El Blog de Seline Von Nass: "Unos tipos muy reprimidos y bastante raros"

Japón: La extraña, pervertida y chocante relación de los nipones con el sexo

Prohíben la emisión de genitales o penetraciones, aunque permiten la publicidad de pornografía en plena calle

Sekkusu shinai shokogun, es lo que los medios en Japón llaman el «síndrome de celibato» que parece estar apoderándose de los jóvenes japoneses.

Y que el gobierno NIPÓN interpreta como una catástrofe nacional.

La población menor de 40 años está perdiendo el interés en las relaciones amorosas convencionales, ya no quiere salir en pareja y muchos no quieren ni complicarse con el sexo.

No ocurre con los de más, que son bastante ‘raritos‘.

El serial, en tres tórridas entregas, nos lo ha suministrado Seline Von Nass, quien presenta su blog como el diario de una adicta al sexo.

Para empezar, hay que subrayar que la bloguera no defrauda. Después y como sospechábamos, que los japoneses tiene intrigantes y ‘exóticas’ costumbres -por llamarlas de alguna manera- en materia sexual.

Como no hay nada mejor que comprobar ‘in situ’ las cosas, reproducimos lo esencial de lo contado por Seline:

Mientras en España es rara la película en la que no salen un par de tetas o una escena de sexo en Japón esto sería algo casi impensable.

Es chocante lo diferente que pueden ser las cosas de un país a otro y para que lo comprueben ponemos algunos ejemplos:

Subraya Seline:

Mientras está prohibida la palabra ‘porno‘ (ellos utilizan la palabra dvd) está bien visto que un hombre adquiera un ‘dvd‘ de hentai en el que salgan niñas practicando sexo.

De hecho, mientras aquí ves carteles anunciando el ya famoso «compro oro» allí hay carteles anunciando que se venden dvd’s.

Está prohibida la pornografía infantil, tanto adquirirla como venderla. Sin embargo, ven bien que en las películas de hentai salgan niñas de menos de 10 años practicando sexo o incluso siendo forzadas.

Según el gobierno nipón esto no tiene nada que ver con en el alto nivel de abusos de niñas que hay en Japón.

Cualquier persona occidental puede acceder a un vídeo porno desde su casa sin problemas. En Japón es diferente, (como no)…

Ellos pueden ver shows en directo, eso sí, sin que se vea ni la penetración ni los genitales ya que esta prohibido. Estos shows se realizan en determinados programas para adultos, en los cuales los propios cámaras tapan las zonas pudendas con un artilugio de última generación… ¡un palo con un círculo de plástico en la punta!

Muchas veces los cámaras tapan más de la mitad de la pantalla, por lo que no se ve nada claro… vamos prácticamente como cuando cualquiera de nosotros intentaba ver una peli en el canal + codificado.

Aparte, por supuesto, las actrices no pueden poner cara de placer, ya que, como no, está prohibido.

En Japón no se permite «disfrutar» del sexo. De ahí que, (si habéis visto una peli japonesa lo entenderéis), las actrices pongan cara de dolor y chillen en vez de gemir.

Por otro lado, buscan chicas jóvenes. Para evitar problemas legales, las actrices no se depilan todo el vello púbico.

Japón es el segundo productor de porno en el mundo, y yo me pregunto ¿esto cómo puede ser? Según sus leyes está prohibido poseer o ver porno… pues muy sencillo usan el mismo truco que en los shows en directo.

Pero en esta ocasión durante el montaje de la película se pixelan los genitales.

SEXO EN TODOS LADOS

Aunque parezca mentira el sexo está en todas partes, supongo que será como con los niños pequeños, cuanto más les prohíbes algo más ganas tienen de hacerlo.

Así que hasta cuando uno vuelve del trabajo y mira el buzón de su casa, se encuentra multitud de panfletos con fotografías de chicas desnudas invitando en su anverso a los hombres a usar servicios de prostitución a domicilio, y en el reverso animando a las mujeres a trabajar ofreciendo dichos servicios para la empresa que los anuncia.

En Japón resulta casi imposible huir del material pornográfico. Hay leyes que prohiben la venta a menores de edad, pero ninguna regula la exposición en lugares públicos.

Existe un limbo legal al respecto, el cual permite a las empresas del sector anunciarse abiertamente sin temer ningún tipo de sanción por parte de las autoridades.

