grupo está dispuesto a denunciar siempre «los ataques homófobos».
Por su parte, el representante del colectivo LGTBI en el PSC, Arnau Ramírez, ha justificado su presencia en la protesta por la necesidad de denunciar «cualquier vulneración de la ley» y cualquier voluntad de «estigmatizar al colectivo de homosexuales».
«Se trata de una charla homófoba organizada por el Arzobispado que contraviene la ley. No queremos dejar pasar ni una», ha aseverado, tras lamentar que la sociedad avance mucho más rápido que la Iglesia.
El pasado viernes, el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, envió una carta a la Comisión de Igualdad del Parlament en la que aseguraba que la Iglesia respeta a todas las personas, aunque no esté de acuerdo con todas las propuestas éticas o sociales, y que está «abierta al diálogo y a la comprensión.
(RD/Agencias)