Ibex 35

Elegir donde invertir en la bolsa española es tan fácil como aprender la tabla del uno

Llega el momento de invertir en Banco Santander, Inditex y en Telefónica

Elegir donde invertir en la bolsa española es tan fácil como aprender la tabla del uno
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Llega el momento de invertir en el Ibex 35.

Como subraya Carlos Jaramillo en elEconomista este 4 de marzo de 2018, por primera vez en años, Banco Santander, Inditex y Telefónica, que ponderan más de un 34% en el Ibex 35, coinciden con una buena recomendación.

Durante años, las grandes compañías del Ibex 35 no han contado con el beneplácito del mercado. Por problemas propios o sectoriales, grandes firmas como Banco Santander, Telefónica o incluso Inditex -a la que se le achacaban unos múltiplos excesivos- han estado condenadas al ostracismo por los analistas.

Sin embargo, ahora las dos compañías de la bolsa española que más accionistas tienen -el Santander, con más de 4 millones; y Telefónica, con 1,3 millones- y la segunda mayor firma del Ibex por capitalización -Inditex- viven un buen momento por recomendación.

Así, para el inversor es tan fácil como la tabla del uno elegir qué valores seleccionar si cree que la bolsa española debe remontar. Entre las tres compañías alcanzan una ponderación del 34 por ciento dentro del índice y, por primera vez en muchos años, no es necesario irse a buscar hasta la cola del mismo para encontrar empresas con una buena recomendación para los analistas.

Una de las grandes fortalezas que presentan estos tres gigantes es su perspectiva de crecimiento. De cara a este año, se espera que el beneficio conjunto de Telefónica, Santander e Inditex crezca un 26 por ciento, hasta rozar los 15.700 millones de euros. Una cifra que contrasta con el 4 por ciento que aumentarán las ganancias del resto del Ibex, un 4,4 por ciento, hasta rozar los 32.000 millones.

Y para los dos próximos ejercicios, la ecuación se repite: el resultado neto de estas tres firmas crecerá un 20 por ciento entre 2018 y 2020, siete puntos porcentuales más de lo que se incrementará el del resto de cotizadas del índice. En cuanto a la rentabilidad de sus pagos, esta se sitúa ligeramente por debajo de la del Ibex.

Una cartera de 10.000 euros invertidos en estas tres compañías ingresaría 407 euros en concepto de dividendos con cargo a este año. Mientras, si se cumplen las previsiones para 2019, se recibirían 435 euros. Además, tienen un potencial del 24 por ciento, frente al 16 por ciento con el que cuenta el selectivo.

El Santander vive su mejor momento desde 2010, como líder del sector

Si alguien cree que el Ibex 35 va a tener un buen año debe confiar, casi por fuerza, en el sector bancario y, más concretamente, en el Banco Santander. Con una ponderación del 17,4 por ciento en el índice español, los movimientos de la entidad son los que más pesan sobre el índice, y los analistas no confiaban tanto en la compañía desde el año 2010. 

Luciendo una recomendación de compra, una rentabilidad por dividendo del 4 por ciento y un potencial del 13 por ciento, el consenso cree que la entidad puede tirar del Ibex 35. Este año, los analistas esperan que recupere el liderazgo por beneficios del sector bancario de la eurozona, desbancando cuatro años después al francés BNP Paribas. «El momentum de ganancias del Santander sigue intacto», explican desde UBS, donde creen que «los múltiplos actuales no reflejan de manera adecuada su superior potencial de retorno y crecimiento y la limitada vulnerabilidad de sus beneficios».

Y es que durante los últimos 12 meses las previsiones de ganancias del Santander para 2018 han crecido un 12,6 por ciento, las de 2019 un 16,5 por ciento y las de 2020 un 32,4 por ciento, si bien es verdad que hace un año el consenso sobre los resultados de 2020 era limitado. Con estas mejoras, el perfil de aumento del beneficio de la compañía es mucho más atractivo que el del resto de grandes bancos de la eurozona: entre 2017 y 2020 su resultado neto aumentará a un ritmo anualizado del 18,4 por ciento, en contraste con el 8,2 por ciento del resto de gigantes. 

«Pensamos que el mercado está infraestimando la contribución potencial de la franquicia del Popular y la mejora de las perspectivas en Brasil. Además, está haciendo previsiones conservadoras y esperando un impacto severo en Reino Unido por el Brexit», explican en Credit Suisse. 

