"2015 será el año más importante de mi carrera periodística"
Pedrojota Ramírez presentó el 18 de diciembre de 2014 el segundo volumen de sus cartas dominicales en El Mundo, en un multitudinario acto celebrado en el Ateneo de Madrid, marcado por la ausencia de políticos, pero respaldado por numerosos seguidores y periodistas, de la talla de sus presentadores, David Gistau, Manuel Jabois y Alfonso Ussía, «tres grandes columnistas que encarnan la mejor tradición del periodismo literario español», según afirmó el autor.
Para Gistau, columnista de ABC, Pedro J. Ramírez «convivió con el poder sin dejar atrás su capacidad crítica, sin dejar de ser periodista» y destacó su «perpetuo estado de zafarrancho». Sobre Contra unos y otros, dijo que son «artículos que formarán parte de la explicación de nuestro tiempo».
Jabois habló de «una historia de resistencia» en este libro de artículos «que transmiten el desgaste de España, no del periodista» porque «mientras haya ballenas en España, habrá arponeros»» en alusión al nombre de la sección en El Mundo, Cartas de un arponero ingenuo.
Por su parte, Ussía habló de «un libro que ennoblece a nuestra libertad, que le ha costado mucho esfuerzo y ha tenido graves consecuencias para él». El columnista de La Razón señaló que «hay cinco Pedrojotas: el niño y joven de Logroño, el extraordinario columnista, el historiador, el fundador de medios de comunicación y… El quinto Pedro J. está en preparación y ya tiene sede».
Este segundo volumen de las cartas del director de Pedrojota Ramírez, Contra unos y otros (La Esfera de los Libros) comprende textos de los años de Zapatero y Rajoy (2006-2014). Sobre la reacción personal de ambos frente a las críticas que siempre les lanzó desde su periódico, el ex director de El Mundo confesó que le ha tocado vivir una gran paradoja:
Un líder de izquierdas, al que no respaldé casi nunca y al que critiqué con gran dureza casi siempre, dio un ejemplo de tolerancia y fair play, aceptando las reconvenciones más severas como parte de la normalidad democrática, manteniendo conmigo una buena relación personal, rayana a veces en la intimidad, a sabiendas de que siempre me tendría enfrente en asuntos clave. En cambio un líder de centro-derecha, para el que pedí tres veces el voto y al que acogí con claras muestras de apoyo, rompió todos los puentes, que él mismo había tendido con interesado ahínco durante su larga travesía del desierto, en cuanto llegó al poder y recibió mis primeras críticas; y se lanzó ferozmente a mi yugular, en cuanto vio comprometida su supervivencia política por sus SMS de apoyo a Bárcenas, publicados en la portada del periódico.
En todo su discurso, Ramírez hizo referencia al título del libro que publica La Esfera. Según él, ni los unos ni los otros han sido capaces de impulsar la economía ni de reformar la administración; porque han preferido hacer el ajuste con impuestos; porque se han plegado a los intereses del Gobierno del Consejo de la Competitividad; porque no han tratado con la dignidad que merecían a las víctimas del terrorismo etarra; porque no han esclarecido el 11-M; porque han incubado, fomentado y protegido la corrupción en su seno; porque han destruido la independencia del Poder Judicial, interviniendo en nombramientos y sanciones; porque no han sido capaces de responder al desafío separatista…
Y sobre todo, y en consecuencia, he estado Contra unos y otros porque ni los unos ni los otros han sido capaces de ofrecer a los españoles ese «sugestivo proyecto de vida en común» que demandaba Ortega y que hoy necesitamos perentoriamente como cauce y estímulo de nuestro «patriotismo constitucional».
«Vivimos tiempos excepcionales», prosiguió en referencia a las próximas convocatorias electorales. «De cara a este año decisivo conviene no confundir los síntomas con la esencia del problema». El separatismo catalán o la irrupción de una fuerza política como Podemos son síntomas, pero el problema es España.
Hoy como hace cien años España necesita una nueva política que ponga fin a la vieja política que ha noqueado económica y vitalmente a tantos ciudadanos.
Se trata de volver a dotar de contenido a los derechos de participación política que desde el inicio de la transición han venido siendo usurpados de manera paulatina por las cúpulas de los partidos. La nueva política precisa de nuevos políticos y si fuera necesario de nuevos partidos.
En todo caso este es el rasero por el debemos medir a quienes concurran a las elecciones: el que esté dispuesto a cambiar la ley electoral, a imponer la democracia interna en los partidos, a devolver la independencia al poder judicial, a renunciar a aforamientos y demás privilegios, a predicar con el ejemplo dando un paso atrás ante la menor sospecha de connivencia con la corrupción, a incluir mecanismos de participación ciudadana en el proceso legislativo, ese representará a la nueva política.
