La Policía Nacional ha detenido en Madrid al atracador de bancos más activo de los últimos años, que asaltaba entidades bancarias para pagarse su adicción a las tragaperras. El arrestado llegó a gastarse 6.000 euros en tres días en estas máquinas.
Según informó la Policía, el detenido es Ricardo L.M., de 35 años, y es autor de al menos 29 robos con violencia e intimidación en diversas sucursales bancarias de la Comunidad de Madrid. En todos los casos cometía los atracos disfrazado con una gorra, gafas de sol, diversos elementos postizos y un arma de fuego con la que amenazaba a los empleados.
El atracador obtenía mediante esta actividad delictiva el dinero necesario para costear su adicción a las máquinas tragaperras. Es el atracador más activo de los últimos años, ya que era buscado desde 2002, por lo que se calcula que desde entonces podría haberse hecho con un botín de 285.000 euros.
Hace tres días, el arrestado cometía su último atraco en una entidad bancaria situada en la Avenida de Badajoz de la capital de España. El asaltante amenazó a los empleados con un arma de fuego y, tras apoderarse del dinero, abandonó rápidamente el lugar.
DESCUBIERTO IN FRAGANTI
Por el modus operandi utilizado y la descripción dada por los empleados de la entidad bancaria, los investigadores relacionaron este hecho con otros de similares características perpetrados posiblemente por un mismo individuo.
El Grupo de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial puso en marcha inmediatamente el dispositivo para localizar a dicho individuo, por si pudiera estar aún en las inmediaciones de la entidad bancaria.
En una sala de juegos próxima al lugar de los hechos, los agentes sospecharon de uno de los individuos que se encontraba en su interior. Aunque había cambiado de indumentaria, la correa del reloj que portaba en ese momento les hizo sospechar que podría tratarse del autor del robo. En ese instante los agentes procedieron a identificarle y éste les manifestó que su documentación se encontraba en un vehículo de su propiedad aparcado en las inmediaciones.
Los agentes le acompañaron hasta el coche y le pidieron que abriese también el maletero. Allí descubrieron parte del botín conseguido, las prendas utilizadas en el atraco, el arma de fuego con la que intimidó a los empleados, así como otros elementos de disfraz utilizados en robos anteriores.
