No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Las «Cartas Marruecas»: Un testimonio más

Las “Cartas marruecas”: un testimonio más

La noche anterior al día en que escribo; tengo la “suerte” de ver un magnífico programa en la televisión nacional, que en espacio de hora y media, “desgrana la vida del Cardenal Cisneros”; hombre de iglesia, pero de “la iglesia de Francisco de Asís” y el que fue, de los gobernantes españoles, que tuvo poder suficiente, para no sólo cambiar la vida de “sus curas o sacerdotes”; sino del rumbo de la ya entonces, muy poderosa España, pero la que tristemente, gastó todos sus recursos, en defender los intereses del Papa, la voracidad de “los Habsburgo” y demás bichos cancerígenos, que devoraban mucho más de lo que aquel ya poderoso imperio recaudaba; y que en vez de emplear parte del mismo, en educar a sus súbditos; y como siempre y hoy mismo ocurre; se gastó todos sus tesoros “en pitos y flautas”, amén de eliminar todos los cerebros válidos de su tiempo; incluso a este gran cardenal que verdaderamente Cristiano, seguía las verdaderas enseñanzas de su Maestro; y al igual que a Él, quisieron “crucificarlo”, pero como fue muy inteligente (ver su obra en Internet, puesto que llegó a ser, “aspirante a Papa”) supo tener y conservar apoyos, hasta que la muerte le llega; pero ésta la recibe en su póstumo y vital acto de servicio, que aún a sus ochenta y dos años, intentaba llegar a cumplir; ante el inútil, “emperador” que nos venía de Flandes, junto con una pandilla de “bandidos”, que a lo que vinieron fue a devorar las rentas de España y quitar a los españoles de entonces; “los fueros” que supieron mantener, ante unos reyes, que hasta entonces, eran considerados como simples administradores de los bienes nacionales, y “no propietarios”, que los extranjeros que llegaron pretendieron e instauraron; y como el resto de “testas coronadas”, siguieron haciendo por siglos después, hasta que “fue devorado todo el gran pastel; que dejaran aquellos grandes reyes, que fueran los conocidos como “católicos”, Isabel y Fernando, que no pudieron dejar herederos dignos de su sabiduría de verdaderos gobernantes de su tiempo; puesto que no olvidemos, que a estos reyes, hay que valorarlos en su tiempo de vida y analizar a fondo sus obras, con sus luces y sombras que como en toda obra humana; hay.


Reflejo un solo párrafo de las tan famosas cartas marruecas, en las que sólo destaco un error imperdonable; o sea, referirse el “idioma español”, como castellano, que había dejado de serlo, desde la gramática de Nebrija, casi tres siglos antes; y que y por ejemplo, hasta el gran personaje que fue, Erasmo de Rotterdam (1466-1536), al escribir sobre el idioma de España, ya lo denominaba ESPAÑOL; pero analicemos el párrafo que cito que es precisamente de como se cuida ya el idioma, en aquella decadente nación.


“¿Quién creyera que la lengua tenida universalmente por la más hermosa de todas las vivas dos siglos ha, sea hoy una de las menos apreciables? Tal es la prisa que se han dado a echarla a perder los españoles. El abuso de su flexibilidad, la poca economía en figuras y frases de muchos autores del siglo pasado, y la esclavitud de los traductores del presente a sus originales, han despojado este idioma de sus naturales hermosuras, cuales eran laconismo, abundancia y energía. Los franceses han hermoseado el suyo al paso que los españoles lo han desfigurado”.


Ello sólo, valora ese magnífico libro que debe leer todo español, que de verdad se sienta como tal; y el que sabe que la verdadera nacionalidad del “mono humano”, es su idioma; no la tierra en que nació o pisa, puesto que el español, hoy y por su propia vitalidad, lo hablamos más de seiscientos millones de terrícolas, y sigue avanzando, no por otra causa, que por su propia fuerza comunicativa; por todo ello, nunca podremos agradecer lo que merecen aquellos católicos reyes y también al andaluz, “Nebrija”, que supo con su sabiduría, realizar la gran obra de su gramática.


Pero aquí en esta mísera españa (adrede con minúscula) y donde los miserables abundan mucho más que en otros países; como envidiosos de “la inteligencia”; siempre tratarán de “asesinarla” o si no pueden, oscurecerla y ocultarla cuanto más puedan; y el ejemplo más grave, lo tenemos en Miguel de Cerbantes (firmaba con “b”), cuyo rescate y fama, se debe principalmente, a una dama de la realeza inglesa, que admirada de la obra del “manco de Lepanto”, y con su propio dinero; ordenó investigar sobre aquel autor español; lo que fue el impulso para rescatar, al que olvidado por un siglo, ni se sabe dónde están sus huesos.


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NOTA: Las Cartas Marruecas conforman una obra de género epistolar del escritor y militar español José Cadalso, publicada en 1789 de forma póstuma. Es un conjunto de noventa cartas que narran la historia de Gazel, un joven marroquí que habiendo viajado por toda Europa llega a España en la comitiva de un embajador de Marruecos, y que aprovecha la oportunidad para conocer las costumbres y la cultura del país, y compararlo con otros países europeos. Y de la forma que estima oportuna, pero el autor, despelleja a la España de su tiempo; a “la imperial España” que aún sostiene sus posesiones en medio mundo, pero que su decadencia ya hace siglos que pesa sobre ella.


Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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