La reforma tiene una doble vertiente, teológica y jurídica, ya que muchos de sus supuestos atañen también al derecho canónico y a la jurisdicción eclesiástica, así como a las relaciones con otros episcopados
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Los 165 cardenales que asistieron hoy al consistorio convocado por el papa Francisco pudieron por primera vez conocer las propuestas de la comisión conocida como «C9» para la reforma de la Curia y entre las que se encuentra la creación de un área dedicada al medioambiente.
El Colegio cardenalicio, reunido con ocasión del consistorio para la creación de nuevos cardenales de este sábado, escuchó hoy la síntesis preparada por el secretario del «C9», el obispo de Albano, Marcello Semeraro, con las primeras propuestas para la nueva Constitución que regulará el Gobierno del Vaticano en sustitución de la actual, la Pastor Bonus de 1988.
Como explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, los cardenales fueron informados de la única hipótesis que hasta ahora parece tomar forma en la construcción de esta nueva Constitución y que es la de englobar algunos de los Consejos Pontificios que existen en la actualidad en el Gobierno de la Iglesia católica en sólo dos: «Laicos, Familia y Vida» y «Caridad, Justicia y Paz».
Pero además, la novedad que hasta ahora se desconocía es la de integrar también un área dedicada «al medioambiente y a la salvaguarda del creado«, un «ministerio» del que actualmente no se ocupaba el Vaticano y que es un tema recurrente en las preocupaciones del pontífice.
Aún no se ha afrontado, explicó Lombardi, qué ocurrirá con las otras Congregaciones vinculadas a la de Educación, Cultura y el resto de organismos que se ocupan del patrimonio artístico, histórico y la ciencia.
Los 165 cardenales presentes, de los 227 que forman el Colegio cardenalicio, también tomaron hoy la palabra para expresarse tras conocer las líneas maestras de esta nueva Constitución.
Según Lombardi, los cardenales que hablaron, una docena, matizaron algunos detalles y realizaron sugerencias, pero en general no expresaron ninguna contrariedad a estas primeras propuestas.
De esta primera sesión, que continuara hoy por la tarde y mañana, surgió que la realización de la nueva Constitución está en sus albores y que se necesitará aún bastante tiempo para que pueda ser aprobada.
El consistorio de hoy y mañana, recordó Lombardi, también servirá para que los cardenales puedan escuchar al cardenal George Pell, jefe de la Secretaria de Economía del Vaticano, sobre las actividades de este nuevo «ministerio», la única reforma actualmente completada durante el pontificado de Francisco.
También está previsto que exponga su trabajo el cardenal Patrick O’Malley, a cargo de la Comisión Pontificia para la tutela de menores, tras su primera reunión la semana pasada.
Éste es el resumen del briefing de Lombardi, según el Vatican Information Service (VIS):
165 purpurados han participado esta mañana en la primera sesión del Consistorio Extraordinario con el Santo Padre. 25 no han podido estar presentes por enfermedad o graves problemas, según informó tras el cierre de la sesión matutina el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi S.I.
El cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga explicó a los purpurados que la reunión del Consejo de Cardenales (el llamado C9) que concluyó ayer y del que es coordinador, se centró sobre todo en la reforma de la Curia, pero no se trató exclusivamente de esa materia, ya que se analizaron otras cuestiones como el reglamento del Sínodo, el trabajo de la Comisión para la Protección de los Menores o la relación con los organismos económicos de la Santa Sede, (COSEA y IOR).
Por su parte, el obispo Marcello Semeraro, Secretario del C9, presentó las lineas principales para la reforma de la Curia Ramana, a la luz de la reunión de los jefes de los dicasterios que tuvo lugar en noviembre de 2014. Los temas a tratar son la función de la Curia, su relación con otros organismos -por ejemplo las conferencias episcopales- así como los criterios de racionalización y simplificación que deben imperar en su tarea, la Secretaría de Estado, la coordinación de los dicasterios de la Curia, la relación entre religiosos y laicos y los procedimientos que deben regir la preparación de la nueva constitución sobre ese organismo.
Se habló también de la institución de dos congregaciones. La primera abarcaría a los organismos que hasta ahora se ocupaban de los laicos, la familia y la vida. La segunda a los que tratan de materias ligadas a la caridad, a la justicia y a la paz. Una y otra se pueden valer de la colaboración de los Pontificios Consejos y de las Academias dedicadas a esas temáticas.
A lo largo de la mañana han intervenido doce prelados, sobre todo, observó el Padre Lombardi, cardenales que conocen bien el funcionamiento de la Curia, aunque han tomado también la palabra otros llegados de realidades muy diversas. Se ha observado que la reforma tiene una doble vertiente, teológica y jurídica, ya que muchos de sus supuestos atañen también al derecho canónico y a la jurisdicción eclesiástica, así como a las relaciones con otros episcopados. También se ha hecho presente que no sólo el Papa cuenta con la asesoría de la Curia, sino con la del Colegio Cardenalicio y con la del Sínodo de los Obispos. Asimismo se ha hablado, en este ámbito, de sinodalidad y colegialidad, con una preferencia de la segunda denominación sobre la primera.
No se ha pasado por alto la cuestión de la formación permanente del personal que trabaja en la Curia así como de la posibilidad de rotación en las tareas para contrarrestar la rutina. En este sector ha habido opiniones favorables y contrarias ya que diversos prelados sostenían que algunos campos requerían una especialización notable y el cambio era desaconsejable.