Leo Messi está bastante cabreado con la directiva del Barça. El conjunto azulgrana está en plena época de renovaciones y tras el aviso del presidente Josep Maria Bartomeu de que no podrán hacer excesos en los salarios con las ampliaciones de contrato el argentino está viendo como todos están consiguiendo lo que pidieron y a él todavía ni le han llamado para sentarse a hablar.