En el pasado ejercicio, el banco obtuvo el 28 por ciento de su beneficio de Brasil, el 16,7 por ciento de Reino Unido y el 13,1 por ciento de España. Esta diversificación geográfica permite a la entidad superar momentos del ciclo complicados y, con ello, lograr su objetivo de ser un banco más previsible tras varios años en los que las ganancias eran una montaña rusa. «Es uno de nuestros bancos favoritos en Europa, gracias a su diversificación geográfica, la mejora en resultado ordinario, calidad crediticia y solvencia y el buen momento de beneficios que atraviesa», destacan en Bankinter.

Así, España será la encargada de hacerse con el bastón de mando para tomar el relevo de Brasil como el principal motor de las ganancias. «Nuestras estimaciones sugieren que, incluyendo a Popular y la división de Real Estate, generará beneficios de 2.000 millones en 2018 y de 2.300 millones en 2019,  sin incluir ninguna subida de tipos. La contribución del negocio a los beneficios se situaría entre el 19 por ciento y el 21 por ciento de las ganancias del grupo», explican en Credit Suisse.

Final de su planEste es el último año de su plan estratégico 2015-2018 y los analistas creen que cumplirá sus principales objetivos financieros. El Santander espera alcanzar una rentabilidad sobre el capital tangible superior al 11,5 por ciento y el consenso descuenta que esta ratio se sitúe en el 11,7 por ciento. Asimismo, los analistas esperan que su ratio de eficiencia se sitúe en el 47 por ciento, en la parte alta de rango dado por la entidad y que el coste del riesgo se quede en el 1,1 por ciento, por debajo del objetivo del 1,2 por ciento de la firma. La única variable en la que los expertos difieren ligeramente con el banco es el porcentaje del beneficio destinado a retribuir, con el consenso esperando un 43 por ciento y el Santander entre el 30 po ciento y el 40 por ciento.

El temor a un topetazo de Inditex hace que por fin cotice a múltiplos atractivos

Las tornas han cambiado para Inditex. Hace apenas unos meses, el gigante textil parecía prácticamente la única firma inmune del sector a la amenaza que supone Amazon y el comercio online. También era la gran compañía del Ibex en la que los analistas confiaban ciegamente por su modelo de negocio. Ahora todo esto se ha tambaleado y el mercado ha castigado a una cotizada que no está acostumbrada a ser hostigada, pero ha sido precisamente el vapuleo a su cotización el que ha permitido que vuelva a ser atractiva para los expertos.

Tras una caída del 34 por ciento desde sus máximos y del 17,4 por ciento en el año, el valor cotiza en mínimos desde 2015 y lo hace a 21 veces sus beneficios de este ejercicio, lo que supone su múltiplo más barato de los últimos seis años. La compañía ha telegrafiado a los analistas los resultados que presentará el próximo 14 de marzo, con unos márgenes que siguen en caída y un beneficio bruto inferior al esperado. El conocimiento de esta revisión en las ganancias ha asustado al mercado, pero no a los analistas, que han pasado de debatirse entre una recomendación de compra y de mantener a inclinarse claramente por la primera. 

«Inditex todavía está teniendo ventas volátiles y está batallando con el viento en contra de las divisas, pero la valoración está por debajo de 20 veces su beneficio en 2019 y nuestro precio objetivo ofrece casi un 20 por ciento de retorno desde el nivel actual», reflexionan en RBC Capital Markets. 

Los obstáculos en el camino de Inditex han provocado que sus márgenes operativos hayan caído durante cinco años consecutivos y los expertos no creen que este 2018 logre remontar. Ha pasado de convertir en beneficio operativo 19,6 euros de cada 100 que ingresa a que se espere que este año solo lo haga con 16,7 euros de cada 100. Así, se prevé que sus beneficios crezcan solo un 8 por ciento. 

Desde JP Morgan explican que «un crecimiento más lento puede llevar a más presión a corto plazo en la acción, pero con los recortes por divisas ya hechos y la caída de la acción durante los últimos meses, veríamos cualquier aumento de la debilidad como un punto de entrada atractivo».  

Y es que desde que en junio Inditex tocó máximos ha venido sufriendo la fortaleza del euro. Desde el arranque del mes, los títulos de la compañía han retrocedido un 34 por ciento, mientras que el euro ha subido frente a una cesta de divisas ponderada un 24 por ciento en el mismo periodo. En este sentido, desde UBS señalan que «la fortaleza del euro ha continuado en los últimos meses en comparación con otras divisas de países dónde Inditex tiene un alto nivel de ventas». 

