Crimen y castigo

Esta es Pilar Baeza, la candidata de Podemos a alcaldesa de Ávila, que fue condenada a 30 años por asesinato

Urdió con su novio la muerte a tiros de un amigo que, según dijo ella, la había violado. Ocurrió en 1985 en Leganés (Madrid)

Esta es Pilar Baeza, la candidata de Podemos a alcaldesa de Ávila, que fue condenada a 30 años por asesinato
Pilar Baeza EE

Desde luego que como candidata resulta de los más atípica. (Así fabrica Podemos sus ‘fake news’ con una herramienta que hace que parezcan reales)

A lo largo del mes de agosto de 1985, después de que Baeza contara que Manuel López la había violado, su novio Manuel García aprovechó la enemistad que Juan Carlos Torres tenía con el supuesto agresor y planearon meticulosamente el asesinato. El móvil era, por supuesto, la venganza por la presunta violación, según recoge Diego Rodríguez Veiga en El Español.

Según la sentencia del caso, entre todos decidieron que acabarían con la vida de Manuel López el 8 de septiembre de 1985. Lo harían y depositarían el cadáver en un pozo que había en un campo del término municipal de Villanueva de Perales (Madrid). Se trataba de un sitio alejado y recóndito que tanto Pilar como los dos asesinos materiales ya conocían.

Era el sitio perfecto. Nadie les vería, las autoridades tardarían en encontrar el cadáver y estaba alejado de donde vivían todos. Nadie sabría cómo Manuel López acabó ahí. (La estulticia de Pablo Iglesias, las ‘fake news’ y la descomposición de Podemos)

Ese mismo día 8, la ahora candidata de Podemos acudió a la tienda de sus padres tras su jornada laboral y cogió una escopeta de caza de dos cañones que estaban reparando en el local.

Su plan era devolverla tras el asesinato, antes de que volviera a abrir la tienda, y cuando fuera a recogerla su legítimo dueño las pistas se difuminarían, como en la película Match Point de Woody Allen. De hecho, el arma homicida nunca se encontró.

Tal y como se probó en el juicio, Pilar le entregó el arma a su novio y a Juan Carlos, que la escondieron en el capó de su Chrysler modelo 180 y se fueron a buscar a Manuel López. A López ni se le asomó la idea de que ya estaba en el tiempo de descuento. Quizás por eso aceptó subirse al coche con los que horas más tarde se convertirían en sus asesinos. Eran las 23:00 de la noche, le dijeron que se iban de fiesta a la capital, él aceptó y pusieron rumbo a una discoteca en la Gran Vía madrileña. Ahí pasaron unas horas hasta que se cansaron y decidieron marcharse al sitio en el que matarían a su amigo.

La sentencia recoge que buscaron y se ampararon en la noche «para mayor facilidad en la comisión delictiva». Cuando llegaron al campo, todo sucedió rápido. El novio de Pilar Baeza, según quedó acreditado, le recriminó la supuesta violación a su entonces amigo y se enzarzaron en una disputa. López salió del coche y el novio de Baeza cogió la escopeta. «No tienes cojones para disparar», le espetó Manuel López. Cuatro disparos después, López yacía muerto.

Todos los tiros habían impactado en zonas vitales. Justo después, Juan Carlos, que todavía seguía en el Chrysler salió del coche y llevaron el cuerpo al pozo donde lo tiraron y hundieron con piedras y maderas que había en la zona. Al acabar, fueron de nuevo a casa de Pilar Baeza y le devolvieron la escopeta.

«Ya estás vengada», le dijo su novio, según las confesiones.

 

En el juicio, que concluyó dos años más tarde de que se entregaran, los tres salieron culpables. Tanto Pilar Baeza como su novio y Juan Carlos fueron condenados a 29 años de reclusión mayor por el delito de homicidio premeditado y un año de prisión menor por tenencia ilícita de armas. A los autores materiales se les añadió una multa de 50.000 pesetas por inhumación ilegal, ya que enterraron el cadáver.

La defensa de Baeza intentó un atenuante haciendo referencia a su situación mental. Pero, aunque los informes forenses reconocen que era manipulable, con rasgos neuróticos y de escasa dotación intelectual, la consideraron dentro de los parámetros de la normalidad. A pesar de que la ahora candidata de Podemos no se encontraba en el momento de los hechos, la sentencia recoge que tenía conocimiento de lo que iba a suceder y que se implicó «tanto de forma previa como posterior al instante de la ejecución delictiva». Esto, el tribunal lo supo gracias a que el novio de Baeza lo reiteró «de forma contundente y tajante en el acto del juicio oral».

Pero la candidata de Podemos no pasó los 30 años de la condena en prisión, por motivos que este periódico no ha podido concretar. En 1992, siete años después de su participación en el asesinato de Manuel López, Baeza abrió su gimnasio Giocare, situado en la calle Doña Vicenta Manzanedo de Ávila.

La actividad política de Pilar comenzó a partir de 2012. «En ese año descubrí que todos los ahorros que heredé de mi padre me los habían robado en una de las entidades bancarias más prestigiosas de esta ciudad», relata, en primera persona, Baeza en su biografía de una página oficial de Podemos.

Eso impulsó a Baeza a formar parte de la Plataforma de Afectados por las Preferentes de Ávila, donde llegó a ser su portavoz.

Su momento de gloria le llegó a principios de febrero de este año, cuando se celebraron las primarias municipales de Podemos en varias localidades de Castilla y León.

Ahí por fin obtuvo su ansiado puesto político y salió elegida como cabeza de lista para la alcaldía en Ávila.

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