La asquerosa política de entonces y la de hoy

Hoy lo tienen mucho más fácil que aquellos “republicanos romanos de hace más de dos milenios”; hoy con las “dádivas mil que reciben la plebe y los que no se consideran de la plebe”; llenan sus panzas, no les falta para muchos de sus “caprichos o vicios”, tienen la televisión y cien cosas más para entretenerse; pensar en trabajar, emprender, arriesgar, ¿quién o quiénes, cuándo, cómo? A lo sumo, procurar un enchufe en “lo oficial”, o arrimarse a “la política”, pero en mayoría, pensando, “en no dar golpe, cobrar lo máximo, y tener bien abiertos los ojos y los bolsillos, por lo que se presente; esa es la realidad que veo yo en los países que se dicen “civilizados”; en “los otros, como un ser humano, vale menos que un cordero o choto de cabra, pues lo mismo que a estos, los tratan sus tiranos”… ¿Y que hablen de progreso, dónde, cómo, cuándo? Han logrado dominar al “mono humano” y lo han metido en “corrales donde como mucho les echan de comer y poco más, para que ni piensen y queden congelados”; la decadencia es atroz, pero mientras “la máquina y la técnica, produzcan pienso y vestido para todos, e incluso viviendas más o menos habitables”; el poder se eternizará: Aquellos romanos, empezaran muchos siglos antes de Cristo y aguantaron hasta 1453 qué quiero recordar, es cuando los turcos conquista los restos de “Constantinopla”; pero ya habían pasado más de dos milenios de imperio; que al menos, dejó historia y normas que aún hay que seguir… ¿Pero estos tribunos, luego emperadores que ya se creen, que van a dejar tras de sí? Mejor no seguir. Por ello recuerdo escritos por mí hace ya bastante tiempo, refiriéndome a aquel entonces y después…

Entonces era cuando aún Roma era republicana y aún no había llegado a imperio: Dos senadores de “aquel entonces”, se refieren valorando “al rebaño que dominan y exprimen al máximo”, diciendo lo que sigue y que a través de la Historia sabemos… “ROMA: Lo que manifestaron aquellos tribunos… sobre cómo dominar al pueblo: “El patricio romano Cayo Julio César, el viejo (100-44 a. C.) Nos lo demuestra con gran desprecio, manifestando lo siguiente: “Si la clase media sirve para algo es para trabajar y pagar impuestos, con los que podemos sobornar a la plebe de Roma y tenerla contenta y mantenerla dócil. Es cierto que los plebeyos de Roma son animales, pero son muchos y necesitamos sus votos para alcanzar el poder. Que la clase media nos sirva hasta el final, porque los nuevos ciudadanos no piensan nada más que en el trabajo, la industria y el ahorro y otras preocupaciones por el estilo”. Marco Livio Druso (122 a. C.) tribuno de la plebe, dice: “Es difícil decir quiénes son peores, si los que sobornan a las masas o las masas que aceptan el soborno. Es cierto que el soborno corrompe, pero también es cierto que el que lo acepta es el mayor de los delincuentes”. (Publicado en ABC del 26-12-1995 en página 16 y firmado por Enrique Tello Cáncer.)

Han transcurrido la friolera de dos milenios y casi dos siglos más; y la realidad no sólo de España, sino de otros muchos lugares de este “pobre planeta”; demuestra que está regido por nuevos “conquistadores”, que no necesitan “las legiones romanas y menos aún arriesgar el pellejo; que aquellos corrompidos gobernantes tenían que arriesgar”; simplemente (hoy) que con astucia llegan a sitios de mando, más como una plaga destructiva que como gobernantes u hombres y mujeres de Estado, que de verdad, van a trabajar para hacer progresar a los pueblos, no sólo en tener (“panza y bolsillo”) sino en ser, o sea progresar de verdad y llegar a ser útiles a la sociedad, cada cual en su cometido; de ahí los resultados tan catastróficos que padecemos; y que se agravarán cada vez más. De ahí el que en algunos foros yo escribiera hoy lo que sigue.
“Vista y sufrida la perversidad de estos mercenarios (no se puede denominar gobierno a lo que no lo es) como tales, se supone que piensan: “España es rica en demasía”, por poco que se recaude y además contando con la deuda pública a nuestro alcance, nosotros y el resto de ejércitos de políticos y parásitos, cobramos a fin de mes lo que nos impusimos; el resto ¿qué nos importa? Los que hemos arruinado, que se apañen como puedan. Y como antes de la Revolución Francesa, dicen que dijo la reina; “Que coman pasteles”, ante el informe del ministro sobre el hambre que pasaba la mayor parte de la población francesa de la época; otro ministro fue más cruel diciendo, “Que coman yerba”. A los dos los guillotinaron; y la cabeza de aquel ministro, rodó por las calles de París, “movida a patada limpia por aquel pueblo ya harto de aguantar y enloquecido ya por aquellos baños de sangre”. Para al final, terminar en otra “testa coronada”, cual fuera la de Napoleón, que además, “se coronó a sí mismo”.

Los pueblos siguen siendo llevados como rebaños y entretenidos con aquel “pan y circo”, que instauró y mantuvo Roma durante muchos años; hoy mejorado por cuanto, “el mono humano”, ha inventado una infinidad de artilugios y entretenimientos, que de haberlos logrado aquellos romanos, simplemente, aún seguirían gobernando el mundo, como en realidad lo hicieron, nada menos que más de dos milenios, que es el período desde el principio de la república romana, hasta el fin del imperio, que cae en manos de los turcos musulmanes en el siglo quince, “y ya comido por sus propias miserias”. Por todo ello intuyo que “el mono humano”, necesitaremos algunos milenios más, para dejar de ser, monos y llegar a “humanos”. Si es que de verdad, encontramos Maestros, que eduquen primeramente a los políticos, para que de verdad, ejercieran ese noble oficio, que nunca lo ha sido. Amén.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)