El Papa critica el insulto y el desprecio, "una forma de acabar con la dignidad de la persona"

«No amar es el primer paso para matar; y no matar, el primero para amar»

¿Somos los guardianes de nuestros hermanos? ¡Sí, lo somos! ¡Somos custodios los unos de los otros!"

"No amar es el primer paso para matar; y no matar, el primero para amar"
El Papa critica el insulto y el desprecio, "una forma de acabar con la dignidad de la persona" Osservatore Romano

Si matar significa destruir, suprimir, eliminar a alguien, entonces no matar significará curar, valorar, incluir. Y perdonar"

(Jesús Bastante).- «No amar es el primer paso para matar; y no matar, el primero para amar«. El Papa Francisco volvió a abordar el tema de la dignidad de toda vida, y del respeto a los demás, durante una multitudinaria audiencia en la plaza de San Pedro. Andaba Bergoglio resfriado, pero ello no impidió que clamara por la reconciliación «con aquellos que tengamos problemas», y que recordara que, lamentablemente, «estamos habituados a insultar, como a respirar«.

«Jesús nos dice que el insulto hace mal, mata, desprecia. Esto es una forma de acabar con la dignidad de la persona», criticó Bergoglio, quien pidió a los asistentes: «No insulteis a ninguno. Sería un buen propósito. Jesús dice que si tú desprecias, si tú insultas, si tú odias… esto es homicidio».

«Pensemos en la importancia del insulto, del desprecio, del odio… Jesús lo coloca en la misma línea del homicidio», señaló el Papa, quien repitió que «nadie puede despreciar la vida de los demás o la suya propia». «El insulto y el desprecio también pueden matar«.

 

 

Y es que «no amar es el primer paso para matar». Por eso, «Jesús nos invita a interrumpir la ofrenda del sacrificio en el templo si recordamos que un hermano está ofendido contra nosotros», para buscarlo y reconciliarnos con él. «Ofender la inocencia de un niño es suficiente como una oración inapropiada. Un gesto de frialdad es suficiente para lastimar a una mujer. Romper el corazón de una persona joven es suficiente para negarle la confianza. Para aniquilar a un hombre, simplemente ignóralo. La indiferencia mata».

Francisco puso el ejemplo de Caín, cuando el Señor le pregunta dónde está Abel. «Soy el guardián d emi hermano?», respondió el primer asesino de la historia. Ante esto, el Papa clamó: «¿Somos los guardianes de nuestros hermanos? ¡Sí, lo somos! ¡Somos custodios los unos de los otros!».

 

 

«No podemos prescindir del amor que perdona, que recibe incluso a quienes nos han hecho daño», insistió el Papa, que añadió que «ninguno de nosotros puede sobrevivir sin piedad, todos necesitamos el perdón«.

Entonces, «si matar significa destruir, suprimir, eliminar a alguien, entonces no matar significará curar, valorar, incluir. Y perdonar», porque «nadie puede engañarse a sí mismo pensando: «Estoy bien porque no hago nada malo»».

«‘No matar’ es un llamada al amor y la misericordia, es una llamada a vivir de acuerdo con el Señor Jesús, quien dio su vida por nosotros y se levantó por nosotros», subrayó Francisco, quien concluyó sus palabras subrayando que «la palabra ‘No matar’ es el recurso más importante y esencial. ‘No matar’ significa una llamada al amor».

En su saludo en polaco, Francisco recordó que ayer se cumplieron 40 años de la elección de Juan Pablo II. «Un aplauso para San Juan Pablo II», pidió. «‘No tengamos miedo’, nos dijo. Que ese llamamiento nos anime a seguir fielmente a Cristo y a verle en todo hombre especialmente a los más pobres», señaló el Papa.

 

 

Saludo en castellano:

 

Continuamos hoy la catequesis sobre el quinto mandamiento del decálogo: «No matarás». Hemos visto cómo a los ojos de Dios toda vida es valiosa, sagrada e inviolable, porque somos su imagen y objeto de su amor infinito.

En el Evangelio que hemos oído, Jesús revela un sentido aún más profundo de este
mandamiento: la ira, el insulto y el desprecio contra los demás son también una forma de homicidio. Por eso, indica que si al presentar nuestra ofrenda nos recordamos de haber ofendido a alguien, debemos ir antes a reconciliarnos con esa persona.

¿Qué quiere decirnos Jesús con esto? Que lo importante es el respeto a toda la persona, no sólo a su dimensión física sino también a la espiritual, porque la indiferencia también mata. No amar es el primer paso para matar; y no matar, el primero para amar.

La vida humana tiene necesidad de amor auténtico, un amor como el de Jesucristo, lleno de misericordia, que perdona y acoge sin condiciones. No podemos sobrevivir sin misericordia, todos tenemos necesidad del perdón. Por eso, si matar significa destruir, suprimir o eliminar a alguien, no matar es, en cambio, cuidar, valorizar, incluir y perdonar a los demás.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Que el Señor Jesús, Autor de la vida, nos conceda comprender que el mandamiento «no matarás» es, ante todo, una llamada al amor y a la misericordia, una invitación a vivir como Él, que por nosotros murió y resucitó. Santa María, Madre de la Misericordia, nos ampare e interceda por nosotros. Muchas gracias.

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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