Sin ser un film especialmente brillante, es entretenido y tiene un desarrollo que no deja de tenerte pegado a la pantalla, a pesar de que a veces se hace un poco densa.
La historia cuenta la dura sensación que tiene un médico a la hora de jubilarse, buscando la escapatoria en volver a su pueblo natal para seguir con su oficio e intentar ser feliz.
Pero los problemas le empiezan a surgir sin quererlo, especialmente por una sociedad viciada y temerosa de un régimen político comunista donde el abuso de poder del alcalde corrupto del pueblo le hace la vida imposible. Sus pocos amigos, el cura del pueblo y la música le ayudan a sobrellevar la tiranía del `mandamás´, pero no es ese solo su problema.
La dirección y el guion del oscarizado István Szabó son correctos, sin más, pero la actuación de Klaus Maria Brandauer es sobresaliente.
Realmente te hace pensar en cosas tan importantes como la jubilación, el amor, el desamor, la amistad, la muerte…
3 ***