Álvaro Morata ya se arrepiente de haberse marchado del Real Madrid. El delantero, que cerró su fichaje por el Chelsea hace tan sólo unas semanas, ha sido muy claro. Le encantaría volver a vestir de blanco y sintió envidia cuando sus hasta hace nada compañeros de vestuario levantaron el trofeo de campeones de la Supercopa de Europa ante el Manchester United. Él hizo una apuesta arriesgada y todo indica que le encantaría dar marcha atrás.
«Seamos realistas: si después de venderme por esa cantidad de dinero, vuelvo allí de nuevo, sería por una suma mayor.