Bendita madurez, podríamos decir, y les explico. El caso es que Viña Salceda, a punto de cumplir 50 años, inicia una nueva etapa, cambia su etiqueta, actualiza sus vinos y renueva sus instalaciones para potenciar el enoturismo. Esta renovación integral se enmarca dentro del Plan Estratégico del Grupo Chivite.
Y así acaban de llegar al mercado los nuevos Viña Salceda, crianza y reserva, que estrenan vestimenta acorde a una nueva etapa de madurez. Son vinos más frescos, afrutados, y con una clara identidad que refleja la tierra y clima en el que viven sus cepas. Son vinos que hablan de Elciego, del río Ebro, de viento del norte, de la flora y fauna con la que conviven, del paisaje y paisanaje. Y del tiempo.
Porque Viña Salceda nació en 1969 y, a poco de cumplir su medio siglo de vida, se renueva por dentro y por fuera. La bodega de la Rioja Alavesa inicia ahora una nueva etapa y lo hace cambiando su etiqueta como signo externo del plan estratégico de la bodega, ofreciendo unos vinos actuales e invirtiendo en la remodelación de sus instalaciones para lograr una experiencia enoturística integral.
Viña Salceda recupera así el valor de la etiqueta y por eso ha apostado por un contenido que transmite algo más que una apariencia atractiva. A través de la marca Salceda se crea una imagen retro que resulta a la vez de total actualidad, y que quiere resaltar su fuerza y vitalidad, centrándose en los conocimientos adquiridos en Viña Salceda en este casi medio siglo: hacer vinos en los que prevalezca la verdad de la tierra y en los que se deje aflorar la esencia de un entorno privilegiado para la práctica de la viticultura.
La nueva etiqueta respeta los criterios fundamentales de la marca, como la clasificación cromática, la iconografía corporativa o unas tipografías reconocibles de añadas anteriores, pero se presenta en un conjunto más limpio, menos recargado de clasicismo. La botella, tipo bordelesa y personalizada, actualiza la presentación con formas más estilizadas, para resaltar la elegancia del producto que atesora en el interior. Quiere ser la más alta expresión de la experiencia: saber prescindir de lo anecdótico y centrarse en lo esencial. Una presentación madura, acorde a los tiempos de una bodega que sabe lo que quiere.
Pero, claro, lo importante está en el interior, en los vinos. Porque Viña Salceda ha cambiado su imagen, sí, pero también se renueva por dentro. Los nuevos vinos llevan la firma de César Muñoz, asesor enológico del Grupo Chivite desde 2011, y reflejan la identidad de la tierra y esta etapa de madurez. Los vinos de Viña Salceda, tanto el crianza como el reserva, reflejan la identidad de Elciego, una zona productora prestigiosa que por la singularidad de sus viñas, clima y tierra es capaz de ofrecer vinos cálidos y amables que conquistan a los paladares más inquietos. Tempranillo, viñedos maduros, clima amable, tierras arcillosas y calcáreas… La bodega y sus fincas gozan de un peculiar microclima, gracias a la cordillera de Cantabria por el norte y la cordillera de La Demanda por el sur, que moderan las influencias atlántica y continental/mediterránea.
Los viñedos están localizados en las vertientes sur y sureste, a una altitud de 410 a 450 metros, junto al río Ebro y la confluencia del río Mayor, donde los vientos son la respiración y la refrigeración de los viñedos, especialmente en los períodos más cálidos del verano. Los viñedos se encuentran ubicados en los términos de Elciego y responden a los nombres de La Dehesilla, El Roquial y Valdefraile.
Se cultiva principalmente la variedad tempranillo, de la que se están haciendo algunas selecciones masales en las parcelas más antiguas; los viñedos son cuidadosamente cultivados de modo tradicional, y, por ejemplo, se labra la tierra en lugar de utilizar cualquier herbicida, y las tareas, desde la poda hasta la vendimia, se hacen a mano, de una manera razonable y sostenible.
Y entrando en los vinos en sí, podemos comentar que Salceda Crianza 2012, ha sido elaborado con uvas de las variedades tempranillo (95%), graciano (3%) y mazuelo (2%). El vino se estabilizó en barricas bordelesas durante 12 meses. De color cereza, muestra un aroma intenso, con predominio de la expresión frutal en perfecta armonía con las notas de crianza y matices especiados. Tiene una entrada amplia, con paso de boca goloso y buen volumen, siendo, en suma, un vino de gran viveza, frescura y equilibrio. Su PVP es de 7 €, la botella de 75 cl y de 14€ la Mágnum (1,5 litros).
