(PD).- Un niño de 11 años encontró en Australia los cadáveres de sus hermanos de 18 meses en avanzado estado de descomposición al seguir el olor a putrefacción que salía de su dormitorio, informó hoy la justicia.
Los mellizos, una niña y un niño, llevaban al menos una semana muertos, según los forenses. La madre, de 30 años, fue arrestada y hoy comparece ante un juez en Brisbane. El juzgado ordenó que se le hagan tests psiquiátricos.
El hijo de 11 años alertó a la madre sobre el hallazgo y le dijo: «Ahora sé por qué llorabas», según el agente policial Michelle Clarke. «Creo que no les di suficiente de comer», declaró por su parte la madre. Los mellizos pesaban sólo 3, 6 y cuatro kilos, poco más que un niño sano al nacer.
La madre vivía en la casa junto con un hombre de 28 años y otros cuatro niños. El hombre también fue detenido -ambos sin derecho a fianza- y los pequeños son cuidados ahora por la abuela.
Los niños señalaron a la policía que vieron sólo pocas veces a los bebés desde su nacimiento, mientras que la madre admitió que sólo les daba un biberón de comer y que los cambiaba de vez en cuando.
