El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado este lunes que el Gobierno invierte en Cataluña «un 40% por debajo de la media del conjunto» de España.
Lo ha afirmado en la inauguración este lunes de dos nuevas estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) en Sabadell, donde ha acusado al Gobierno de «continuar con su desidia, dejadez y abandono» en materia de infraestructuras.
Puigdemont ha alegado que estas acusaciones las reconoce el mismo Ejecutivo en el documento de distribución territorial de inversión del sector público estatal, donde indica que Adif ha ejecutado en 2015 un total de 31,7 millones de euros de los 118,4 que estaban presupuestados.
Asimismo, ha señalado que Renfe «tampoco ha cumplido», invirtiendo el 5,1% de los 115 millones presupuestados, y ha detallado que el Gobierno gastó en Cataluña en 2015 un total de 163 euros de media por ciudadano –cuando en Castilla y León fueron 553– y del total de la obra comprometida se ha ejecutado el 70%, mientras que en Madrid ha sido del 127%, ha comparado, ha agregado.
UN CALVARIO Por esta razón, ha continuado, «con estos datos se entiende la desastrosa situación de la R16», la de Barcelona-Tarragona-Tortosa, y ha tachado de calvario lo que tienen que sufrir los usuarios de esta línea.
Puigdemont ha apuntado que esta política de inversiones sirve para «comprobar que los ciudadanos son tratados de forma diferente», aunque ha reconocido que la situación no es nueva, y ha apelado a un estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona que constata que la inversión de Fomento en Cataluña ha caído un 50% entre 2004 y 2014, una rebaja que es el doble de la de otras comunidades autónomas, ha criticado.
Ha recordado que del plan de Rodalies 2008-2015 de 4.000 millones de euros se ha ejecutado un 10%, mientras que en Madrid en el mismo periodo y plan la ejecución ha sido de casi el 100%, ha explicado; y de los 306 millones pactados en 2013 para obras prioritarias para el periodo 2014-2016 «sólo se encuentra en servicio un 4,1%».
Puigdemont ha dicho que la inauguración en Sabadell, junto con obras del último año como la prolongación de los FGC en Terrassa en 2015 y la puesta en marcha de parte de la L9 del Metro, «sirve como contraste en relación al compromiso de la inversión que hacen los que todavía ahora tienen no sólo el dinero, también las competencias para que funcione y no funciona».
