Almudena Ariza: "La ayuda va llegando pero hasta ahora de forma masiva y por tanto había bastante caos y desorganización"
«Nunca había visto tal grado de miseria. El vertedero de Puerto Príncipe es como un gigantesco mar de desperdicios». Es difícil encontrar unas palabras más precisas para describir el terror de una ciudad devastada y cubierta por las ruinas.
Almudena Ariza, periodista de Televisión Española y enviada especial a Haití, nos cuenta cómo ha vivido estas últimas semanas en lo poco que queda de Puerto Príncipe.
¿Cómo están viviendo los periodistas esta situación?
Es una cobertura difícil. Desde el punto de vista técnico porque, sobre todo los primeros días, no teníamos luz, agua ni funcionaban los teléfonos. No podíamos hablar ni con nuestros propios medios de comunicación. Ha sido también muy complicada la logística: conseguir hotel (casi todos están destruidos) o comida…a medida que los días pasan vamos logrando mejorar nuestra organización.
¿Dónde se encuentran actualmente?
Yo, en Puerto Príncipe, una ciudad donde todo es dolor, miseria y destrucción. Las temperaturas son altísimas. Las calles están llenas de escombros. La gente vaga de un lugar a otro sin rumbo fijo. Hay decenas de miles de familias durmiendo en cualquier sitio y de cualquier modo. Sin ninguna asistencia humanitaria. Hay hambre, sed y desesperación.
¿Están teniendo facilidades a la hora de informar?
La gente es extraordinaria. En los días que llevo aquí nadie me ha impedido filmar o entrevistar. La gente, pese al dolor, está muy agradecida a la prensa. Saben que estamos aquí para contar lo que les pasa y así, lograr que la ayuda llegue a más gente.
¿Se ha montado ya algún tipo de estructura administrativa para sacar adelante al país?
La ayuda va llegando pero hasta ahora de forma masiva y por tanto había bastante caos y desorganización. Ahora los repartos son en lugares fijos, más controlados. He sido testigo de numerosos incidentes y peleas en repartos de ayudas que podían haber acabado en tragedia.
Este desastre ha abierto de nuevo el debate sobre el tratamiento fotográfico de situaciones catastróficas. Desde España, ¿su medio te reclama imágenes o más bien crónicas en profundidad?
Mi medio es bastante sensible con ese tema. Incluso me ha sugerido que evitemos imágenes demasiado duras por respeto a las víctimas. Me piden historias humanas y reportajes.
Ya ha vivido más tragedias como esta, ¿está de algún modo inmunizada?
Nunca. Espero no inmunizarme nunca. Al contrario, cada vez soy más sensible al dolor y a las injusticias. Pero eso no significa que no sea capaz de sobreponerme y tomar la distancia necesaria para poder informar y contarlo a los telespectadores. Es mi trabajo. Un trabajo que amo y que me siento orgullosa de realizar.
