El 60 por ciento de los casi ocho millones de personas mayores que hay en España se mantienen activos y sanos, y aseguran que les gustaría poder seguir trabajando más allá de los 65 años.
Además valoran muy positivamente su independencia hasta el punto de que el 87 por ciento prefiere vivir en su casa aunque sea solos, extremo que sólo afecta al 16 por ciento de los mayores, en su mayoría mujeres, del mundo rural.
Estos son algunos de los datos reflejados en una encuesta realizada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), que ha entrevistado a 2.535 personas mayores de 65 años que no se encuentran en situación de independencia para conocer la situación de las personas mayores.
Los resultados de esta encuesta servirán de base para la elaboración del Libro Blanco de las personas mayores que servirá para definir las necesidades de este grupo y desarrollar programas de envejecimiento activo, ha detallado en conferencia de prensa, el secretario general de Política Social y Consumo, Francisco Moza.
Moza ha explicado que la última encuesta similar era de 1993 y desde entonces «las cosas han cambiado muchísimo, tanto en la sociedad, como en las personas mayores», especialmente en su nivel de salud y de formación.
En la conferencia de prensa de presentación del estudio, el vicepresidente del Consejo Estatal de Personas Mayores, Luis Martín Pindado, quien ha subrayado que «viejos no hay, lo que hay son personas mayores cada vez más activas», y que la sociedad «no puede permitirse el lujo de despilfarrar todo lo que los mayores podemos aportar; y no sólo como canguros para los nietos».
Los mayores de 65 años en España suponen una población de 7.782.904 personas, un 16,7 por ciento de la población total. Las mujeres son un 57,5 por ciento y los hombres el 42,5 por ciento. El 28 por ciento del total son personas que superan los 80 años.
Aunque el número de personas mayores está creciendo, éstas son más activas que en el pasado, como demuestra el hecho de que el 60 por ciento asegura haber iniciado nuevas actividades tras su jubilación.
Además, el 60 por ciento es partidario de que se pueda seguir trabajando si se desea más allá de la edad actual de jubilación; ese porcentaje se eleva hasta el 65 por ciento cuando se les pregunta a las personas de entre 55 y 64 años.
En los últimos siete años la percepción de la salud ha mejorado en ocho puntos; así el 60 por ciento de la personas mayores perciben su salud como buena o muy buena.
La encuesta también refleja el hecho de que los mayores valoran positivamente su independencia y el 87 por ciento prefiere vivir en su casa, aunque sea sin compañía; casa que el 83 por ciento tiene en propiedad.
No obstante, los datos muestran que actualmente el 84 por ciento de los mayores vive acompañado, generalmente por su cónyuge o hijos.
El apoyo familiar entre generaciones es otro de los aspectos más destacados del perfil español, un modelo en el que los padres ayudan a sus hijos con el cuidado de los nietos, pero también reciben el cuidado de sus hijos.
Así, el 70 por ciento de los abuelos cuidan o han cuidado a los nietos y los hijos proporcionan la mitad del cuidado que reciben los padres.
De hecho, casi el 80 por ciento de los mayores asegura preferir ser cuidado por familiares, aunque, como subrayó Moza, esta es una tendencia a la baja especialmente entre las personas de medios urbanos y con un mayor nivel de formación.
Finalmente, la encuesta también revela que la pensión es la principal fuente de ingresos para más del 90 por ciento de las personas mayores, y que sus gastos principales son en alimentación (unos 235 euros al mes), seguido de la vivienda (105 euros) y medicamentos (59 euros).
