Eto'o: "Cuando estoy un poco decaído, me montó en uno de mis coches y me sube la moral"
Cuando los mortales de a pie escuchamos de boca de un futbolista que no se siente valorado, que está triste, un poco depresivo o que tiene saudade de su tierra, dan ganas de cogerlo de la pechera y sentarlo en una oficina 10 horas al día, aguantando a jefes, clientes, llamadas de teléfonos que sacan de quicio y la dichosa corbata.
Y por 1.500 o 1.600 euros al mes, que es lo que se gasta cualquier jugador de elite en una comida con amigos regada con un Gran Reserva.
Los psicólogos dicen que tener millones de euros en la cuenta corriente con poco más de 20 años puede volver loco a cualquiera y engordar el ego hasta convertir a los protagonistas en personas insoportables, engreídas o engoladas.
Y más cuando se procede de familias humildes y, de golpe y porrazo, uno se ve en un pedestal, sin pagar en los restaurantes, objeto de deseo de las mejores modelos y al volante de deportivos de 300.000 euros.
Desde siempre, los grandes cracks del fútbol, con honrosas excepciones, han sido un poco especiales, cuenta La Gaceta. Su principal defecto posiblemente sea la vanidad, el creerse únicos y tocados por la mano de Dios, seres superiores a los que no se puede rechistar. No hay capricho que se les resista porque saben que tienen todo a su alcance.
El Madrid galáctico
Un ejemplo muy claro de hasta dónde pueden verse afectados los egos de los futbolistas se vivió en el famoso Madrid galáctico. Fueron los caprichos de sus estrellas consentidos por el propio Florentino Pérez los que acabaron con aquel irrepetible equipo de los Ronaldo, Figo, Zidane, Beckham, Roberto Carlos, Raúl y compañía.
Durante su primer mandato (2000-2006), el presidente blanco les permitió todo, como reconoció en el mes de febrero de 2006, cuando en la rueda de prensa en la que anunciaba su sorprendente dimisión reconoció con una humildad que le honra que era «incapaz de controlar la situación», que él mismo, a golpe de talonario, había creado.
El equipo estaba lleno de divos, de estrellas que superaban el ámbito plenamente deportivo, de jugadores que volaban un día sí y otro también a cualquier lugar del mundo para rodar spots publicitarios, de figuras incuestionables que en ocasiones rendían mucho menos de lo esperado por tener su mente más preocupada en cosas ajenas al balón.
Cuando volvió Florentino, en el verano de 2009, fue muy claro:
«He aprendido del pasado y hay cosas que no se van a volver a repetir. Vendrá gente plenamente comprometida con el equipo».
Los dos mejores jugadores del mundo en la actualidad, Messi y Cristiano Ronaldo, a pesar de la imagen pública que tienen tan distinta, en el fondo son muy similares. El argentino ofrece un aspecto más humilde, cercano y accesible que el astro portugués, que parece un endiosado ególatra, pero son mucho más parecidos de lo que semeja.
Messi hace y deshace
Ambos tienen tanto poder en sus respectivos equipos que, a pesar de que hay compañeros que no les soportan, tragan lo que no está escrito por su incuestionable calidad, su liderazgo y porque siempre marcan las diferencias.
Messi hace y deshace a su antojo en Can Barça. El propio Pep Guardiola lo dejó bien claro:
«Messi es único e irrepetible. Hay que esperar que no se aburra, esperar que el club le pueda dar los jugadores para que él se pueda seguir sintiendo cómodo porque, cuando es así, él no falla. Cuando no juega bien es porque algo de su entorno no funciona, se debe intentar que mantenga la calma de su vida personal y esperar que el club sea lo suficientemente inteligente para fichar a los jugadores adecuados para rodearle».
Nunca se ha visto una pleitesía tal por parte de un entrenador ante un jugador de fútbol. Estas declaraciones ponían a una institución como el F.C. Barcelona al servicio de Leonel Messi. Y este, claro está, lo aprovecha.
