(PD).- Un cliente de una entidad bancaria ha solicitado a la entidad que, «con la mayor brevedad posible», sean borrados y anulados «todos y cada uno de los datos» referentes a su persona, tras haberle reclamado una deuda de 3 céntimos de euros una vez cancelada una operación de préstamo.
El cliente especifica en el escrito, que quiere desaparecer de «todos y cada uno de los soportes por ustedes utilizados, tanto físicos como magnéticos».
También exige una certificación expedida por la entidad «en la que quede reflejada esta solicitud» y que la hagan llegar a su nombre a la dirección que les ha facilitado.
La reacción de este cliente se produjo tras haber liquidado un préstamo el 12 de mayo de 2008 y, cuando consideraba que su situación deudora estaba liquidada, se encontró con la sorpresa de que nueve días más tarde le reclamaron 3 céntimos de euro en concepto de intereses, que, de inmediato, procedió a reintegrar a la entidad.
