Máxima polémica en la Fórmula 1.
Aún se sigue hablando de lo ocurrido en la última carrera disputada en Abu Daby, en la que se decidiría el título de campeón entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, indignó a Mercedes por las decisiones tomadas del Director de Carrera: Michael Masi.
Los comisarios deportivos se vieron obligados a avalar (el no hacerlo hubiera sido peor para el prestigio de la Fórmula 1) lo decidido por Michael Masi.
Visto el reglamento, la decisión presenta lagunas, tanto si se decidía no desdoblar como si se decía que sólo se desdoblaran unos pocos, los doblados que estaban entre ambos contendientes al título. Una daba el título a Lewis y otra a Max y esto lo sabía claramente cualquier amante de este deporte.
Lo que se entiende es que Masi cambiara su decisión. Del ‘no se puede adelantar’ al ‘se puede adelantar’, pero sólo tres doblados. Ese cambio de criterio no es de recibo y justifica los titulares de la prensa británica que hablan de robo descarado. Red Bull, como sostiene Gary Anderson, había perdido el título hasta que Masi, vía Nicholas Latifi, se lo devolvió.
Cuando Masi anunció su cambio de criterio, Hamilton y su ingeniero lo tuvieron claro: el título estaba perdido. De forma voluntario o involuntaria, Masi había manipulado el Mundial.
Si hubiera aplicado el criterio habitual, que todos los doblados adelantaran al coche de seguridad, no habría habido vuelta lanzada. Los comisarios contrapusieron semántica y dos apartados aparentemente contradictorios del reglamento, para justificar su decisión y rechazar el argumento de las protestas de Mercedes.
En cuanto a su futuro es prematuro saber qué pasará con Masi, ya que la temporada arrancará en tres meses. El medio The Sun escribe que “el australiano pagará con su trabajo cuando la FIA elija un nuevo presidente el 17 de diciembre”.
