Desde que Juan Carlos I firmó la abdicación la tarde del miércoles hasta las 00.00 del jueves que Felipe VI comenzaba a ser Rey, a la Selección le dio por abdicar de su título
Era el partido decisivo para España en el Mundial de Brasil. O ganábamos o estábamos fuera en tiempo récord… y nos llevamos la del Guiness. La vigente campeona del mundo haciendo la maleta rápidamente; dos partidos y para casa. Visita exprés y «Maracanazo».
Los que estuvieran sufriendo porque Martín Casillas Carbonero estaba solo en España lejos de sus currantes padres, ya pueden dormir tranquilos que en breve los tiene en Madrid.
Después de la humillación holandesa del maldito viernes 13 llegó la chilena, con doble dosis de sorna porque ellos claman que «La Roja es nuestra» y al final lo mismo tenían razón. Y eso que la batalla psicológica la comenzamos ganando nosotros, que íbamos de «Rojo» mientras que ellos iban de blanco.
Poco nos duró la ventaja metafísica de los colores porque Chile comenzó arreando fuerte y ya estuvo a punto de marcar en el minuto 1. Tardó apenas 19 minutos más.
Y eso que algunos chilenos tenían (o deberían tener al menos) el corazón dividido. No en vano, varios de ellos se ganan las habichuelas en equipos españoles, y el barcelonista Alexis encima tiene una novia cañón y española, Laia Grassi. Esta noche, por lo menos, que duerma en el sofá… Es lo menos.
Tampoco es que tuviera demasiado trabajo, pero el portero de la Real y presunto próximo fichaje del Barça Bravo no nos lo puso fácil.
Claro que por esa regla de tres también debería haber tenido el corazón dividido el valencianista Vargas y menudo celebraba el gol que nos metió, y nos hundió, en el minuto 20. Como si no hubiera mañana, oiga.
El remate del tomate nos puso la puntilla a punto de llegar al descanso (gol psicológico, que se llama, el de Aránguiz) y desde ahí no levantamos cabeza.
En la segunda parte la tuvo Busquets en los pies, pero nada le salía bien a España, que se apea del Mundial con solo dos partidos disputados y el debate generacional abierto.
Hinchas brasileños se ríen de #Esp, eliminada http://t.co/FZpkX8WqFx #Brasil2014
— canchallena (@canchallena) junio 18, 2014
Los más guasones recordaban en Twitter que a la hora en que España se jugaba la vida estábamos sin Rey.
Desde que Juan Carlos I firmó la abdicación la tarde del miércoles hasta las 00.00 del jueves que Felipe VI comenzaba a ser Rey, a la Selección le dio por abdicar de su título y de la estrella que luce en el pecho.
Todo hay que decirlo, algo de guerra sucia sí que había. Que le pregunten a la Larisa Riquelme chilena, Fran Undurraga, que para animar a los suyos no sólo ha lucido generosos escotes por los programas de televisión de su país, sino que hasta se marcó un caliente body painting, senos al aire sólo cubiertos de pintura, para motivar a los jugadores chilenos. Lo más que vimos de Sara Carbonero antes de comenzar el encuentro fue una masculina camisa azul marino y unos jeans…
No hay color. Y encima este año la reportera de Telecinco se queda sin momentazo-beso en vivo y en directo.
Eso por no hablar de la actriz porno chilena Marlen Doll que prometió 16 horas de sexo gratis a quiénes quisieran visitarla si Chile ganaba a España.
Teniendo en cuenta que prometió 8 horas de sexo gratis si Chile ganaba a Australia y lo cumplió… no es de extrañar que miles de chilenos hicieran fuerza mental conjunta para que una de las Rojas mordiera el polvo… y era la nuestra.