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¡Alerta máxima en la Guardia Civil! Sánchez y Bolaños urden una trampa para impedir grabaciones comprometidas de la UCO

El Gobierno impulsa una ley para invalidar audios clave de la UCO y proteger a altos cargos del PSOE implicados en el caso Koldo

En el Madrid político, cuando parece que nada puede sorprendernos, el guion da un giro inesperado. Esta semana, la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez y su ministro de Justicia, Félix Bolaños, para declarar “ilegítimas” ciertas grabaciones de la Guardia Civil ha encendido todas las alarmas. El epicentro: las comprometedoras escuchas que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizó en torno al ya célebre caso Koldo —la trama de comisiones ilegales que salpica a pesos pesados del PSOE como José Luis Ábalos, Santos Cerdán y el propio Koldo García. El asunto amenaza con poner patas arriba tanto a los tribunales como a los despachos socialistas.

El anteproyecto, conocido popularmente como “ley Koldo”, será analizado esta misma semana en la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. El objetivo declarado es proteger el derecho al honor y a la intimidad; el real, según la oposición y no pocos juristas, blindar a los altos cargos socialistas ante la avalancha de pruebas sonoras que han sacudido Ferraz.

¿Qué pretende exactamente la nueva ley?

El artículo 7 del borrador es tajante: cualquier emplazamiento o uso de sistemas de escucha, dispositivos ópticos u otros medios para captar o reproducir vida privada será considerado intromisión ilegítima. Y no solo eso: también se acota la invalidez como prueba legal de grabaciones o métodos empleados para obtener comunicaciones privadas sin consentimiento. O sea, lo que viene siendo el corazón probatorio del caso Koldo.

  • Se busca impedir que audios como los incautados por la UCO —ocho grabaciones desde 2019— tengan valor ante un juez si no hay autorización previa o consentimiento expreso.
  • La ley contempla hasta ocho supuestos de “intromisión ilegítima”, incluyendo imputaciones que dañen la reputación o difusión de información falsa.
  • Todo esto justo antes de que Santos Cerdán declare ante el Tribunal Supremo —detalle con aroma a suspense político— y después de que él mismo haya deslizado dudas sobre la autenticidad tecnológica de los audios (“quizá sea inteligencia artificial”), mientras Ábalos los califica directamente de “manipulados”.

La UCO y el festival sonoro: ¿qué contienen esas grabaciones?

La UCO entregó al juez un informe demoledor: conversaciones grabadas entre 2019 y 2023 donde se detalla cómo se repartían supuestas mordidas, se negociaban cantidades y se mencionaban obras públicas adjudicadas a empresas afines. Los protagonistas no son actores secundarios: Santos Cerdán, José Luis Ábalos, Koldo García y altos cargos del Ministerio de Transportes.

Entre las “perlas” recogidas:

  • Diálogos donde Cerdán pide no hablar “en voz alta” sobre pagos.
  • Referencias explícitas a sobres, cantidades pendientes y hasta instrucciones sobre cómo actuar ante la sospecha (“se coge el sobre, se lee y se rompe”).
  • Menciones a un supuesto amaño en las primarias del PSOE en 2014 para favorecer a Pedro Sánchez.

No es extraño que estas pruebas generen inquietud en Moncloa. La caída de Santos Cerdán, hasta hace nada mano derecha del presidente en materia orgánica, ha dejado al PSOE herido y al Gobierno buscando cortafuegos legales antes del verano político más caliente en años.

Reacciones políticas: entre el blindaje legal y las acusaciones de encubrimiento

La iniciativa legislativa ha sido recibida con escepticismo (por decirlo suave) entre los partidos de la oposición. Muchos ven en la ley una maniobra para proteger a figuras clave del PSOE e invalidar pruebas comprometedoras justo cuando más falta hace transparencia. El Ejecutivo defiende que lo único que pretende es garantizar derechos fundamentales como la privacidad; pero incluso dentro del partido surgen dudas sobre si este movimiento puede acabar pasando factura electoral.

Para algunos analistas, esta estrategia recuerda peligrosamente a otras tentativas previas (véase la llamada “Ley Begoña”) pero va mucho más allá porque parte directamente del Ejecutivo y no del grupo parlamentario socialista. Además, llega justo cuando las investigaciones judiciales avanzan hacia figuras cada vez más próximas a Pedro Sánchez.

¿Y ahora qué? El futuro inmediato entre tribunales, micrófonos y urnas

El texto aún debe superar varios trámites parlamentarios. Pero si prospera tal cual está planteado:

  • Podría dejar fuera de juego decenas de horas de grabaciones obtenidas por la UCO.
  • Haría mucho más difícil probar judicialmente tramas complejas como las del caso Koldo.
  • Sentaría un precedente peligroso sobre el uso legal (y ético) de grabaciones en investigaciones anticorrupción.

Mientras tanto, los protagonistas intentan defender su reputación. Ábalos insiste en que los audios están manipulados; Cerdán pone en duda su autenticidad; Koldo García —el hombre orquesta— sigue fiel al estilo “grabo porque me aburro”. Y Pedro Sánchez observa desde Moncloa cómo cada nuevo capítulo puede cambiar no solo su mandato sino también el mapa político nacional.

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