En Italia y en Inglaterra no había club alguno con valor para
incorporar, ni gratis, la ficha de Mario Balotelli a su plantilla. Su
pobre rendimiento demostrado en el Liverpool y en el Milan, más su
conocida vida personal desordenada, desaconsejaban creer que Mario
Balotelli aún podía ser útil para un club profesional. Sin embargo,
con un atrevimiento increíble, el Niza hizo una apuesta arriesgada por
el italiano y el ariete parece resucitar en la Ligue 1.Mario Balotelli ya lleva unas cuantas semanas en Francia y no sólo no
ha protagonizado noticia alguna de sucesos con la policía local o con
los bomberos, sino que está jugando en el Niza y lo ha está haciendobien. El talento del italiano lo tiene por naturaleza, pero sus
comportamientos alocados le han alejado de ser un crack como se
vaticinaba cuando contaba con 20 años y era la estrella del Inter de
Milán, status que mantuvo hasta que José Mourinho llegó al banquillo
‘neroazzurro’.Estas últimas campañas de Balotelli han sido para olvidar, para borrar
de su historial porque el conjunto de sus acciones en Liverpool y en
Milán parecían suficientes como para cavar su tumba profesional: notrabajaba en los entrenamientos, no corría cuando jugaba, se aislaba
del grupo de compañeros, era un maleducado, etcétera. Los ‘reds’, que
habían pagado 20 millones de euros por su ficha en 2014 y con los que
tenía contrato en vigor para esta temporada, no querían a Balotelli de
vuelta a su vestuario tras su paso a préstamo por el Milan, entidad
que tampoco quiso prorrogar esa cesión por más tiempo porque no estaba
a la altura ni de Carlos Bacca ni de Luiz Adriano.El exinternacional italiano había estado durante mucho tiempo
desesperando a sus entrenadores, como a Brendan Rodgers y a Sinisa
Mihajlovic, debido a que
mostraba pocas ganas de sudar y un nulo
espíritu de sacrificio. Tan mala actitud le perjudicó a ojos de Jürgen
Klopp, que el pasado mes de julio le apartó de su lado y le envió a
hacer la pretemporada con el equipo reserva de los ‘reds’.Entonces, todo apuntaba a que Balotelli se alejaría del fútbol élite
europeo, que no tendría sitio en ninguna de las grandes ligas, y menos
aún ganando 6 millones de euros al año.