Regreso a los almuerzos de la Cámara de Comercio Sueca en Barcelona. Es una manera de viajar un par de horas a la gastronomía sueca desde el centro de Barcelona, donde se ubica el restaurante Pappa Sven. No resisto la tentación de saborear una deliciosa crema de verduras y de agenciarme con una buena porción de mantequilla para embadurnar la rebanada de pan crujiente, preludio a las albóndigas con puré de patata y salsa de arándanos. Genial ese contrapunto entre lo dulce y cremoso con la acidez de la fruta salvaje.
(No es precisamente ligera la comida sueca, especialmente en la canícula barcelonesa, pero viene de gusto de vez en cuando y es buen momento para rememorar el descubrimiento del local, dos años ha).