Es la reina Midas de la política nacional y madrileña.
Todo lo que toca Isabel Díaz Ayuso lo transforma inmediatamente en oro.
De los 65 escaños conseguidos el 4-M, ahora la candidatura de Ayuso se auparía por encima de los 68 hasta llegar a los 70.
Los populares obtendrían un apoyo de votos en las urnas que rondaría el 47%. Es decir, prácticamente 1 de cada 2 madrileños se decantaría por la actual jefa del Ejecutivo de la Puerta del Sol.
Además, después de 8 años de tener el PP que pactar con partidos como VOX y Ciudadanos para mantenerse en el poder, volvería a los tiempos de Alberto Ruiz Gallardón y de Esperanza Aguirre, políticos que encadenaron 5 mayorías absolutas para los populares.
Llama también la atención el hecho de que Isabel Díaz Ayuso, en poco más de tres años, haya pasado de estar prácticamente con un pie en la oposición a albergar sólidas esperanzas de tener un mandato a partir de mayo de 2023 sin hipotecarse con otras formaciones.
Porque la líder del PP, en aquellos comicios del 26 de mayo de 2019, empezó su andadura con solo 30 escaños, superada por el PSOE, aunque pudo gobernar gracias a los apoyos de Ciudadanos y VOX.
EL HUNDIMIENTO SOCIALISTA
Quien debe de estar viendo con toda la calma del mundo el panorama que se cierne sobre la política madrileña tiene que ser el actual Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
El socialista, que rozó en 2019 la opción de gobernar en Madrid, optó por dar un paso al costado tras darse un costalazo en las elecciones del 4-M.
Sin embargo su salida del PSOE madrileño no acarrea, precisamente, una mejora de resultados para esta formación.
De hecho, de ahí que Sánchez esté frito por meter a un ministro como candidato, Juan Lobato no engancha al electorado rojo y pierde tres escaños con relación a la cita electoral del mayo de 2021.
Los socialistas pasarían de 24 a 21 escaños y, lo que es más terrorífico para sus intereses, es que tampoco se recupera el papel de líder de la oposición.
Este seguirá en manos de Más Madrid. Y es que aunque numéricamente en ese 4-M ambos partidos empataron en número de diputados, el de la ‘pistolera’ Mónica García obtuvo más votos y, por tanto, se hizo acreedor a ese rol como principal partido para intentar fiscalizar a la presidenta madrileña.
LA FALLIDA PUÑALADA DE CIUDADANOS TIENE CONSECUENCIAS
Otro de los logros de Isabel Díaz Ayuso es ir aligerando de partidos políticos la Asamblea de Madrid.
De cara a los comicios del 28 de mayo de 2023, Unidas Podemos se quedaría sin representación.
Tras la tocata y fuga de Pablo Iglesias, el liderazgo de Carolina Alonso no entusiasma al electorado morado que, en masa, se va a la candidatura de Más Madrid.
Y quien vuelve a quedarse como fuerza extraparlamentaria es Ciudadanos.
Después de la fallida puñalada que el entonces vicepresidente Ignacio Aguado quiso propinarle a la líder del PP con un intento de moción de censura, a los naranjas la cosa les ha ido de color hormiga.
Cero parlamentarios el 4-M, algo que ya se barruntaba su candidato, Edmundo Bal, quien no quiso dejar su acta de diputado en la Carrera de San Jerónimo y otro ‘donut’ que parece se va a volver a comer Ciudadanos en la cita con las urnas de mayo de 2023.

