Me trae paz porque lo he sentido aquí, me ha acariciado el hombro
El gran amor de su vida. La bióloga más famosa de nuestro país acudía «nerviosa y emocionada» para enfrentarse a sus fantasmas del pasado en el programa de Telecinco, Más allá de la vida.
Y quién le iba a decir a ella que acabaría contactando con el fallecido jugador de baloncesto quien, además, le habla de un niño en común al que dice estar cuidando y del que está muy orgulloso.
¿Un hijo secreto? Bien calladito se lo tenía Ana García Obregón. Si no fuera por Fernando Martín, quien se apareció a través de la famosa médium de Telecinco Anne Germain, jamás nos hubiéramos enterado de toda esta dramática historia.
«Gracias por el niño». Con estas palabras, Ana se derrumbaba en el plató de Más allá de la vida, después de saber que la presencia que se le acercaba era un hombre joven, entre 25 y 30 años, y de estatura muy alta.
No había duda. Se trataba del gran amor de su vida: Fernando Martín, quien perdió la vida en un trágico accidente de tráfico en el año 1989.
«No tengo dolor, fue todo muy rápido. Nadie hubiera podido hacer nada por mi. No fue culpa de nadie, yo iba muy deprisa. No estaba perdiendo el control, es como si de repente algo fallara, entonces hubo una vuelta de campana», transmitió Fernando.
El deportista no se cansa de pedir perdón, dice que «el momento no fue el adecuado» y entrega a Ana un anillo muy bonito. Asegura que el niño se parece a él aunque no tiene su mal carácter. Ahora suena a arrepentido.
Reconoce que no escuchó a Ana lo suficiente, «escuchaba con las orejas pero no con el corazón» si no, tal vez las cosas hubieran sido diferentes.
EL HIJO SECRETO DE ANA OBREGÓN Y FERNANDO MARTÍN
Al parecer, Anita no se ha olvidado de Fernando y le tiene mucho más presente de lo que muchos pudieran imaginar.
Gracias a Anne Germain, hemos podido saber que guarda una camiseta del jugador de baloncesto, una loción de aftershave o de colonia en un cajón y una fotografía muy especial a la que muy pocas personas tienen acceso.
Y, de repente, Martín dice:
«Estoy dándole a nuestro niño una colonia. Estoy cuidando del niño».
Pero, ¿a qué niño se refiere?, ¿es que acaso Alessandro Lecquio no es el padre del pequeño Álex? Imposible. Fernando murió tres años antes de que naciera el hijo de la Obregón.
Así que todo apunta a que Ana y el jugador de baloncesto esperaban un hijo juntos que nunca llegó a nacer. Porque la protagonista de la historia no ha querido aclarar nada sobre el asunto:
«Eso ha sido muy fuerte, demasiado fuerte (…) Es tan fuerte que no se puede ni hablar».
«Yo lo entiendo, sé a lo que se refiere, para mí tiene sentido. Hay cosas que ha dicho que me dan vértigo, bastante, que quiero entender y no entiendo, que estará todo el mundo preguntándose a quién se refiere, será la pregunta del millón».
«HE SENTIDO A FERNANDO AQUÍ»
El momento más emotivo de la noche llegaba cuando Anita interrumpía a la médium para preguntarle si podía decirle algo a la vibración. Sin embargo, ha sido el mismo Fernando quien ha cortado a la invitada:
«Él dice que sabe lo que hay en tu corazón, sé el daño que te causé, no necesito que lo guardes, ni que tú pidas perdón. No fue tu culpa, Ana, era el destino, tenía que suceder. Deja de culparte, deja de asumirte como responsable, no necesito que pidas perdón».
Con los ojos inundados en lágrimas, Obregón ha asegurado:
«Es que eso era justo lo que quería decirle, quería pedirle perdón, para eso he venido».
Nuevamente el deportista ha interrumpido apuntando que «lo único que necesito es que seas muy madre para nuestro chico, podemos estar orgullosos de ese chico, yo estoy muy orgulloso, siempre. Aunque a veces te hace tirar de los pelos porque no hace lo que tú dices que haga, pero también es mi hijo y se parece mucho a mí. En algunas ocasiones es una persona difícil».
Al despedirse, Anita ha confesado estar totalmente en shock:
«Me ha dicho cosas que no sabía nadie de Fernando (…) Cuando murió me quedé con ganas de pedirle perdón por una cosa que había pasado entre nosotros y eso no lo sabía nadie. No me pude despedir de él, ni pedirle perdón por eso y lo he tenido dentro durante 20 años».
«Me hubiera gustado pedirle perdón porque le mentí en una cosa y él ya lo ha dicho, que no hace falta que le pida perdón. Es que eso no lo sabía nadie».
De hecho, esa noche, ella misma sintió la presencia de Fernando Martín:
«Me trae paz porque lo he sentido aquí, me ha acariciado el hombro».