ATAQUE MORTAL EN WASHINGTON SACUDE LA COMUNIDAD DIPLOMÁTICA ISRAELÍ

El sueño diplomático truncado: Yaron Lischinsky, el judío alemán víctima del atentado antisemita en Washington

El joven diplomático israelí y su pareja fueron asesinados a tiros frente al Museo Judío de la capital estadounidense cuando estaban a punto de comprometerse

Sarah Lynn Milgrim y Yaron Lischinsky
Sarah Lynn Milgrim y Yaron Lischinsky. PD

Hoy, jueves 22 de mayo de 2025, la comunidad diplomática internacional llora la pérdida de dos jóvenes promesas cuyas vidas fueron segadas de forma trágica y prematura.

Yaron Lischinsky, de 31 años, y Sarah Lynn Milgrim, ambos funcionarios de la Embajada de Israel en Washington, fueron asesinados a tiros el miércoles por la noche cuando salían de un evento en el Museo Judío de la capital estadounidense, en lo que las autoridades investigan como un posible ataque terrorista con motivaciones antisemitas.

El ataque ha conmocionado a la comunidad internacional y ha puesto de manifiesto, una vez más, el auge del antisemitismo en Occidente, especialmente en el contexto del conflicto en Gaza.

Las autoridades estadounidenses han detenido a Elias Rodriguez, un hombre de 30 años procedente de Chicago, como presunto autor de los disparos, quien tras el ataque gritó «Palestina libre», según confirmaron fuentes policiales.

Un diplomático comprometido con la paz

Yaron Lischinsky no era un diplomático cualquiera. Nacido en Núremberg, Alemania, emigró a Israel a los 16 años, haciendo de Jerusalén su hogar mientras mantenía vínculos con su lugar de nacimiento. Como asistente de investigación para Asuntos de Oriente Medio y África del Norte en la Embajada israelí, Lischinsky era conocido por su inquebrantable compromiso con la paz.

«Soy un ferviente creyente en la visión que se esbozó en los Acuerdos de Abraham y creo que ampliar el círculo de paz con nuestros vecinos árabes y buscar la cooperación regional redunda en el mejor interés del Estado de Israel y de Oriente Medio en su conjunto. Con este fin, abogo por el diálogo interreligioso y la comprensión intercultural», escribió en su perfil de LinkedIn.

Sus colegas lo describían como una persona de carácter apacible e inteligencia aguda, capaz de tender puentes en una región a menudo desgarrada por el conflicto. Lore Herzog, quien conocía a Lischinsky desde 2018, lo recordó como una «persona muy recta moralmente con un fuerte sentido de la justicia».

«Yaron era súper alegre y parecía amar realmente todo lo que hacía», dijo Herzog, quien ahora vive en Ámsterdam. «Era su sueño trabajar en política y relaciones internacionales».

Una pareja con un futuro prometedor

La tragedia adquiere dimensiones aún más desgarradoras al conocerse que Lischinsky había comprado un anillo de compromiso con la intención de proponerle matrimonio a Sarah Lynn Milgrim durante un viaje que la pareja tenía planeado realizar a Jerusalén la próxima semana.

«La pareja abatida a tiros esta noche en nombre de ‘Palestina Libre’ era una hermosa pareja a punto de comprometerse», declaró la jefa de la Policía Metropolitana de DC, Pamela A. Smith.

Sarah Milgrim, por su parte, era una diplomática judía estadounidense que trabajaba en el departamento de diplomacia pública de la embajada. Se había trasladado a Washington en noviembre de 2023 desde Tel Aviv. Milgrim poseía maestrías en estudios internacionales de la American University y en recursos naturales y desarrollo sostenible de la Universidad de la Paz de las Naciones Unidas. Anteriormente había trabajado con Tech2Peace, una organización israelí centrada en construir diálogo entre israelíes y palestinos.

En su perfil de LinkedIn, describía su pasión por la construcción de la paz, el compromiso religioso y la defensa del medio ambiente.

Un ataque planificado

Según las autoridades, el tiroteo ocurrió alrededor de las 9:15 de la noche del miércoles cuando la pareja salía de una recepción para jóvenes diplomáticos organizada por el Comité Judío Americano (AJC) en el Museo Judío de la capital. El evento tenía como objetivo «fomentar la unidad y celebrar la herencia judía».

El subdirector del FBI, Dan Bongino, indicó que los primeros indicios apuntan a que se trató de un «ataque dirigido». El sospechoso, Elias Rodriguez, fue visto «caminando de un lado a otro fuera del museo» antes del tiroteo, luego se acercó a un grupo de cuatro personas, «sacó una pistola» y disparó contra Lischinsky y Milgrim.

Tras el tiroteo, Rodriguez intentó entrar en el edificio donde se celebraba el evento, pero fue detenido por el personal de seguridad. Una vez bajo custodia, comenzó a corear «libre, libre Palestina», según informó la jefa de la Policía Metropolitana.

Reacciones internacionales y medidas de seguridad

El ataque ha provocado una ola de indignación y condenas internacionales. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, calificó el suceso como «un horrible ataque terrorista» y lo vinculó directamente con «la incitación antisemita tóxica contra Israel y los judíos en todo el mundo que ha estado ocurriendo desde la masacre del 7 de octubre».

«He estado preocupado durante los últimos meses de que algo así pudiera ocurrir. Y ocurrió», añadió Sa’ar.

Como consecuencia directa de este atentado, Francia ha anunciado que reforzará la seguridad alrededor de los lugares simbólicos judíos en todo el país. El ministro del Interior francés ha ordenado una vigilancia especial en sinagogas, escuelas judías y centros comunitarios, reconociendo la amenaza creciente que supone el antisemitismo en Europa y la necesidad de proteger a las comunidades judías.

La embajada de Israel en Washington emitió un comunicado expresando su dolor: «Yaron y Sarah eran nuestros amigos y colegas. Estaban en la plenitud de sus vidas. No hay palabras que puedan expresar la profundidad de nuestro dolor y horror ante esta devastadora pérdida. Nuestros corazones están con sus familias, y la embajada estará a su lado durante este terrible momento».

Un contexto de tensión creciente

El tiroteo se produce en un momento de tensión internacional por la guerra en Gaza, que ha desencadenado protestas propalestinas en universidades y ciudades de todo el mundo, algunas de las cuales han derivado en incidentes antisemitas.

El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, condenó el ataque como «un acto depravado de terrorismo antisemita», añadiendo que «dañar a diplomáticos y a la comunidad judía es cruzar una línea roja. Confiamos en que las autoridades estadounidenses actuarán con decisión».

El caso ha sido asumido por el FBI, que trabaja en coordinación con la Policía Metropolitana de Washington para esclarecer todos los detalles del ataque. Según fuentes del Departamento de Justicia, Rodriguez podría comparecer ante un tribunal tan pronto como hoy jueves.

Este trágico suceso nos recuerda que, a pesar de los esfuerzos de personas como Yaron Lischinsky, que dedicó su vida a construir puentes entre culturas y religiones, el odio y la intolerancia siguen representando una amenaza real para la convivencia pacífica. Su sueño de ser diplomático y contribuir a la paz en Oriente Medio ha quedado truncado de la manera más cruel, pero su legado y su visión de un mundo más justo y en paz permanecerán como un recordatorio de lo que debemos aspirar a construir.

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