El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, han saludado las propuestas anunciadas este martes por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, para reforzar la gobernanza económica de la Eurozona, incluidos su compromiso de aprobar por norma constitucional el equilibrio presupuestario o crear una tasa para gravar las transacciones financieras.
Barroso y Rehn han valorado que la petición de ambos mandatarios para «consagrar el principio de freno a la deuda en la legislación constitucional nacional es un compromiso político más para la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo» y que «un formato regular y frecuente de cumbres de la Eurozona, con un presidente permanente, contribuye a una mayor estabilidad y liderazgo político más fuerte».
«Los desafíos a los que nos enfrentamos han dejado aún más claro que una moneda compartida implica una responsabilidad compartida y exige una coordinación más estrecha de las políticas económicas», admiten ambos en un comunicado conjunto para valorar las medidas anunciadas por ambos mandatarios.
Respecto a la introducción en las constituciones nacionales de una «regla de oro» o un «freno de deuda» para la vuelta a un equilibrio presupuestario, Sarkozy recalcó en rueda de prensa con Merkel desde París que se trata de una norma de «sentido común» que conduce a la reducción del déficit y del endeudamiento, mientras que Merkel ha dicho que supone «un paso valiente» que todos tienen que adoptar y ha insistido en que no hay mayor sanción que ser enjuiciado en el propio país.
El jefe del Ejecutivo comunitario y el comisario Rehn han confiado en que los Estados miembros y el Parlamento Europeo lleguen a un acuerdo «en septiembre» para respaldar la propuesta que la Comisión Europea presentó en septiembre pasado para reforzar de manera «sustancial» las normas y aplicación del Pacto de Estabilidad Europeo en el futuro. «El principio de presupuestos equilibrados es la piedra angular del Pacto de Estabilidad», han recordado.
Por otro lado, Sarkozy y Merkel han acordado proponer a sus socios el establecimiento de un «verdadero» gobierno económico común para la zona euro formado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se reunirá como mínimo dos veces al año, aunque también todas las veces que sea necesario. Han propuesto que «la nueva estructura» esté presidida por un presidente permanente, con mandato de dos años y medio, y que sea Herman Van Rompuy, actual presidente del Consejo Europeo, quien asuma el mandato en un primer momento.
De hecho, para dar ejemplo de convergencia, Sarkozy y Merkel se han comprometido además a crear unas bases imponibles y un tipo armonizados del impuesto de sociedades a partir de 2013 entre ambos países.
Después de que Sarkozy y Merkel se hayan comprometido a presentar a sus colegas una propuesta para crear un impuesto de transacción financiera en septiembre, Barroso ha avanzado que Bruselas tiene intención de presentar su propuesta legislativa para su creación «pronto», tal y como ya anunció que haría.
«El impuesto de transacción financiera será un instrumento clave para que el sector financiero realice una contribución más justa a las cuentas públicas», han asegurado Barroso y Rehn, que avanzan que trabajarán con Van Rompuy y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker «para impulsar este debate y formular propuestas en las próximas semanas».
Barroso y Rehn han asegurado que «las propuestas hechas hoy por el presidente Sarkozy y la canciller Merkel son un paso adelante bienvenido en nuestros esfuerzos comunes para reforzar la gobernanza de la eurozona» y representan a su juicio «una contribución política importante de los líderes de las dos mayores economías de la eurozona en este debate y al trabajo en marcha».