«El camino de las reformas es mucho más fiable y garantiza mejor los derechos y libertades de las personas que el de las revoluciones». Según el periodista, ya que casi todos los partidos proponen cambios en la Constitución, «es conveniente que las próximas elecciones generales sirvan de cauce a esa discusión y que la próxima legislatura tenga un cariz constituyente o para ser más exactos reconstituyente». Porque «reformar la Constitución, o si se quiere enmendarla, no significa destruirla sino perfeccionarla».
Pedrojota Ramírez defiende la reforma de la Constitución «para blindar las competencias del Estado, cerrar el mapa autonómico y garantizar la lealtad institucional de todos los poderes que emanan de ella», «para facilitar el cambio del sistema electoral, para condicionar la financiación pública de los partidos a la elección de sus candidatos por sus afiliados o para blindar al poder judicial frente a las intromisiones de los políticos, o no digamos para garantizar la separación entre el ejecutivo y el legislativo mediante un sistema presidencialista como el norteamericano o el francés».
Sin embargo, está en contra de la reforma «para fragmentar la soberanía nacional y convertir a las comunidades autónomas en imaginarios estados soberanos» o «no ya para reconocer y regular hechos diferenciales como la lengua propia o la insularidad, sino para dotar de mayores derechos políticos a algunos de esos estados federados en función de su capacidad de coacción separatista, sumando al dislate de la fragmentación el de la desigualdad».
Yo no quiero una reforma constitucional que acomode y de más poder a los territorios, es decir a las corruptas y caciquiles élites políticas que los gobiernan; yo quiero una reforma constitucional que acomode y de más poder a los ciudadanos.
Pero «hoy por hoy estamos lejos de la acumulación de fuerzas necesaria para alcanzar ese objetivo. La concentración del poder político, económico y mediático ha asfixiado la disidencia en los partidos, ha narcotizado al perro guardián del periodismo y ha entontecido con la esquemática superficialidad del duopolio televisivo a gran parte de la sociedad».
Precisamente, y en referencia a su nuevo proyecto periodístico, Ramírez señaló que «2015 será el año más importante de mi carrera periodística». Y como premisa: «en defensa del derecho a la información de los ciudadanos seguiremos estando contra unos y otros».
Ese es el papel de la prensa plural e independiente. Esa nuestra tarea, nuestra obligación, nuestro desafío. Recordar todos los días a los españoles, mirándoles a la cara desde el ordenador, la tableta o el teléfono móvil, que como bien dijo el presidente de esta casa, y si empecé con Manuel Azaña acabo con Manuel Azaña, «nosotros somos nuestra patria».
TITULARES DE LA ENTREVISTA
Yo no he invitado al acto a ningún político. Si el libro es contra unos y otros, hubiera sido una descortesía por mi parte invitarles
Creo que han pasado muchas cosas [desde la presentación de ‘El Primer Naufragio’]. Zapatero, aún siendo muy crítico con él, mantuvo el tipo y el ‘fair play’. Era compatible plantearle recriminaciones con una buena relación personal, de confianza. En cambio, con Rajoy ha sido muy distinto y no es solo mi propia experiencia
En cuanto comenzaron las primeras críticas en El Mundo Rajoy cortó una relación que él mismo había fomentado
He sido tanto tiempo director con gobernantes tan distintos que conozco todos los registros: la falta de sensibilidad del actual jefe de Gobierno hacia lo que representan los medios tiene pocos precedentes en los países desarrollados
Creo que Zapatero ha sido el gobernante más respetuoso con el pluralismo informativo: concedía entrevistas a todos o casi todos, y tenía una buena relación con directores y periodistas que cubrían sus viajes. Luego no fue un buen gobernante en aspectos clave, no estaba preparado para hacer frente a la crisis pero una cosa no quita la otra. Su conducta democrática será reivindicada
Quien se ha beneficiado de la financiación ilegal de su partido, si queda judicialmente acreditado, no debería presentarse a las próximas elecciones
La vieja política debe dejar paso a la nueva política: candidatos nuevos e incluso partidos nuevos.
Creo que Rajoy y Soraya son la misma cosa, son un tándem. Lo más absurdo sería sustituir a Rajoy con Soraya porque volvería el dedazo. Soraya es una expresión de la tecnocracia rajoyana en tiempos donde España necesita mucho más.
Yo acudiría encantadísimo a cenar con Rajoy a Moncloa si me lo propone. Y con Felipe. Yo he estado con gente muchísimo peor que estos señores. Un periodista debe estar lo más cerca posible de las personas que protagonizan la vida pública.
Para un nuevo medio de comunicación, Google es más un aliado o un cómplice que un antagonista.
Pedrojota Ramírez, Contra unos y otros. La Esfera de los Libros, 2015.