La prostitución en Japón esta prohibida, pero sólo es prostituirse el recibir dinero a cambio de la penetración.

  • Hostess Club
    No nos dejemos engañar por el «glamour» que le pueda dar este nombre en inglés. Estos clubs son lo que en España conocemos como locales de alterne. En estos bares uno paga una cantidad de dinero determinada por hora, que le da derecho a consumir bebidas alcoholicas con señoritas que visten ropa ligera y bastante sugerente. Estas van cambiando periódicamente de asiento para hablar con diferentes clientes. El objetivo de las chicas es engatusar a los hombres con falsas promesas para vender el mayor número de bebidas posible, que guarda una relación directa con el sueldo que la muchacha acaba recibiendo. Estos locales también son llamados Kyabakura, que viene del término inglés Cabaret Club.
  • Sexy Kyabakura
    Estos locales son parecidos a los Hostess Club, con la diferencia de que el trato es más personalizado y también se puede besar o tocar directamente a la chica, dependiendo del local.
  • Herusu (del inglés «Health»)
    En estos lugares, uno escoge a una chica entre las fotografías que le presentan y le hacen pasar a un piso, que acostumbra a estar cerca del lugar donde se contrata el servicio. En este lugar, uno puede simular tener una relación sexual con la chica escogida en la fotografía, aunque nunca existe penetración real.
  • Muryou Annaisho («puesto gratuito de anuncios»)
    Estos lugares, anuciados por carteles luminosos con fotografías de chicas en ellos, son los intermediarios entre los clientes y diversos tipos de negocios relacionados con el sexo, especialmente el herusu. Una vez dentro, uno se encuentra con decenas, a veces cientos de fotografías de chicas expuestas en paneles fluorescentes en la pared. Uno escoge la chica que quiere y el empleado, tras llamar por teléfono a la tienda donde pertenece la chica y asegurarse de su disponibilidad, lleva al cliente hasta el local donde puede contratar sus servicios.
    En todos estos locales hay ofertas para grupos, esto quiere decir que cuando salen del trabajo se van todos juntitos a cualquier prostíbulo de la zona y aprovechan los descuentos por grupos, como si de un parque de atracciones se tratase…

LUGARES DE CULTO SEXUAL EN JAPÓN

  • Imekura o «Clubes de Imagen»
    Son lugares donde el fetichismo campa a sus anchas. Cada club está especializado en una imagen concreta y en su correspondiente uniforme: colegiala, enfermera, policía, azafata… Los más «tradicionales» son los «Maid Cafés», donde las camareras van vestidas de criadas y tratan a la clientela como «auténticos señoritos».
    Algunos Clubes están especializados en exhibicionismo, con lo que un cliente puede contratar a una colegiala para que le acompañe en un viaje en metro, por ejemplo, y practicar sexo con ella en el andén, o incluso en el vagón.
  • Love Hotels Habitaciones temáticas y totalmente equipadas para el «amor» que se alquilan por horas.
  • Hosts Clubs Lugares donde acuden mujeres y pagan por la compañía de jóvenes apuestos que las entretienen, conversan con ellas, las aconsejan y en ocasiones (dependiendo del local) comparten sexo. Los chicos tienen entre 18 y veintipocos años.
  • Salones Rosas. O «Pink Salons»
    Son locales especializados en sexo oral. Están haciendo furor por sus precios casi ridículos. Son locales con baja iluminación donde cada cliente se sienta, y al cabo de un rato, una empleada se le acerca y le practica sexo oral. Al cabo de unos diez o quince minutos, se acerca otra chica diferente para hacer lo mismo, y así sucesivamente hasta agotar el bono de tantas sesiones como el cliente haya comprado.
  • Terekura o «Clubes de Teléfono»
    Fomentan el primer contacto de muchas jóvenes con el mundillo de la prostitución. Los clientes, siempre hombres, van a estos clubes, se sientan en un cubículo que tiene un teléfono a esperar la llamada de alguna de estas jovencitas. Para las chicas, el número de teléfono es gratuito; es el cliente el que corre con los gastos de la llamada. Suele ser una de las formas más habituales para el «Enjo Kosai».
  • Kaiten Zushi Baxy Club
    Luces negras y música techno envuelven este club. Un lugar donde las chicas (con pintorescos nombres como «gamba» o «atún») van rotando entre los clientes cada dos minutos, como si de un restaurante en el que desfila sushi se tratara.
  • June Bride Soapland
    En este famoso burdel los hombres pagan hasta 92.000 yenes (615 Euros) para que las chicas, vestidas de novia (previamente seleccionadas a dedo) los bañen (entre otras cosas). Cada vez que una de estas «novias» acompaña a un cliente desde la entrada principal hasta una habitación más íntima, la marcha nupcial de Wagner suena en los altavoces.
  • Gambo
    Jueces, abogados, policías y demás tipos encargados de la ley y el orden acuden a este local. Allí pueden jugar a ser el poli malo de un interrogatorio. Todo vale para sacar a la inocente chica «todo lo que sabe». La celda incorpora esposas, foco, y un suelo de espejo.
  • Air Touch Club
    En este club de Osaka los clientes reciben algo más que unos auriculares y una manta si deciden ir sentados en la «Clase Business». Las azafatas estarán a tu entera disposición, y siempre con una sonrisa en la boca.
  • Dayo Zenin Syugo
    En el famoso hotel de Osaka puedes escoger una chica a la que usar como lienzo. Pintas con tinta y pincel tradicional sobre su piel, y antes de irse, la modelo estampará una huella de sí misma en un papel especial que puedes llevar a casa como recuerdo.
  • Cosplay Garden Club
    En él puedes disfrazar a las chicas con los trajes de tus personajes de anime favoritos.

