La esclavización de las familias de los 'kuffar' (infieles) y la toma de sus mujeres como concubinas, es un aspecto firmemente establecido por la 'sharia'
Nadia Murad, galardonada este 2018 con el Premio Nobel de la Paz junto con el médico congoleño Denis Mukwege, es la voz de la conciencia de los yazidíes y la joven heroína que transformó en dignidad la humillación y la esclavitud a la que el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) sometió a su milenario pueblo.
Todo cambió para Nadia Murad el 3 de agosto de 2014. Aquel día la comarca iraquí de Sinyar, donde nació y creció la joven que hoy tiene 25 años, vio como una columna de vehículos del ISIS llegaban para iniciar una operación salvaje de sometimiento y de exterminio.
Una operación de exterminio
Su objetivo era acabar con los yazidíes, una minoría religiosa de etnia kurda asentada en el norte de Irak, cuyas raíces se remontan a 2000 años en los que ha sufrido 74 genocidios, y a los que los yihadistas del ISIS consideran infieles.
La masacre del grupo terrorista supuso la muerte de unas 5.000 personas, según cálculos no oficiales, y la esclavitud de alrededor de 3.000 niñas y mujeres que fueron sometidas a ventas y reventas para su explotación sexual.
Miles de mujeres yazidíes fueron secuestradas por miembros del Estado Islámico en su ‘santa cruzada’ a través de territorio kurdo (Los fanáticos del Estado Islámico esgrimen el Corán para justificar el secuestro de mujeres y su uso como esclavas sexuales).
Tras su masacre de civiles, niños incuidos, los yihadistas las capturaron y cada cierto tiempo las ponían a la venta en un ‘mercado’ público al que acudían sonrisa en ristre, haciendo bromas y discutendo sobre cómo van ser sus ‘esclavas sexuales’ (El Estado Islámico cuelga etiquetas con precio a las esclavas sexuales ‘adoradoras del diablo’ ).
En el vídeo que acompaña a estas íneas, con subtítulos en inglés, puede verse la actitud de estos salvajes antes de la compra. Sucedía en Irak (El espantoso calvario de las esclavas sexuales del Estado Islámico ).
BROMAS
Uno de ellos bomea sobre si su ‘compra’ será una niña de 15 años y, si así fuera, como comprobará antes sus dientes, no vaya a ser que no tenga: ¿Que haré con una sin dientes, mejor la disparo».
Se comenta el precio, sobre si la infortunada tiene los ojos azules -con lo que costará más-, y otras cuestiones no menos lamentables.
Para ellos la esclavización de las familias de los ‘kuffar’ (infieles) y la toma de sus mujeres como concubinas, es un aspecto firmemente establecido por la ‘sharia’ o ley islámica.