LA HISTORIA DE ESTOS 'HOOLIGANS' comenzó en la temporada de 1981 en medio de una racha negativa del club catalán

Los Boixos Nois: los “Chicos locos” de Barcelona que aterrorizaron a Europa durante casi 30 años

El grupo ultra de la ciudad condal ha estado vinculado con el narcotráfico, la prostitución y el blanqueo de capitales, además de ser los protagonistas de cometer uno de los asesinatos más históricos dentro del fútbol español

Los Boixos Nois: los “Chicos locos” de Barcelona que aterrorizaron a Europa durante casi 30 años
Boixos Nois PD

Lo que empezó siendo como un grupo de jóvenes aficionados que animaban a su equipo en los partidos, con el paso del tiempo, se transformaron a un grupo capaz de sembrar el pánico en las gradas.

Los Boixos Nois (‘Chicos locos’ en catalán), se originó en la temporada de 1981 en medio de una racha negativa en la que el Barcelona no lograba levantar un título de liga desde hacía siete años. Varios aficionados vinculados en principio a la lucha contra el independentismo catalán se situaron en la zona Gol Sud del estadio con el objetivo de motivar a sus futbolistas,.

Sin embargo, su propósito en los estadios iba a cambiar drásticamente hasta llegar al punto de convertirse en los hooligans de España, protagonizando bastantes incidentes, entre ellos la primera muerte por violencia en la historia del fútbol español cuando cinco de ellos golpearon, apuñalaron y asesinaron a un joven del Espanyol en 1991.

Un ex miembro de esta banda explicó en 2016 en una entrevista a Panenka que “La mayoría éramos jóvenes menores de edad, el más grande tendría 20 años. Empezamos a hacer manifestaciones y decidimos plantar cara a las Brigadas Blanquiazules del Espanyol que acababan de nacer”

Además, añadía:

“Al principio casi todos eran punks y heavys, pero empezaron a ganar terreno los skins».

El grupo comenzó a crecer de forma considerable. En la temporada 1983/84 eran cerca de 700 ultras que ya empezaban a incomodar al resto de los aficionados después de llevar a cabo una serie de enfrentamientos con otras hinchadas como la Ultra Sur (del Real Madrid), o la del Bilbao durante la final de la Copa del Rey de ese año.

Poco a poco a base de violencia fueron ganando terreno y se imponían, para temor de los propios aficionados culés, ante el resto de los espectadores que llegaban al estadio sin ánimos de provocar incidentes en su casa. De la Gol Sud fueron trasladados a la Gol Norte y a medida que pasaba el tiempo las tendencias neonazis se hacían cada vez más presentes entre los miembros. Ya no importaba si estaban a favor del independentismo catalán o en contra para formar parte de la tribu, solo interesaba que fuesen fuertes y extremadamente violentos.

El ex miembro comentado anteriormente confeso:

“Los días de partido acababas sabiendo que irías a pelearte con los otros ultras; se aprovechaba que el partido congregaba mucha gente. Era una guerra callejera, repartíamos los grupos por toda la ciudad”

En la temporada 91/92, dentro de los Boixos Nois, se creó una nueva facción denominada los Casuals formada por los criminales que acudían a los estadios sin insignias barcelonistas para agredir impunemente a los seguidores rivales, así como también para cometer otros actos ilegales vinculados con drogas y extorsiones.

“Los Casuals son una evolución de los hooligans, a los hooligans los detectaba la policía y los Casuals pasaban más desapercibidos a través de una estética distinta”, decía el ex miembro de los Boixos Nois.

Pero la llegada de Joan Laporta en su primera presidencia en 2003 marcó un antes y un después para este grupo de ultras que mantenían cierta relación de amistad con los directivos anteriores, sobre todo con Núñez. Sin embargo, una vez que el abogado y empresario tomó las riendas del club, su postura fue tajante con respecto a los Boixos Nois: “Sé quiénes son los violentos y acabaré con ellos”, aseguró en aquel momento.

Parecía que el Camp Nou había encontrado cierta paz, aunque algunos miembros de los Boixos continuaban haciéndose presentes en las gradas.

“Con la victoria de Sandro Rosell y la posterior de Josep Maria Bartomeu en las elecciones a la presidencia del club blaugrana, los Boixos Nois volvieron a ver la puerta abierta para actuar violentamente”, explicó el periódico Sport.

Los enfrentamientos comenzaron de nuevo fuera de las instalaciones del Barcelona al tener los Boixos la entrada prohibida.

Finalmente en 2019 la Comisión Antiviolencia del deporte los declaró como “Grupo Peligroso” lo que hizo que desaparecieran las simbologías y las pancartas, así como también el apoyo o la promoción de sus actividades.

Pero en este 2021, coincidiendo con la nueva llegada al poder de Joan Laporta en el Barcelona, los Boixos Nois volvieron a ocupar las primeras planas de los medios españoles después de que la policía informara sobre la detención de 14 de sus miembros, dando por desarticulada la “cúpula radical” de la organización.

Los detenidos en esta operación, llevada a cabo el pasado 2 de noviembre, están acusados entre otros delitos, de traficar con drogas, prostitución de mujeres, tenencia ilícita de armas o blanqueo de capitales: “Su cara a es el fútbol, pero su cara b es la delincuencia”, afirmó uno de los investigadores de la Comisaría General de Información.

Entre otras actividades ilícitas que llevaba a cabo este grupo también aparece la prostitución de mujeres, cuyo rédito económico lo utilizaban para financiar su “asistencia a eventos musicales y deportivos para la difusión de odio, hostilidad y violencia” contra otros, detalló la Policía Nacional.

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