La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Adiós a la década del 11-S

Según la medida del tiempo que toma a Cristo como referencia, acabamos de despedir la primera década del primer siglo del tercer milenio. Onomástica que huele a Historia. Y a revisión. Puesto que milenio y siglo se nos quedan aún lejanos, más en el campo del vaticinio alocado, y el año sabe a poco, considero significativo discernir la fragancia que ha dejado la década. Así, si pienso en cuál ha sido el acontecimiento por el que se recordará este decenio, creo que me incluyo en un consenso generalizado: el 11-S.

El 11 de septiembre de 2001 el telediario de las tres de la tarde se convirtió en una película catastrofista, de las que muestran cómo se acaba el mundo en menos de lo que se dice amén. Con la diferencia de que el film era en directo… y era real. Desgraciadamente real. Al igual que en nuestro 11-M –para mí, y creo que también coincidiendo con el análisis mayoritario, la gran punzada de la década española–, comprobar tal explosión de pánico social, producido por la magnitud de un atentado terrorista masivo, supuso que Occidente, por primera vez desde que se sintiera omnipotente tras la caída del Muro de Berlín –¿Alguien niega que el fin del comunismo soviético fue el acontecimiento que marcó la transición de la década de los 80 a la de los 90?–, se supiera humanamente débil.

El 11-S el mundo supo Francis Fukuyama se había equivocado en su sentencia final. La Historia no había llegado a su cenit con el triunfo del modelo democrático-liberal-capitalista. Tal vez, las ideas políticas sí agonizaran. Pero la fuerza del fundamentalismo religioso islamista iba a encender peligrosas antorchas –¿O tal vez fueran otros los que las encendieron?– en capitales como Kabul o Bagdad. Teherán se mantiene en stand by. Y otras teas menos espirituales esperan. La década de la debilidad occidental se cierra con hecatombe en la crisis económica global. Más inseguridad, más pánico. Esperando el declive del Imperio Obámico, China –capitalismo, comunismo y total ausencia de cuestionamientos morales, un cóctel imparable, aunque maquiavélico– y los Dragones Asiáticos.

No es por ser agorero, pero creo que nos espera una década menos humana aún. Hasta ahora hemos presenciado el mayor horror de la Historia: más de medio mundo agoniza de hambre, sed, miseria y enfermedad, sufriendo las consecuencias de la lógica keynesiana: para que unos pocos vivan mucho mejor, muchos han de sobrevivir mucho peor. Así es el mundo “moderno”. Y eso que a Occidente nos queda el eco, cada vez más lejano, de ideas y credos que nos recuerdan el valor de las palabras igualdad, solidaridad, libertad o derechos humanos. Aún nos quedan la Grecia socrática, el Derecho Romano, el Cristo del Amor o la Ilustración de la lógica. Las bases las tenemos en los libros. Pero, si ya hemos optado por guardar éstos en un cajón, ¿qué haremos si hasta la democracia corrompida es sustituida por el absoluto pragmatismo de una tiranía económica despiadada hasta el punto de no guardar ni un mínimo las apariencias “buenistas”? ¿Y si no somos capaces de apagar el incendio de odio del fundamentalismo islamista que no dudaría en masacrar a los «infieles» no musulmanes?

Perdón por el pesimismo de este español que alucina al ver cómo en su patria los temas mediáticos son la cara de Belén Esteban; la conveniencia de abolir las corridas de toros; la imperiosa necesidad de prohibir fumar en los bares y discotecas tres años después de que éstos se reformaran para alojar a fumadores y no fumadores; o saber si el Zapatero institucional “va a sacar a Europa de la crisis” mientras el Zapatero ejecutivo gobierna sobre el país más enfangado en el drama del desempleo.

¿Sonreiré aliviado si leo este escrito en el primer día de la tercera década del primer siglo del tercer milenio? ¿Se podrá aún leer lo que se quiera, en papel o en digital? ¿… Estaré vivo?

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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