Un dividendo atractivoCon una rentabilidad por dividendo estimada del 3,2 por ciento en 2018, la retribución de la compañía no había sido tan atractiva desde el año 2009. La gallega reparte en torno al 65 por ciento de sus beneficios en forma de dividendos, pero con una caja neta que su- perará los 5.000 millones de euros a cierre de 2017 y que no para de crecer, los analistas creen que Inditex tiene capacidad para realizar un esfuerzo adicional.

«Esperamos que alcance los 6.200 millones de tesorería en 2018, lo que, en nuestra opinión, deja potencial al alza para posibles retornos extraordinarios en efectivo o un aumento en la política de payout de la empresa», explican en JP Morgan. Con unas ganancias estimadas de 3.600 millones en 2018, si la empresa repartiese todo su resultado en forma de dividendos, la rentabilidad de los mismos se dispararía hasta el 4,8 por ciento. Mientras, si elevase el payout al 85 por ciento, el rendimiento se iría al 3,8 por ciento.

Telefónica, a la espera de catalizador para que todas las piezas encajen

La que fue durante años la mayor compañía del mercado español -llegando a valer más de 110.000 millones de euros- lleva años sin acabar de arrancar en el parqué. Un entorno complicado para el sector y las dificultades propias que ha atravesado la empresa han golpeado su cotización. Con sus títulos por debajo de 8 euros y un multiplicador de beneficios del año que viene inferior a las 10 veces, es uno de los valores más baratos del índice español de referencia y también logra una de sus recomendaciones más sólidas desde el año 2011, acercándose a la compra.

Desde la llegada de José María Álvarez Pallete a la presidencia, Telefónica ha reducido el endeudamiento de forma orgánica e inorgánica -con la venta del 40 por ciento de Telxius a KKR por 1.275 millones-, pasando del pico de 52.568 millones de euros a 44.230 millones de euros. Además, ha eliminado el scrip y recortado el dividendo para hacerlo más sostenible. Pero el mercado pide más y busca un catalizador que haga reaccionar por fin su cotización.

«El descuento en la valoración frente a sus comparables no parece consistente con un crecimiento del flujo de caja de doble dígito, un free cash flow que duplica el dividendo y un ritmo de desendeudamiento nunca visto antes», explican en Bank of America Merrill Lynch. Por su parte, en Goldman creen que «en un momento en el que los inversores son escépticos sobre la habilidad de las telecos para lograr apalancarse operativamente y están preocupados por el aumento de la inversión, creemos que Telefónica está bien posicionada para lograr ahorros de costes mediante la digitalización y que tiene una visibilidad más alta sobre su capex debido a la cobertura de fibra que tiene en España». 

Con este escenario, los analistas le dan un potencial del 25 por ciento a la empresa, pero también creen que necesita un catalizador para poder desatar una reacción en el parqué. El gran lastre en la mochila de Telefónica ha sido su elevado endeudamiento, después de que se frustrase la venta de O2. Así, los expertos apuntan a posibles desinversiones como la opción más clara para impulsar la compañía y coinciden al resaltar las múltiples palancas con las que cuenta la teleco.

«Parece que no basta con cumplir con el crecimiento, generación de caja y reducción  orgánica de deuda, por lo que se demandarían medidas inorgánicas que aceleren la reducción de apalancamiento hasta niveles próximos a la media del sector de dos veces», señalan en Sabadell. Sin medidas extraordinarias, los analistas calculan que la ratio deuda/ebitda de la firma se quede este año en 2,83 veces y en 2019 en 2,65 veces. 

Las distintas opcionesLa opción más clara y más contemplada es una colocación de su negocio en Reino Unido. Una vez que se ha abierto el camino para la subasta de espectro en el país, la operación cobra más sentido. La valoración de la filial británica de Telefónica ha caído un 22 por ciento, hasta los 10.500 millones de euros, con respecto a los 13.500 millones que ofreció Hutchison hace ya tres años. Aún así, los analistas de Bank of America Merrill Lynch calculan que la teleco podría levantar hasta 3.000 millones colocando el 40 por ciento de la empresa.  «Una colocación del negocio en Reino Unido podría ganar momentum toda vez que el mercado tenga claridad sobre los acuerdo del Brexit y después de las subastas, que la compañía ve como un hito para impulsar la marca», señalan, por su parte, desde el equipo de análisis Berenberg. Además, se ha especulado con la posibilidad de que coloque negocios no core en América Latina, con los que los analistas calculan unos ingresos de otros 3.000 millones de euros.

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