Juego a dos bandas. El PSG necesita soltar lastre para poder vestir a Neymar con los colores del PSG sin incumplir el ‘Fair Play’ financiero fijado por la FIFA.
El club de París está obligada a traspasar activos por un valor no inferior a los 100 millones si no quiere incurrir con una nueva sanción del máximo organismo del fútbol mundial.
Florentino Pérez, que mantiene una magnífica relación con Nasser Al-Khelaïfi, capo máximo del PSG, pone sobre la mesa la llegada de jugadores como Aurier, Meunier, Matuidi, Di María y, la gran estrella, Julian Draxler.
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