Hay mujeres cuya belleza traspasa lo físico; lo trasciende. Son hermosas. Se conocen a la perfección y saben cómo hacer para lucir siempre radiantes y a la perfección. Hoy las llamamos it girls. Pero antes de que ese término apareciera en nuestro vocabulario ya las conocíamos. Han sido ejemplo a seguir. Han dado testimonio de elegancia.
En 1929, Nueva York vio nacer a una mujer discreta y bella que se convertiría tiempo después en Primera Dama de los Estados Unidos: Jacqueline Kennedy. Su paso por París, donde estudio Artes en la Universidad La Sorbona, marcó su inconfundible estilo. De hecho, quedó maravillada por el diseño francés y comenzó a usar ropa de los diseñadores parisinos, no sin recibir abundantes críticas de sus conciudadanos por alejarse de las propuestas norteamericanas. Su modisto preferido fue Oleg Cassini, que se convertiría en su modisto de cabecera- Y en marcas, Givenchy, Bob Bugnard, Christian Dior, Federico Forquet, Ann Lowe, Valentino o Chanel, fueron una constante en su fondo de armario.
El estilo de Jackie sigue hoy siendo admirado e imitado.
Jackie era una amante de las compras, del diseño y la decoración. De hecho, impulsó una gran reforma del interior de la Casa Blanca siendo Primera Dama. Durante el entierro de su marido, el periódico londinense The London Evening Standard dijo de ella: «Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre habían deseado: majestuosidad». Y la majestuosidad se emanaba de su porte distinguido y esmerado y del cuidado de todos y cada uno los detalles hasta el extremo.
También en 1929, pero esta vez en Filadelfia, nació una mujer de mirada angelical y cabellos dorados: Grace Kelly. A pesar de la oposición familiar, la joven Grace lucho denodadamente para convertirse en actriz. Y lo consiguió, y con creces. En su corta carrera cinematográfica fue una de las actrices preferidas de Hitchcock, obtuvo una nominación a los Oscar por Mogambo y a los 25 años se hizo con la estatuilla a Mejor Actriz Principal por su papel en The Country Girl. Casarse con el Príncipe Rainiero de Mónaco, convertirse en Su Alteza Serenísima la princesa Gracia Patricia de Mónaco y renunciar al cine, -aquello por lo que tanto había luchado- fue todo uno. Su figura y estilo, repleto de finura y gusto, dieron nuevos aires al Principado.
Grace Kelly brilló con luz propia en sus películas.
En el continente europeo, y en época más reciente, tres mujeres acaparan portadas y estilo: doña Letizia, Kate Middleton y Carla Bruni. La actual reina de España nació en Oviedo en 1972. De pequeña recibió clases de ballet y estudió Periodismo en la UCM de Madrid. Ha trabajado en ABC, la agencia EFE, el diario La Nueva España y donde adquirió mayor popularidad fue durante sus años en RTVE. Mucho debate generó su noviazgo con don Felipe y posterior matrimonio. Pero lo que se observa es que desde que doña Letizia se convirtió en imagen pública en nuestro país, y más aún reina hace unos meses, cuida al detalle sus apariciones públicas, tanto en indumentaria como en porte.
La reina Letizia acapara las portadas de miles de revistas de moda.
La jovencísima Kate Middleton, duquesa de Cambridge, sigue la estela de las it girls de la historia. Como mujer estilosa que es, dicen de ella que hay días en los que se cambia hasta seis veces. Su gusto por la ropa le llevó, tras graduarse en St. Andrews, en el intento de lanzar una línea para niños. Y en cuanto a la moda, no entiende de precio, porque no es infrecuente ver a Middleton con ropa o complementos lowcost para sus visitas y actos oficiales que le sientan a las mil maravillas.
La joven duquesa de Cambridge maravilla la mundo con sus outfits.
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La ex modelo, cantante y actriz, Carla Bruni, respiró de niña el arte y la música de la mano de su madre Marisa Borini. Con 19 años dejó los estudios para dedicarse al mundo de la moda. Pocos años después, en la década de los ochenta, se convirtió en icono para las revistas de moda y diseñadores como Yves Saint Laurent, para el que desfiló en diferentes ocasiones. A la moda, se unen en la vida de Bruni la música y el cine. Ha sacado cuatro discos y ha trabajado como actriz para Woody Allen en la cinta Midnight in Paris. Durante sus años como Primera Dama del presidente francés Nicolás Sarkozy, Bruni se volcó con las causas solidarias y eclipsó al mundo, y lo sigue haciendo hoy, con su estilo.
En Carla Bruni sus días de modelo perduran en su gran estilo.
Estados Unidos, Europa y Oriente. En los últimos años el mundo ha visto cómo mujeres del mundo árabe han acaparado miles de portadas en revistas por su elegancia. El primer exponente de ello ha sido Rania de Jordania. La kuwaití, Rania Al-Yassin, hija de padres palestinos, y estudiante de Administración de American University de El Cairo, fue proclamada reina de Jordania el 22 de marzo de 1999. Más allá de la vida en palacio, Rania fue nombrada en 2005 la tercera mujer más bella del mundo por la revista Harper’s Bazaar.
Rania de Jordania ha dado un nuevo en palacio.
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Y más recientemente ha sido la presentación en sociedad de otra mujer que brilla con luz propia y que rebosa estilo por los cuatro costados. Hablamos de la abogada y escritora libanesa, nacionalizada británica, Amal Alamuddin, que hace un año se casó con el actor George Clooney. Amal ha sido asesora de Kofi Annan, del rey de Bahréin. Y entre sus clientes figuran el fundador de Wikileaks, Julian Assange, y el exjefe del espionaje libio durante la dictadura de Gadafi, Abdullah Senussi. El testimonio más elocuente del glamour de Amal fue su aparición pública por las calles de Venecia para dar el sí quiero a Clooney con un repertorio de vestidos de belleza mayúscula.
Amal dio un recital de estilo en su viaje a Venecia para dar el sí quiero.