Messi, desde que es el number one, siempre ha tenido privilegios con respecto a sus compañeros de plantilla. Cuando llegan las vacaciones navideñas, normalmente y casi como norma no escrita, se incorpora más tarde que el resto de jugadores; cuando se enfada por algún motivo o es suplente en algún partido intrascendente, es capaz de no dejarse ver en un par de días por los entrenamientos y luego aparecer cariacontecido, malhumorado y sin hablar con sus compañeros.
Messi quiere jugarlo todo, batir todos los récords, meter cuantos más goles mejor y romper registros. Si le sientan, aunque sea en un partido de Copa contra un Segunda B, sus cifras no engordan, y eso a Messi no le gusta.
Privilegios
Uno de los últimos caprichos del crack argentino ha sido lograr una cláusula con la firma que le proporciona sus botas para que ningún otro futbolista del mundo use el mismo modelo que él. Messi es la imagen de Adidas para el fútbol y le ha exigido esta premisa para usar su calzado. Y como a Cristiano, también le gustan los coches de lujo, ya que desde hace unos meses se mueve por Barcelona con un Maserati Gran Turismo S MC Sport Line Limited Edition.
El gran rival deportivo de Leo es Cristiano Ronaldo, al que viste Nike, gran competidor de Adidas.
Ronaldo tiene en los coches y la velocidad su gran pasión.
Entre su lujoso parque móvil tiene un Lamborghini Aventador LP-470, un Mercedes Clase C Coupé y un Ferrari 599 GTB. De su etapa en Inglaterra conserva un Bentley Continental GTC Speed y un Aston Martin DB9.
Además, le encanta la ingeniería alemana y tiene varios Audis, la firma de coches que patrocina al Real Madrid: un Audi RS6, un A8, un Q7 y un R8. Como automóviles italianos posee un Maserati Gran Cabrio y un flamante Bugatti Veyron.
Cristiano vive en la lujosa urbanización de La Finca, a las afueras de Madrid. Vecinos suyos son su entrenador, José Mourinho, y sus compañeros Kaká e Iker Casillas o el propio Kun Agüero, que compró una casa antes de emigrar a Inglaterra.
Carlos Sainz o Alejandro Sanz son otros ilustres vecinos de esta urbanización construida por el arquitecto Joaquín Torres. Los precios de estas viviendas oscilan entre los 4 y los 10 millones de euros.
El astro luso tiene una discoteca en Loulé, una localidad del Algarve portugués. La sala, como no podía ser de otra manera, se llama Seven. El jugador gastó más de medio millón de euros en poner a punto y acondicionar el local, que estará controlado por gente de su confianza: su cuñado José Pereira y Helga Barroso, una modelo y relaciones públicas muy popular en el país vecino. También tiene una línea de ropa llamada CR7, con varias tiendas distribuidas en Portugal.
Boda en un castillo
El otro Ronaldo del Real Madrid, el goleador brasileño, se casó el 14 de febrero de 2005, día de los enamorados, con su novia de entonces, la modelo Daniela Cicarelli, en un castillo en Chantilly, a las afueras de París. A la boda asistieron 250 invitados, que llegaron en limusinas negras y con cristales tintados.
Un autobús con el escudo del Real Madrid transportó a la directiva blanca, encabezada por el presidente Florentino Pérez. Entre los invitados estaba el diseñador Valentino, el grupo mexicano Maná, el campeón mundial de Fórmula 1 Michael Schumacher y muchos de sus compañeros del Real Madrid o la selección brasileña.
Samuel Eto’o, con 20 millones de euros al año en el Anzhi ruso, es actualmente el jugador con la ficha más alta del mundo. El internacional camerunés es, como Cristiano, otro gran amante del mundo del motor y dispone de más de una veintena de modelos de Ferrari, Bentley, Hummer, Mercedes…
En un claro síntoma de egocentrismo, personaliza algunos poniendo su nombre en las puertas. Eto’o ha llegado a confesar que los automóviles le suben la autoestima:
«Cuando estoy un poco decaído, me montó en uno de mis coches y me sube la moral».
