Conocíamos hace pocas semanas el nombre de las cien personas más ricas de España que publicó la revista Forbes. A la cabeza sigue Amancio Ortega, fundador de Inditex, que se mantiene como la primera fortuna con un capital de 46.000 millones euros. Pues bien, Amancio Ortega no solo es el hombre más rico de nuestro país sino que también destaca por las donaciones que realiza a través de su Fundación. Hace un par de años ocupó portadas de periódicos no precisamente por su labor empresarial sino por estar detrás de la mayor donación privada que recibió Cáritas en su más de medio siglo de vida. El multimillonario gallego entregaba 20 millones de euros, Cáritas lo contaba por supuesto con su permiso, rompiendo así con la resistencia habitual de los ricos españoles a dar publicidad a sus labores filantrópicas.
Las grandes fortunas españolas suelen ser solidarias pero, a diferencia de las norteamericanas, por ejemplo, siguen a rajatabla lo de: «que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha». Optan por el anonimato y actúan a través de sus empresas o por medio de fundaciones que han creado, que tampoco dan publicidad a sus actividades sociales u obras de caridad.
Es el caso de la Fundación de Esther Koplowitz, la propietaria de FCC; del recientemente fallecido Emilio Botín, presidente del Banco Santander; Juan March, representante de la adinerada y conocida familia mallorquina; o Rafael del Pino, fundador de Ferrovial, entre otras. Pero hay muchas más, anónimas prácticamente al cien por cien. Según los últimos datos de la Asociación Española de Fundaciones, el número total de este tipo de instituciones españolas registradas y no extinguidas en el año 2011 era de 13.531, un número que creció en 2012 hasta las 13.797.
Pero volviendo a los estadounidenses, y en consonancia con su especial predisposición a hacer de todo un espectáculo, no tienen ningún inconveniente en aparecer, con nombre y apellido, en el ranking de los mayores donantes. Porque detrás de todo esto, en mayor o menor medida, está la fiscalidad y las desgravaciones pertinentes que son determinantes para impulsar tipo de acciones, aquí y al otro lado del Atlántico. Aun así, no demos olvidar una peculiaridad de la cultura protestante en general, y de la estadounidense en particular, que es la de dar a la sociedad parte de lo que la sociedad les ha dado a ellos. También hay que tener en cuenta que antes de que se empezara a gravar con impuestos a las grandes fortunas norteamericanas, éstas ya habían empezado a crear fundaciones, como la Carnegie o la Fullbright.
En el primer puesto de la lista de los filántropos más adinerados del mundo está AnneLeonor Cargill, al frente de la multinacionalagroalimentaria Cargill. Nada más y nada menos que 5.000 millones de dólares fueron a parar de su bolsillo a su propia Fundación, que se ocupa, entre otras cosas, de ayudas para la educación.
Pero la actividad más llamativa en acciones solidarias que realizan los más ricos del planeta es la apadrinada por Bill Gates, cofundador de Microsoft, y Warren Buffet, inversor y empresario norteamericano, la segunda y la tercera fortuna más importantes del mundo, con 68.000 y 64.000 millones de dólares, respectivamente. Se trata de ‘The Giving Pledge’, en español ‘La promesa de Dar’, que se puso en marcha en junio de 2010 y agrupa actualmente a más de cienmultimillonarios de la lista de Forbes. El objetivo de es el de reunir a las personas que nadan en la opulencia y convencerlas para que cedan el 50% de sus fortunas a obras de caridad o filantropía. No hay que hacerlo de inmediato si no que se pueden realizar una vez que el donante haya fallecido.
El propio Buffett se comprometió en 2006 a dejar el 99% de su fortuna a la Fundación Bill & Melinda Gates. Todas estos proyectos o actos solidarios se hacen públicos y se cuelgan en la web de la organización (http://givingpledge.org/) con la intención de darlos a conocer y que se extienda aún más, así como para lograr una mayor motivación.
Parece que el proyecto funciona estupendamente porque cada año se adhieren nuevos miembros. Los primeros en aceptar la invitación de Gates y Buffett fueron el fundador de CNN, Ted Turner; el creador de la agencia de noticias financieras Bloomberg y que fuera alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; Thomas S. Monaghan, fundador de Domino´s Pizza; el de Oracle, Larry Ellison; el director y productor de cine George Lucas, entre otros.
La Promesa de Dar ha saltado fronteras y de ella forman parte ahora fortunas de Australia, Alemania, Reino Unido, Rusia, Malasia, India…etc. Que se sepa todavía no lo ha hecho ningún multimillonario español.
