¿Un poquito desastre para realizar una mermelada? Con esa simplísima receta y la ayuda de jugosas peras, uno de los regalos con más encanto de la huerta otoñal, triunfará sin estrés ni bochornosa escandalera de cacerolas.
Hoy, confeccionaremos nuestra receta con esa fruta delicadamente armonizada con un té negro de bergamota, con la reina de las orquídeas, la aromática vainilla y la morena canela, con los cuales funciona maravillosamente.
Por tanto a sus delantales y potitos, que hervirá con antelación y secará perfectamente. Infusar 50 gr. del té precitado, medio litro de agua mineral desmineralizada (tipo Solán de Cabra), perfecta para ese tipo de preparación. Dejar infusar unos 6′ largos, hasta obtención de un jugo fuertemente aromático.
Filtrar y verter la infusión en otra gran cacerola de fondo espeso con 2kg de peras (peladas, vaciadas, cortadas en daditos), 300 gr. de azúcar cristalizado o más si es predilecto de sabores más dulces, el interior raspado de dos vainas de vainilla, una pizca de canela molida y cáscaras de cítricos a discreción. Cocer unos 50′ a fuego manso. Retirar vainilla y cáscaras, verter en sus potitos reservados, taparlos enseguida para evitar la formación del moho.