AFICIONES RARAS Y FILIAS CURIOSAS

  • Burusera
    Los hombres compran ropa interior usada a las jovencitas, que sacarán un extra más jugoso cuanto más usada esté. Las prendas se guardan en cajas para preservar su estado «original». Esta costumbre se extiende a los uniformes de colegiala y llega hasta el punto de adquirir la saliva. Sí, también se compra la saliva de las «jovencitas».
    Resulta que por allí el negocio de compra-venta de ropa interior usada es uno de los más lucrativos. Estos artículos se encuentran en cualquier kiosco o papelería junto a las revistas eróticas. En los paquetes podemos ver a la chica a la que pertenece la ropa interior con esta puesta.
    El valor de la prenda varía, los sujetadores suelen costar 20 euros mientras que las braguitas depende. Si son braguitas usadas simplemente cuestan alrededor de 20 euros, si están meadas o corridas alcanzan los 60, 90 euros. Hay quien compra esta ropa para ponérsela a las Orient Dolls (sí sí las mismas que prostituían) para que huelan a mujer de verdad. Pero no solo se venden bragas y sujetadores. La ropa deportiva es otro de los grandes productos y el que mayor valor alcanza son los uniformes escolares que pueden alcanzar hasta los 260 euros.
  • Enjo Kosai
    Es el nombre de las citas entre hombres maduros y colegialas, a veces sólo para pasear juntos de la mano, y a veces para tener sexo. Es el medio que usan las jóvenes para conseguir artículos de lujo y de marca.
  • Pantsu Getta
    El nuevo juego de moda. Comienza cuando una mujer publica un mensaje en un foro anunciando que ocultó su ropa interior usada (y que ya no necesita) en una determinada zona de la ciudad. Entonces, todos los interesados deberán buscar la prenda en la calle y pedir más pistas a la chica a través de Internet. El juego concluye cuando el afortunado comunica los detalles en el mismo foro, entre otras cosas para que nadie siga buscando.
  • Densha Go Go
    Es un vagón de tren con capacidad hasta para 14 clientes a la vez. Allí sus ocupantes pueden dar rienda suelta a sus perversiones y acosar en grupo a las chicas.
  • Prostíbulos de muñecas de silicona
    En Japón tuvo relativo éxito la venta de muñecas hinchables de altísima calidad. Eran muñecas que tenían una textura muy próxima a la piel humana y no tenían costuras.
  • Orient Doll
    una empresa dedicada a éste negocio incluso ofrecía en el caso de fallecimiento del dueño hacer un ritual budista para que la muñeca descansase eternamente con él. Las muñecas tienen varias apariencias, realistas, basadas en dibujos de manga, apariencia muy infantil, etc. Como eran bastante caras (unos 4500€) a alguien se le ocurrió alquilarlas para que todo el mundo pudiera disfrutar de éstos objetos dando lugar a clubs de alterne de muñecas hinchables y a negocios de alquiler de éstas.

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