Zinedine Zidane se ha quedado al final con las ganas de contar con una serie de jugadores que creía del todo imprescindibles para que el Real Madrid de la temporada 2016-17 fuera incluso más fuerte de lo que ya es en estos momentos. Sus peticiones a Florentino Pérez, con todo, han acabado por caer en saco roto. No se han dado las circunstancias necesarias, ni a nivel económico ni deportivo, para que ninguna de sus propuestas se convirtiera en una realidad. Ellos han sido los fichajes prohibidos.
Bien conocido es el caso de Paul Pogba. El centrocampista francés, quien estaba en principio encantado con la idea de trabajar bajo las órdenes de Zidane, ha preferido finalmente los millones del United. El propio técnico llegó a reconocer que las cifras que se pedían estaban fuera de toda lógica. En el caso de Ricardo Rodríguez y David Alaba, las cantidades que llegaron a manejarse por sus fichajes tampoco estaban demasiado acordes con el estado actual del mercado, aunque la polivalencia del jugador del Bayern le convertía en una pieza muy apetecible.
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