La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Alucinación acervezada ante Red Hot Chili Peppers

Medianoche de anoche en mi Arganda del Rey. Rock in Rio 2012: tocan los Red Hot Chili Peppers. Míticos. Pese al dolor de cabeza arrastrado de varios días de fuertes emociones, coincidiendo con la figurada apertura del telón, cae una cervecita. El efecto es instantáneo: mientras suena ‘Californication’ y aparezco rodeado de turbios seres melenudos adosados a un cigarro de enormes dimensiones cuyo filtro desconocido desprende un cierto olor afrutado, inmediatamente, estos muchachotes se transforman a mi vista en la cuadrilla de José Tomás el día de la última corrida en la Monumental de Barcelona.

Todos danzan, calzada la montera en la verga, cuando de pronto surge el mito. Traje de luces de luto (el mismo del día del liberticidio), mechón canoso a lo Manolete y gesto reconcentrado. Entonces, se inicia el arte, siendo yo, por sorpresa, el ente que se conduce entre ensoñaciones tras la muleta. Sí, inconsciente, pero soy el toro. Aunque llegado el momento álgido, la espada es sustituida por un cachete en toda la jeta. El de José Tomás es cariñoso (por primera vez, sonríe), pero el de cada uno de los miembros de su cuadrilla supone una paliza en toda regla.

Recuperado de la cascorrada, recojo mi camiseta de Obama y me levanto. Sigo rodeado de masa. Eufórica, estallante, orgásmica. Suena ‘By the Way’. La emotividad revienta cuando los integrantes de la banda muestran orgullosos las camisetas de España con las que van ataviados. La estrella de los campeones luce imperial en la pechera. Todos los presentes gritan, pero creo que solo yo, a causa de los efectos de la cerveza que adivino ya de efectos alucinógenos, soy el que consigo ver lo que ocurre en realidad. Estamos en el Olímpico de Kiev, en la verdadera final contra los italianos, que se juega en este instante y no el pasado domingo. Minuto 90 y 0-0 en el marcador. Sí, volvemos a la agonía.

La tiene Iniesta. Desborda a un par de golfillas con alas de hada que repartían a la entrada. El esférico está ahora en manos de Xavi Alonso, que hace la pared con la carota colorada de un pavo de mirada despistada cuya única ropa es un traje de pimiento rojo picante. Vuelta la bola a sus pies, esta vuela en un estratosférico pase largo hasta la cabeza de Sergio Ramos. Justo en el instante en que el nuevo Panenka se dispone a un racial remate de cabeza, el balón es interceptado por el pechazo desorbitado de una rubia descocada. Finalmente, el resultado es el mismo: la teta derecha conduce el balón justo a la escuadra de un Buffon que no puede hacer nada pese a su magistral y felina estirada. Me abrazo eufórico a la teta izquierda, y a Casillas. Y grito gol-gol-gol-gooool con todas mis fuerzas. Esto es lo único que ven los que solo ven con los ojos y no el corazón: a un acervezado alucinado que se aprieta contra un pecho y un ente invisible, mientras llora de emoción.

Los seguratas no tardan en venir a por mí. Corro, corro, corro. Brutales, los Red Hot Chili Peppers cantan al espíritu y a los cielos un gutural ‘Can’t Stop’. No, no me paro. Corro, corro, corro. Ayudado, ahora sí, por la cuadrilla de José Tomás, tornada en amiga furgoneta con la que vuelo. Por los aires, junto a lo más alto del escenario que recuerda a un diseño de Guggenheim, aún tengo tiempo de mirar abajo. Pepe Reina, abrazado al guitarrista más loco de los Red Hot, me guiña un ojo y me susurra un “hemos ganado” que me hace derramar alguna que otra lágrima.

Huyo, me voy a Nueva York. Por tres razones: en Times Square hace falta más de una cerveza para distorsionar la realidad, las luces de neón anuncian que España ganó el Triplete con el gol de un objeto no identificable y allí me espera mi reluciente mujer. Continuamos nuestra luna de miel. Que nunca se acabe.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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