En los últimos tres años, la Santa Sede ha recibido 1.800 denuncias de abusos por parte de clérigos
El Papa Francisco ha solicitado a la Congregación de la Doctrina de la Fe «actuar con determinación ante los casos de abusos sexuales, promoviendo sobre todo las medidas de protección de los menores, la ayuda a los que en pasado han sufrido tales violencias y los procedimientos debidos contra los culpables«.
Asimismo, Francisco ha solicitado «el compromiso de las Conferencias episcopales en la formulación y actuación de las directivas necesarias en este campo tan importante para el testimonio de la Iglesia y su credibilidad».
Tolerancia cero
Así lo ha indicado durante la audiencia este viernes por la mañana al prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, en la que han sido tratados diferentes asuntos que competen a este dicasterio, pero ha tratado en particular este asunto, «continuando con la línea marcada de Benedicto XVI».
Además, el Pontífice ha asegurado de modo particular «su atención y oración por los sufrimientos de las víctimas de abusos sexuales«.
Se trata de la primera vez que el Papa se expresa públicamente y de manera directa sobre los abusos cometidos durante décadas contra decenas de miles de niños.
1.800 denuncias en el Vaticano
El pasado 5 de febrero, la Congregación para la Doctrina de la Fe informó de que en los últimos tres años habían llegado al Vaticano 1.800 denuncias de casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos la mayoría ocurridos entre 1965 y 1985.
El mayor número de denuncias se produjo en el año 2004, cuando llegaron 800 al dicasterio vaticano, encargado de este tipo de delitos, que envió en 2011 a todas las Conferencias Episcopales una guía para afrontar, de manera «coordinada y eficaz», los casos de curas pederastas.
En 2010, por orden de Benedicto XVI, se actualizó el documento vaticano «De Delicta Graviora» de 2001 sobre los delitos más graves contra la moral y los sacramentos, dentro de la línea de «tolerancia cero» contra los abusos que mantuvo el anterior papa, quien hizo efectiva su renuncia al Pontificado el pasado 28 de febrero.
Con esa actualización, se dio una vuelta de tuerca en la lucha contra los curas pederastas, aprobando normas entre las que destaca la ampliación de 10 a 20 años del tiempo para denunciar los abusos y la introducción del delito de adquisición, posesión y difusión de pornografía infantil.
(Rd/Agencias)