(PD/Agencias).- Alejandro Sanz apareció este jueves en Santiago de Compostela pisando fuerte. Con buen aspecto físico y espíritu sereno, el artista madrileño demostró que ha conseguido dar portazo al estrés y al agotamiento que le pulverizó el pasado mayo y que le llevó directamente a la consulta de un psicólogo.
Rodeado de cámaras y periodistas, Sanz anunció este jueves que está «mejor que nunca».
Tanto que, dijo, se muere de ganas de subir a un escenario.
La gira española del autor de Corazón partío comenzará mañana en Santiago de Compostela, un enclave que él no ha escogido personalmente pero que le da «suerte».
Escribe Olga Pereda en El Periódico que allí estará también, junto a él, su gran amiga Shakira. El martes, día 7, actuará en la Ciutadella de Roses (Alt Empordà) y luego proseguirá su camino por una veintena de ciudades.
En Barcelona, sus seguidores tendrán que esperar hasta el 4 de septiembre para verlo en el Palau Sant Jordi. La semana siguiente visitará Madrid, donde repetirá concierto.
Está claro que en estos tiempos que corren más vale asegurarse el pan con la música en vivo.
«La crisis de la industria –afirmó– nos obliga más que nunca a estar encima de un escenario».
El artista evitó desvelar ninguna de las sorpresas que prometió a sus incondicionales. Lo único que dijo fue que los conciertos resultarán «impresionantes».
Ahí van algunos datos: seis pantallas, siete brazos de luz y 14 músicos en el escenario.
Además de deleitar al público con las canciones de su último disco –El tren de los momentos, nombre que ha robado para titular la gira– Sanz repasará las canciones que han hecho de él uno de los artistas españoles de mayor éxito comercial.
Sanz, al que todavía le quedan unos cuantos meses para cumplir los 39 años, dio ayer muchas pistas que confirman que está en un gran momento de su vida. Y fue lo suficientemente humilde como para reconocer que no siempre ha sido así. «El ritmo de vida nos pasa factura, así que es recomendable darse un tiempo para dejar los problemas a un lado», comentó.
El artista, que sufrió un bajón en mayo que le hizo interrumpir su gira mundial en Latinoamérica, aseguró que no tenía ni idea de lo que le pasaba físicamente hasta que los médicos le arrojaron luz.
El diagnóstico fue claro: «Estrés y agotamiento».
El remedio también lo fue: apartarse del mundo. «He descansado bastante y me he dedicado a pensar en mí, algo que no hacía desde hace mucho tiempo», reconoció.
Ante la osada pregunta de una periodista, Sanz zanjó las especulaciones con otra pregunta: «¿Me ves cara de adicto?». Y él mismo respondió: «La verdad es que no».
Tras repetir por activa y por pasiva que su estado de salud es excelente, anunció alguno de sus planes profesionales. Aunque, de momento, solo están en su cabeza.
«He pensado pasar un tiempo con un amigo escribiendo y cantando flamenco». Sobre su vida familiar, el ex de la modelo Jaydy Mitchel anunció que sus hijos están «fenomenal» y que tiene pensado pasar más tiempo en España. «Ya tengo mi casita por aquí», dijo.
