El presidente de Baleares, Francesc Antich, se ha dirigido, a través de una carta, al presidente de la UEFA, Michel Platini, y por teléfono, al secretario de Estado de Deportes, Jaime Lissavetzky, para pedirles una salida para que el RCD Mallorca, que está inmersa en un concurso de acreedores, pueda jugar la Europa League.
Antich, que asegura que el Mallorca se ha ganado una plaza en la competición europea por méritos propios, le define como «un club que, a pesar de sufrir problemas económicos, como la gran mayoría de clubes de Europa, ha demostrado que es un club ejemplar, consiguiendo por quinta vez en su historia clasificarse para disputar una competición europea, lo cual ayudaría a mejorar su situación económica».
El presidente balear informa a Platini de que en la actualidad el club ha sido adquirido por un grupo de nuevos propietarios, todos ellos mallorquines, que han devuelto la ilusión a la familia mallorquinista porque han presentado un plan de viabilidad económica que pretende sanear las cuentas de la entidad a corto plazo, además de las garantías que supone el procedimiento concursal.
También le ha trasladado «la ilusión de los seguidores de este club, que representa a todas las Islas Baleares, para participar en una competición continental que ha sido ganada a pulso».
«Una ilusión compartida por las instituciones por lo que significa de proyección europea para un país y una ciudadanía que siempre han disfrutado de una condición cosmopolita y abierta y que acoge cada año a millones de europeos».
Por todo esto, el presidente pide que sean atendidas las pretensiones del Mallorca y que se llegue a encontrar una salida en la actual situación que permita al club participar esta temporada en la Europa League que «tan merecidamente ha acreditado en el terreno de juego».