La uva procede mayoritariamente de viñedos plantados en suelos poco fértiles
de consistencia media y carácter arcillo-calcáreo que son abundantes en la
Rioja Alta y Alavesa. El criterio de selección de todas las parcelas es el equilibrio productivo que otorga el suelo a la planta y la ubicación en un microclima tendente a madurar total y lentamente. De aquí se obtienen vinos muy equilibrados de cuerpo medio, frescos, frutales. La cosecha 2012 fue una cosecha poco productiva e irregular en lo que se refiere a la maduración. Todo el ciclo vegetativo estuvo caracterizado por la sequía, ya que las lluvias fueron inexistentes hasta finales de septiembre. Finalmente la uva presentó un magnifico estado sanitario y equilibrio entre graduación alcohólica, polifenoles y acidez que permitió elaborar vinos de gran calidad y vocación de guarda.
El vino ha permanecido en barrica de roble americano durante al menos 12 meses, periodo durante el que se realiza un solo trasiego ya al inicio de primavera. El grado alcohólico es del 13,4 % Vol.
De color cereza su aroma es intenso y muy afrutado con predominio de la expresión frutal (endrina,ciruela negra) en perfecta armonía con las notas de crianza y matices especiados. En el paladar la entrada es amplia, siendo el paso de boca goloso, con buen volumen y equilibrio, con un resultado bastante persistente. Destaca el retrogusto de mermelada de fruta (grosella negra) y especias. De gran viveza y frescura y equilibrio, es muy apropiado para degustar embutidos, carnes rojas, aves, caza menor y quesos de media curación, servido a unos 15 ó 16 ºC.
Por su parte, el Salceda Reserva 2011 está elaborado con uvas tempranillo y algo de graciano procedentes de viñedos de más de 40 años. El vino permaneció en barricas bordelesas durante 18 meses. De color rubí, su aroma es a la vez muy intenso y sutil, con frutas negras silvestres y fruta confitada, perfectamente ensambladas con notas de fina madera y tostados. Su paso de boca es denso, estructurado, largo, redondo y con un gran equilibrio ácido. Su PVP es de 12 €, la botella de 75 cl y de 24€ la Mágnum (1,5 litros).
Se elabora con uvas de viñedos propios de más de 40 años procedentes de parcelas como los Pagos de la Flor, los Postes o el Roquial, entre otros. Todas las parcelas tienen un perfil muy parecido, adecuado para una viticultura de gran calidad: entre los 410 m y los 450 m de altitud, y procedentes de viñedos cultivados en vaso tradicional de manera sostenible y asentados en suelos arcillo calcáreos de consistencia media. Su exposición, altitud, suelo y la cercanía al rio Ebro hacen que los viñedos maduren temprano para las coordenadas en que se encuentran, pero de forma equilibrada y completa. Así nacen vinos corpóreos, elegantes y con excelente
acidez, de grado moderado, con un marcado carácter frutal, muy particular de los
tempranillos alaveses capaces de envejecer muy bien.
El vino ha permanecido en barrica de roble francés y americano durante al
menos 18 meses, periodo durante el que se realiza dos trasiegos, llegando a un grado alcohólico del 13,5% Vol. De color rubí, u aroma es muy intenso a la vez que sutil. Frutas negras silvestres -endrina, mora-, fruta confitada, perfectamente ensambladas con notas de fina madera y tostados. El paso de boca es denso, estructurado, largo. Retrogusto afrutado y especiado, con matices de moka y de chocolate negro. Estructurado, redondo y con un gran equilibrio ácido. Con gran potencial de guarda, marida bien con carnes rojas, asados, guisos tradicionales, platos especiados (curry) y quesos poderosos, servido a una temperatura de 16 ó 17 ºC.
Como decíamos arriba, la bodega está en pleno proceso de reforma para adaptarse a esta nueva etapa y ofrecer a sus clientes y visitantes una experiencia enoturística integral. La nueva línea implica que el hecho de acercarse a Viña Salceda suponga conocer y valorar el entorno, entender cuáles son las condiciones que hacen que el área de Elciego sea tan apropiada para el cultivo de la vid y que la experiencia sea integral. La bodega inaugurará en primavera esta su nueva línea enoturística.
Viña Salceda
Ctra. De Cenicero, km. 3
01340 Elciego (Álava)
Página web: www.vinasalceda.es
Teléfono: 945 606 125
