Es bonita la exposición del museo barcelonés MACBA dedicada al escultor Jaume Plensa. Por fin el acreditado artista recibe en su propia ciudad el reconocimiento que tantas otras urbes del mundo ya le han dispensado.
La obra de Plensa es profundamente original e inspiradora. Sus estatuas de rostros silentes, alargados y de ojos cerrados son impactantes. Reflejan esos momentos del ser que se encuentra consigo mismo y atiende las dudas más profundas.