AGENTES DE ICE DETIENEN A LA FAMILIA DEL AUTOR DEL ATAQUE ANTISEMITA EN COLORADO

La familia del egipcio Mohamed Soliman, autor del ataque antisemita con bombas molotov, queda bajo custodia de inmigración y será deportada de EEUU

El sospechoso, que planeaba "matar a todas las personas sionistas", solo lanzó dos de las 18 bombas que llevaba contra manifestantes pro-Israel

Mohamed Soliman
Mohamed Soliman. PD

Hoy, miércoles 4 de junio de 2025, las autoridades estadounidenses han intensificado su respuesta tras el bestial ataque antisemita ocurrido el pasado domingo en Boulder, Colorado, que dejó 12 heridos.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha detenido a la esposa y los cinco hijos de Mohamed Sabry Soliman, el ciudadano egipcio que lanzó bombas molotov contra manifestantes judíos que pedían la liberación de rehenes israelíes en Gaza.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció este martes la detención de los familiares del sospechoso a través de su cuenta en la red social X: «Este terrorista será procesado con todo el rigor de la ley. Estamos investigando hasta qué punto su familia sabía de este atroz ataque, si tenían conocimiento del mismo o si brindaron apoyo».

Las autoridades federales han iniciado una investigación para determinar si algún miembro de la familia tenía conocimiento previo del plan de ataque.

El perfil del atacante: un «lobo solitario» radicalizado

Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, es un ciudadano egipcio que se encontraba ilegalmente en Estados Unidos tras la expiración de su visado de trabajo. Según los documentos judiciales, Soliman ingresó al país en 2022 con una visa de no inmigrante (B1/B2) que expiró en febrero de 2023. Posteriormente, habría solicitado asilo y recibido un permiso de trabajo bajo la administración Biden, vigente hasta marzo de 2025.

Las investigaciones han revelado que Soliman planeó el ataque durante más de un año, dirigiéndose específicamente a lo que él describió como un «grupo sionista». El día del ataque, se disfrazó de jardinero para acercarse sin levantar sospechas a los manifestantes del grupo «Run For Their Lives», que realizaban su concentración semanal para visibilizar la situación de los rehenes israelíes en Gaza.

Lo que resulta particularmente inquietante es que, según declaró a los investigadores, su plan original era «matar a todas las personas sionistas» del grupo. Para ello, había preparado 18 bombas molotov y llevaba gasolina en una mochila con la intención de rociarla sobre las víctimas. Sin embargo, solo llegó a lanzar dos de estos artefactos incendiarios, gritando «¡Palestina libre!» mientras lo hacía.

«Dijo que tenía que hacerlo, que debía hacerlo, y que no se lo perdonaría si no lo hacía», escribió la policía en un afidávit. Soliman no completó su plan «porque se asustó y nunca antes había lastimado a nadie». También confesó que planeaba morir en el ataque, pero solo se roció gasolina a sí mismo, sufriendo quemaduras leves.

Un ataque en un contexto de creciente tensión

El ataque en el popular centro comercial peatonal Pearl Street en el centro de Boulder se produjo en un momento de alta tensión internacional debido a la guerra entre Israel y Hamás. Este conflicto «continúa exacerbando las tensiones mundiales y ha contribuido a un aumento de la violencia antisemita en Estados Unidos».

El incidente ocurrió al comienzo de la festividad judía de Shavuot y apenas una semana después de que otro hombre, que también gritaba «¡Palestina libre!», fuera acusado de disparar mortalmente a dos empleados de la embajada de Israel frente a un museo judío en Washington.

Alex Osante, un testigo del ataque que se encontraba en el lugar, describió la escena a Fox News Digital como «el incidente más loco y horrible» que había visto en su vida. «El terrorista lanzó un cóctel molotov y prendió fuego a cinco personas. A una de las personas le prendió fuego de pies a cabeza, y las otras cuatro sufrieron quemaduras graves. Fue realmente triste. Muy triste».

Las víctimas: adultos mayores en una manifestación pacífica

Las víctimas del ataque tenían edades comprendidas entre los 52 y 88 años, y sus lesiones van desde graves hasta leves, según informaron las autoridades. Seis de los heridos fueron inicialmente trasladados a hospitales, y tres permanecían hospitalizados ayer martes en el Hospital Universitario de UCHealth en el Campus Médico CU Anschutz.

Miri Kornfeld, una organizadora vinculada al grupo «Run For Their Lives», indicó que cuatro de los hospitalizados ya han sido dados de alta, mientras que uno de los que permanece ingresado sufrió quemaduras tan graves que su ropa se incendió completamente.

Un video grabado por Alex Osante muestra a personas arrojando agua sobre una mujer tendida en el suelo, quien, según el testigo, se incendió durante el ataque. Este grupo de voluntarios realizaba su manifestación semanal para concienciar sobre los rehenes israelíes que siguen cautivos de Hamás cuando fueron atacados.

Implicaciones legales y migratorias

Mohamed Sabry Soliman enfrenta cargos por un delito de odio federal, lo que podría acarrearle una severa condena si es declarado culpable. Las autoridades han señalado que el sospechoso no ha mostrado arrepentimiento por el ataque.

La detención de su familia por parte de ICE añade una dimensión migratoria al caso, en un momento en que las políticas de inmigración son un tema central en el debate político estadounidense. Según la secretaria Noem, las autoridades están investigando «hasta qué punto su familia sabía de este atroz ataque, si tenían conocimiento del mismo o si brindaron apoyo».

Este caso se suma a otros incidentes recientes que han aumentado la preocupación por el incremento de la violencia antisemita en Estados Unidos, en el contexto de la prolongada guerra en Gaza. Las autoridades federales y locales continúan investigando todos los aspectos del ataque, incluyendo posibles conexiones con grupos extremistas o si Soliman actuó completamente solo como un «lobo solitario» radicalizado.

Mientras tanto, la comunidad de Boulder intenta recuperarse del impacto de este violento ataque. Como señaló Alex Osante, a pesar de la tragedia, «personas de todas las procedencias y culturas y etnias se unieron lo más rápidamente posible para poder ayudar a proporcionar agua y tratamiento y llamar al 911», mostrando la solidaridad de la comunidad frente a este acto de odio.

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