Debe tener razón Pedrojota Ramírez cuando se queja de ser víctima de ese mal tan español como «el pecado de la envidia».
Los españoles son muy envidiosos y están sumamente ofendidos porque no se les invitó al guateque de su portalito de Belén en el Casino de Madrid.
Una juerga que podría haberle costado unos 40.000 euros, un lujo para un periódico que lleva meses pagando los sueldos de algunos de sus trabajadores con retraso.
Los españoles también tiene otro grave defecto: por lo general suelen ser respetuosos con las normas. Son una sociedad lanar y poco dada a los amotinamientos como lo demostraron en el primer estado de alarma en el que asumieron su arresto domiciliario con alegría y cantando en los balcones.
Cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida instaron a los madrileños a no salir de Madrid y a «reducir la movilidad a lo necesario» en el puente de la Hispanidad la gran mayoría eligió quedarse en casa, sacrificando entre otras cosas estar con sus seres queridos en los pueblos.
También tomaron nota de las recomendaciones sanitarias de Salvador Illa cuando en septiembre pedía «quedarse en casa y relacionarse con la gente imprescindible» cuando todavía no se hablaba de estado de alarma.
Escuchen a Pedrojota demonizando al ‘ocio nocturno’…. pic.twitter.com/KDphagCQZC
— Luis Balcarce (@lbalcarce) October 28, 2020
Será por la envidia, pero los españoles también saben sumar. Si las autoridades llevan dos meses alertando de que la situación en Madrid es «preocupante y compleja», que «hay presión en los hospitales y en atención primaria» y que la recomendación es «disminuir al máximo la movilidad y hacer solo las actividades imprescindibles» (Illa dixit)… ¿qué demonios hacían en la fiestuqui de Pedrojota a mayor gloria de sus patrocinadores y sus servidumbres políticas?
Allí estaban toda la cuchipandi del PP y de C’s, muchos de ellos despreocupados y sin mascarillas. Cuatro ministros, tres presidentes de CCAA, el alcalde de Madrid, Pablo Casado, Teodoro García Egea, Inés Arrimadas… y todo cuando en Madrid se está analizando pedir el toque de queda. Dando ejemplo, como siempre.
El guateque de ‘El Español’ sirve para constatar la incoherencia de las normas sanitarias que los españoles tienen que acatar con estocismo a sabiendas de que son redactadas con criterios políticos y no científicos, porque los ‘expertos’ no existen.
Aunque parezca mentira, está prohibido superar el límite de seis personas en cualquier encuentro social en Aragón, Asturias, Extremadura, Comunidad de Madrid, Cataluña, Castilla y León, Región de Murcia, Navarra, La Rioja y las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla pero sí se permiten congresos, encuentros, reuniones de negocios, ferias, conferencias y eventos, y actos similares con un máximo del 75% de aforo.
«Mismo aforo si el evento se realiza en un cine, teatro, auditorio o recinto al aire libre, donde a mayores, en estos espacios, se exige preasignación de butacas. Los eventos en hoteles, en un museo o sala de exposición también cuentan con el 75% de aforo. En salas multiusos el aforo se reduce al 40% y se necesita la preasignación de butacas», explica una web de eventos.
De ahí que la defensa de Pedrojota es que el salón “estuvo ocupado por un total de 80 personas, todas ellas sentadas, lo que representa el 33% de su capacidad. Este aforo se distribuyó en 12 mesas de seis personas y dos mesas más de cuatro personas cada una”.
Este 27 de octubre de 2020, el director de ‘El Español’ recibió un capote nada menos de TVE. Su amigo Xavier Fortes, presentador del 24 horas, hizo una cariñosa conexión con él para que pueda cargar contra «los vertederos de demagogia y radicalismo de Podemos y VOX».
Pedro Cuartango, periodista del ‘ABC’, dijo no ver ninguna irregularidad en la fiesta de Pedrojota y culpó a una ‘minoría inquisitorial’ que mira demasiado lo que hacen los demás.
Huelga decir que no hizo ninguna autocrítica (la ministra Montero dijo que había que hacer una autorreflexión por parte de los asistentes), por el contrario, Pedrojota dijo sentirse muy orgulloso de su sarao. Y nos pidió con su habitual cinismo «estar unidos» en la lucha contra el virus.
Mañana leeremos en ‘El Español’ informaciones sobre las «Fiestas y botellones: continúan las conductas incívicas en plena segunda ola de Covid».
O editoriales demonizando el ‘ocio nocturno’ mientras ellos se van de fiesta. Con un par.