La imagen de Eto’o es sinónimo de opulencia, pero no hay que olvidar que el jugador africano dedica buena parte de sus ingresos a una fundación que lleva su nombre y que se centra en ayudar a niños. En su página web dice que «gracias al fútbol puedo devolver a la gente una parte de lo que me han dado».
El colombiano Radamel Falcao ha pasado en poco tiempo de ser un gran jugador a una estrella mundial y a disputar el trono futbolístico a Messi y Cristiano. Sus goles en el Atlético de Madrid y en su selección le han lanzado a un merecido estrellato.
Con profundas creencias religiosas, el astro no lleva una vida tan frívola como la de algunos de sus compañeros, pero tampoco pierde el tiempo en ir a concesionarios a comprar coches de las marcas Porsche, Ferrari o Range Rover.
La historia de David Beckham es curiosa, ya que a su calidad de futbolista se le une que se transformó casi en un ídolo pop al casarse con la Spice Girl Victoria Adams en julio de 1999. Desde entonces se convirtió en un boom mediático y en un icono de la moda. En la actualidad, con 40 millones de euros entre sueldo con Los Angeles Galaxy y contratos publicitarios, es el futbolista mejor pagado del planeta. Sus ingresos en publicidad son infinitamente superiores a lo que cobra jugando.
Como una ‘pop star’
El inglés es un gran amante de la moda, la música y los tatuajes. Se le suele ver en las playas angelinas practicando surf con sus hijos o en la primera fila de la cancha de los Angeles Lakers junto a Adam Levine, cantante de Maroon 5, viendo las evoluciones de Pau Gasol o Kobe Bryant. Actualmente, triunfa mundialmente con su línea de ropa interior para la firma H&M.
Beckham y Cristiano van a enfrentarse de nuevo, pero no en un terreno de juego, sino en la casa de subastas Christie’s, donde ambos pujarán por el Aston Martin que llevó Daniel Craig en una de las películas de James Bond.
Xabi Alonso ha sido el último crack en meterse de lleno en el mundo de la moda anunciando una línea de ropa. El internacional español ha sido portada de revistas como Esquire y su imagen cada día cotiza al alza. El camino lo abrió hace unos años David Beckham, que ha sido imagen de firmas como Armani o Adidas, además de tener contratos con Coca-Cola o Samsung. Cristiano Ronaldo también fue protagonista de una campaña de ropa interior de Armani, además de ser uno de los primeros cabezas mundiales de Nike, de anunciar el banco Espírito Santo o Castrol.
José Antonio Reyes abandonó el Sevilla en la temporada 2003-04 para recalar en el Arsenal por 20 millones de libras. Con 21 años, el sevillano se marchó con su familia a la capital londinense, donde no llegó a acoplarse. Nada más llegar pidió una casa con piscina, a pesar de que en Londres llueve 200 días al año.
El jugador, amante de los coches, intentó por todos los medios hacerse con el exclusivo Mercedes McLaren, del que se venden contadas unidades. Incluso pidió ayuda a los medios de comunicación para comprar el coche. Finalmente, el sevillano se salió con la suya y lo consiguió. También tiene un Hummer, al que colocó una PlayStation en la parte trasera para que su gente amenizase los viajes.
Después de tres años en Inglaterra, en 2006 fichó por el Real Madrid. Luego pasaría al Atlético, un año en el Benfica de Lisboa, otros dos en el Calderón para recalar la temporada pasada de nuevo en el Sevilla.
Otro enfant terrible del fútbol patrio, José María Gutiérrez, Guti, también ha dilapidado mucho dinero en coches. Ha tenido Bentley, Porsche, Audi, Mini Cooper…
Otro de sus grandes caprichos es la moda, por lo que es cliente fijo de las mejores tiendas de Madrid, como Ekseption, Delitto & Castigo, Just One o Dolce & Gabana, donde gasta una fortuna en ropa. Siempre a la última, el ex jugador del Real Madrid también invirtió, sin mucho éxito, en restaurantes junto a Zoran Vekic, el que fuera su representante muchos años. A punto de ser padre nuevamente, el futbolista parece haberse centrado junto a la modelo Romina Belluscio.