Es innegable que obtener el permiso de conducir no es sencillo para muchas personas. De hecho, en algunos casos se ven obligadas a realizar numerosos intentos sobre todo en lo referente al examen práctico, aunque el teórico también suele ser suspendido una o dos veces por la falta de clases y tests. Con tal de evitar que esto suceda, lo mejor que puedes hacer es acudir a una buena autoescuela. ¿No sabes cuál elegir? Sácate el carnet en Autoescuelas Racc Start y, en menos tiempo del esperado, obtendrás el permiso de conducir.
Independientemente de si te cuesta más esfuerzo o menos, tarde o temprano acabarás haciéndote con la preciada L. A continuación profundizaremos en ella, averiguando todo lo que has de saber y resolviendo las principales cuestiones que suelen plantearse los españoles.
¿Qué es la L?
Basta con echar un vistazo a las carreteras y autovías de nuestro país para darse cuenta de que, a cualquier hora del día, son numerosos los vehículos que circulan con una L en la parte trasera. Básicamente se trata de un distintivo que, de manera obligatoria, tiene que permanecer visible. En concreto, la DGT obliga a los conductores noveles -es decir, aquellos que han aprobado recientemente el examen práctico de conducir- a llevarlo en la luna trasera.
Conviene destacar el hecho de que, a pesar de que la L tiene que estar bien visible, ello no tiene que afectar lo más mínimo a tu capacidad para ver los coches que circulan detrás de ti. En este sentido, la Dirección General de Tráfico determina que la zona en la que debe encontrarse el distintivo es la parte izquierda.
Tal vez te hayas dado cuenta de que todas las L son iguales o muy similares. Esto es debido a que existe una normativa que ha de ser cumplida, la cual determina aspectos como las dimensiones del distintivo: 19,5×15 cm. No es lo único que se especifica claramente, ya que la DGT también señala cuál ha de ser el material con el que debe estar fabricado dicho elemento, amén del grado con el que se produce la refracción.
¿Para qué sirve la L?
Quizá te estés preguntando qué significa la letra L que se distingue claramente en este tipo de distintivos. De ser así, has de saber que hace referencia a dos palabras en inglés que vienen a significar más o menos lo mismo: learner o learning. En el primero de los casos, el término se refiere al aprendiz, mientras que el segundo se utiliza para aquellas personas que están aprendiendo a conducir.
Así pues, la L sirve para indicar al resto de conductores que ese coche lo está manejando una persona que tiene nula o muy poca experiencia. De esta manera, la mayoría de individuos que en ese momento también se encuentren circulando por la vía en cuestión, respetarán una mayor distancia de seguridad e incluso darán más espacio si tiene que hacer maniobras para aparcar. Y no es para menos, puesto que son conscientes de que todos tuvimos que aprender a conducir nuestro propio coche tras aprobar el examen de conducir.
¿Quién da la L?
En plena era digital, estamos acostumbrados a que las personas que aprueban el examen práctico publiquen en sus redes sociales una fotografía con la L. Este preciado distintivo es un objeto de deseo del que gusta presumir en entornos virtuales como Instagram y TikTok. Pero, ¿cómo se obtiene?
Para hacerse con la L, hay que aprobar en primer lugar el examen teórico y posteriormente el práctico, los cuales organiza la Dirección General de Tráfico. Tal vez creas que es este organismo el que hace acto de entrega del distintivo, pero nada más lejos de la realidad.
Lo cierto es que será tu propia autoescuela la que, una vez aprobado el examen práctico, te entregue ese mismo día la L para que puedas empezar a conducir cuanto antes y a ganar soltura en la carretera.
¿Hay multa en caso de pérdida?
El código de circulación especifica claramente que todo conductor novel debe identificarse como tal, como hemos dicho antes, en la parte trasera de su automóvil. Para tal fin debe portar la L de la que estamos hablando. ¿Qué pasa si no es el caso?.
No importa si el motivo guarda relación con una pérdida del distintivo, un despiste o simplemente el hecho de no querer llevar la L, lo cual no es muy habitual. En todos los casos que acabamos de describir, las autoridades procederían a multar al conductor novel que no se identifica debidamente. La cantidad a abonar es de 100 euros, ya que la infracción está considerada leve y no acarrea la pérdida de puntos. Es reseñable que también se multa a aquellos conductores que, sin ser noveles, deciden llevar una L en la parte izquierda de la luna trasera de su coche.