La violencia, presuntamente cometida en nombre de Dios, no sólo es un callejón sin salida, sino también un insulto al Creador
(José M. Vidal).- Líderes religiosos europeos arropan con su solidaridad el llanto de Barcelona tras los atentados. Desde los obispos europeos, al Patriarca Kirill de la Iglesia ortodoxa rusa, pasando por los protestantes. Todos unánimes en la condena del terrorismo y en la invitación a la búsqueda de la paz a través del diálogo.
El presidente de la Comece (organismo que aglutina a los episcopados europeos), el cardenal Rainhard Marx, quiso dejar clara su solidaridad con las víctimas, «personas que tenán familia y amigos, con los que han reído y tenían planes de futuro juntos, personas con sueñs y miradas distintas ante la vida».
Tras subrayar «la brutalidad de estos ataques del autodenominado Estados Islámico», el purpurado alemán asegura que «es intolerable que los terroristas maten a ‘infieles’ en nombre de la religión».
El cardenal invita a la «cohesión social» y pide a los cristianos que busquen «la manera de contrarrestar estas ideologías destructivas desde la defensa de la dignidad humana y la solidaridad».
En la misma línea se pronunció el presidente de la Conferencia episcopal francesa, Georges Pontier: «En un mundo desgarrado, confiamos que el mal no tendrá la última palabra. La violencia, presuntamente cometida en nombre de Dios, no sólo es un callejón sin salida, sino también un insulto al Creador».
El Patriarca Kirill, líder de la Iglesia ortodoxa rusa, envió una carta al Rey de España, Felipe VI, en la que, entre otras cosas dice: «Me entristezco con todo el pueblo de España, con los familiares y amigos de los muertos y heridos. Mi corazón se entristeció cuando me enteré del ataque. Estoy elevando mis oraciones al Señor Misericordioso para que Él conceda fortaleza y consuelo a las familias de las víctimas y la pronta recuperación de los heridos»
El presidente de la Conferencia Europea de Iglesias, organismo que reúne a diversas iglesias europeas cristianas (entre ellas, muchas iglesias protestantes), Christopher Hill, conde lo sucedido y lamenta que «una vez más, Europa está unida, para compartor los sufrimientos de las víctimas inocentes de la tragedia barcelonesa».
El cardenal y arzobispo de Milán, Angelo Scola, dice en su cuenta de Twitter: «Derrotaremos al terrorismo, si nuestra respuesta parte de las raíces vitales de la educación, de la cultura y de la fe. Aquí radica nuestra esperanza».
Cardenal O’Malley, arzobispo de Boston: «Nuestras oraciones son por las víctimas y sus familias afectadas por el ataque en Barcelona-Que nuestro Señor provea a todos fortaleza y fe».
El cardenal-arzobispo de París, Vingt-Trois por su parte, dice, en un comunicado dirigido al cardenal Omella: «Tras el horrible atentado de Barcelona, les aseguro mi oración por las víctimas y por la comunidad católica de Barcelona, por los catalanes y por toda España. Desgraciadamente, sé bien cómo estas muertes pueden traumatizar a toda la población. También sé que la presencia de la Iglesia puede ayudar a todo el mundo a afrontar esta prueba».
El cardenal Bassetti, presidente de la conferencia episcopal italiana. «Estoy profundamente entristecido ante este drama. Me gusta hacer mías las palabras del Santo Padre: inmenso dolor y cercanía a todas las víctimas, especialmente a las italianas, y a los heridos, cercanía a las familias que han sido golpeadas y solidaridad con España, porque éstos son dramas que golpean el corazón de una nación, pero también el corazón de un continente y de todo el mundo».
Por su parte, el secretario general del episcopado italiano, Nunzio Galantino, dice: «Me dan miedo las identidades que se forman, se refuerzan y, después, desembocan en violencia…Es bello, importante y decisivo tener una identidad y valores por los que gastarse y jugarse la vida…Pero si esa identidad nos impide ver al otro, comprender que tiene derecho a vivir, ya sea islámica, católica o cristiana, no tiene sentido».